el rebusco

Las artes gráficas en jerez

  • Su historia está aún por hacer.

  • Una industria que ha dado destacados creativos y empresarios

Fachada de Jerez Industrial

Fachada de Jerez Industrial

A principios del mes de agosto del 2015 saltaba la noticia en los medios de la recuperación de 275 piedras litográficas que habían sido expoliadas en el abandonado edificio de Jerez Industrial. Otras 80 se dieron por perdidas, aunque por lo visto algunas de ellas se están vendiendo por internet.

Lo curioso del hecho es que se pudo haber rescatado el lote completo si no se hubieran retardado las diligencias.

Las personas competentes en el caso conocían desde el mes de junio - se los había proporcionado - el nombre y la localización del individuo implicado en la sustracción. A partir de ahí todo hubiera sido fácil, pero no fue así.

Sin embargo, tuvimos que recurrir al concejal de IU, Raúl Ruiz-Berdejo, para exponer la situación en el pleno, y que el Ayuntamiento formalizara la denuncia ante la Policía.

Aún más, el que fuera delegado de Impulso Económico, Francisco Cáliz, inició un año antes los contactos con el nuevo propietario del inmueble, a instancias del que suscribe, para la donación de estos bienes catalogados, desde el 2006, de interés singular.

El cambio de gobierno en el mes de mayo provocó que las negociaciones no concluyeran, amén de la acción no autorizada del quincallero que las desmontó para llevárselas.

Esta historia nos lleva a reflexionar sobre la importancia de las artes gráficas en la ciudad, una industria floreciente, que durante siglo y medio dio ilustres nombres, tanto de empresarios como de creativos.

Para esto nos hemos basado en muchos datos aportados por el que fuera directivo de Jerez Industrial, Juan Luis Repeto Prieto. Su fallecimiento en el año 2015 dejó inconclusa su investigación sobre el sector, una historia que aún está por hacer.

En 1867 ya se relacionan en nuestra ciudad dos litografías, la de Pedro Foncueva, a cargo del litógrafo Leonardo González, y sita en calle Santa María, 25; y otra, en calle Algarve, 30, que era de José Cisneros Colón.

Un año después, la litografía alemana, instalada en Cádiz desde 1861, abre sucursal en nuestra ciudad. Estaba en calle Larga, manteniéndose por la familia Müller hasta 1890.

En 1886, el malagueño Manuel Hurtado de Mendoza Amaya inaugura la que llevará su nombre, mantenida por sus herederos hasta 1946, cuando la compra Jerez Industrial.

Por su parte, Manuel Luis Olías Rodríguez, nacido en Jerez en 1874, estará vinculado al nacimiento de la Litografía jerezana, en 1897, que más adelante, en 1927, se conocerá como Nueva Litografía jerezana, y donde trabajará Teodoro Miciano. En 1937 sería integrada en Jerez Industrial.

Una de las principales demandas de estos trabajadores especializados fue la creación de una Escuela de Artes y Oficios, hecho que tuvo lugar en 1910.

La existencia de una Sociedad de Artes Gráficas y de una Sociedad de Litógrafos, donde se agrupaban, era una muestra de su nivel de formación y de conciencia de clase.

La litografía jerezana adquiere en poco tiempo un gran prestigio, de tal manera que al menos dos de sus miembros son comisionados para viajar a París durante la Exposición Universal de 1900.

En 1936 habían censado en la ciudad 107 litógrafos. Entre estos estaban: Miguel Barroso Prieto, José Álvarez Muñoz, José Fernández Ortega, Juan Galván Aragón, Sebastián Núñez García, Eugenio Sánchez Fernández, etc.

Otras empresas litografías destacadas en este periodo fueron las de Francisco Rodríguez y J.M. Barroso.

El apellido Salido en Jerez está unido a las artes gráficas desde finales del XIX.

Originarios de Alcaudete (Jaén), se instalan primero en Sanlúcar, para más tarde mudarse a Jerez.

En 1907, los tres hermanos, Miguel, Francisco y Manuel Salido la Cal, éste último nacido en 1877, crean la empresa Salido Hermanos, que duraría hasta 1926.

Miguel siguió con su negocio en calle Judería, que heredarían sus hijos, José y Miguel Salido Gutiérrez, y Francisco, casado con Elena Carlota Escudero Stocker, abriría Jerez Gráfico en 1930. Por su parte, Manuel, casado con Josefa Paz, y que viviría cien años, fundaría Jerez Industrial en 1937.

El hijo de éste último, Antonio Salido Paz (1915-2003), se independiza de sus padres, y en 1945 adquiere la compañía junto a otros socios locales.

La relanza en una nueva etapa que la convertirá en un importante holding de las artes gráficas en toda España, con fuertes vínculos e intereses con el sector de la industria del vino.

Jerez Industrial Sociedad Anónima (JISA), pronto se convirtió en un complejo entramado empresarial con multitud de sociedades y filiales (con 13 centros de trabajo), Éste Grupo de Empresas de Artes Gráficas llegaría a emplear a más de 1.000 personas y a facturar miles de millones de las antiguas pesetas, incluso a tener su propio equipo de fútbol.

Por todo ello el Ayuntamiento le nombró Hijo Predilecto en 1973.

Pero la crisis que afectó a nuestra industria principal, la vitivinícola, arrastró a su cierre definitivo en 1999. Ya nada sería igual.

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