Unos 500 camiones no salen a trabajar en Jerez al no tener portes que realizar

Si hay un sector que está experimentado de primera mano la cara más dura de la crisis económica ese es el sector del transporte, que desde que terminó el verano no ha levantado cabeza, es más, ha entrado en una especie de recesión, un ‘sálvese quien pueda’ que está terminando con infinidad de pequeñas empresas, sociedades limitadas en las que trabajan normalmente padre e hijos.

En el trasfondo del problema se encuentra la crisis de la construcción, que ha provocado que el trabajo se haya visto rebajado de una forma drástica. “En la actualidad, el camionero que da un porte se puede considerar que ha tenido mucha suerte”, destacó a este medio el recientemente reelegido secretario general de la Asociación Provincial del Transporte, Antonio Gutiérrez.

Si el pasado verano —concretamente la última semana de agosto— esta organización empresarial estimaba que el número de camiones que estaban parados en Jerez ascendía a unos 200 vehículos, ayer mismo este profesional del sector no tenía más remedio que reconocer que “la cifra prácticamente se ha triplicado hasta alcanzar los 500 camiones”.

Buena parte de la ‘culpa’ de que este ingente número de vehículos industriales estén parados en los garajes radica en que muchas compañías se han visto en la necesidad de disminuir el número de vehículos de su flota, ya sea prescindiendo de los servicios de los transportistas que hasta el momento les atendían la demanda o, como ha sido el caso, remitiendo el camión a los garajes, dándoles incluso de baja y paralizando sus seguros hasta que llegue el momento —ojalá sea pronto— de volver a ponerlos en la carretera.

Esta situación ha provocado que el stock de vehículos de segunda mano que actualmente se encuentran a la venta en Jerez y provincia sea, sencillamente, impresionante. Tanto es así que la compra de vehículos industriales está prácticamente paralizada en estos momentos, lo que provoca no pocos problemas en los concesionarios especializados del sector de automoción.

Como se recordará, hubo sonados cierres como los protagonizados por las compañías constructoras Jerecom y Fivesur que provocaron que pequeños empresarios del sector del transporte se vieran sumidos en una tremenda deuda (un camión puede costar entre 20 y 30 millones de las antiguas pesetas) después de que se les prometiera que no les faltaría el trabajo suficiente como para hacer frente a los pagos mensuales del crédito. Desgraciadamente no fue así.

Para Antonio Gutiérrez, la agónica situación por la que atraviesa el sector “se ve incluso agravada por el hecho de que las multas de elevadísima cuantía contra los profesionales del sector se siguen imponiendo de forma incesante. Cualquier persona puede comprobar que en las carreteras hay muchos menos camiones circulando. Pues bien, a esos pocos se les siguen imponiendo una serie de sanciones que no hacen sino gravar unas economías que a estas alturas poco más dan de sí”.

¿Qué solución les queda a los profesionales del volante? “Pues buscarse el trabajo donde lo hay. De siempre —analiza para este medio Antonio Gutiérrez— en Madrid y Barcelona ha habido trabajo. Cogías el camión, pagabas de tu bolsillo el viaje y, a las pocas horas de llegar, ya estabas trabajando. Pues ni por esas”. El secretario de la Asociación Provincial del Transporte asegura que uno de sus asociados “llegó el lunes a Madrid para trabajar. Está en el Mercado de Madrid (Mercamadrid) y que yo sepa, al día de hoy, 96 horas después, aún no ha podido realizar un solo porte. La cosa está realmente mal y en Barcelona sucede lo mismo”.