La caravana motera prende la mecha
GP de España de Motociclismo
Jerez afronta un fin de semana espectacular en vista del buen ambiente de ayer. La plaza del Mamelón puso fin a una marcha de aficionados desde el circuito.
Más de un millar de moteros se reunió ayer en la explanada del circuito para formar parte de una enorme caravana que llegó hasta la plaza del Mamelón. Este acto prendió la mecha de un esperadísimo fin de semana por el que Jerez se convierte en epicentro del mundo del motor. La edición de 2016 promete, pues en Jerez hacía tiempo que no se vivía un jueves con tanto rugir de tubos de escape como el de ayer. Media hora antes de la salida de la caravana, que se inició a las 18,30 horas, el ambiente era absolutamente festivo. La mayoría de los aficionados -si la cilindrada de su 'burra' se lo permitía- daban puño sin avanzar en lo que, para muchos, suena a pura música.
A pesar de lo que se especuló, abriendo la caravana que se dirigió a la ciudad no se encontraban los pilotos de élite Marc Márquez ni Dani Pedrosa. Pasaron por allí un par de minutos por el compromiso publicitario, aunque casi no se les pudo divisar. Salieron disparados desde las instalaciones del circuito en motos de pequeña cilindrada, se acercaron a la línea de salida de la marcha y fueron automáticamente engullidos por un masa de cámaras de televisión. Tan solo aquellos aficionados que se habían situado en la cabecera de la comitiva pudieron disfrutar de la fugaz visita. En la faz de los campeones se dibujaban sendos rostros de concentración absoluta y no se mostraron especialmente extrovertidos.
Sí iba en la cabeza otro profesional de las dos ruedas, de la modalidad de 'Freestyle', el sevillano Dany Torres, que mañana protagonizará una exhibición en unas instalaciones preparadas para saltos de competición en la avenida Álvaro Domecq, a la altura del parque González Hontoria. Por si fuera poco, porque Jerez estos días ya se vende solo.
La comitiva partió del parking del trazado escoltada por la Guardia Civil y tardó cinco minutos en dejar atrás Torremelgarejo. Los agentes circularon a buen ritmo la marcha tratando de evitar, en lo posible, el tapón de tráfico de vehículos que llegaban desde Arcos. Una vez que vislumbraban la urbe, dieron el relevo como escoltas a los policías locales. Si bien la organización cifra en 1.500 los participantes, una vez llegados al entorno de La Marquesa y La Granja, a la altura de la rotonda de la 'Moto alada', comenzaron a unirse más aficionados, especialmente aquellos cuyos ciclomotores de 49 c.c. no tienen permiso para circular fuera de la ciudad.
Durante todo el itinerario, las motos continuaron desplegando sus sinfonías desde el tubo de escape. Por la 'Moto Alada' cruzaron hacia Fernando Portillo hasta la avenida de Europa. Pasaron por el depósito de sementales y, rodeando el Hontoria, alcanzaron la avenida del Ejército y Álvaro Domecq, recorriendo así varias de las zonas del ambiente en el que, siempre bajo la mirada de los responsables del dispositivo de seguridad, se deleitarán desde esta noche. Llegados a la plaza del Mamelón, el número de participantes prácticamente se había multiplicado por dos, fundiendo en una sola masa a todos los perfiles de aficionados que disfrutarán de uno de los grandes eventos deportivos de España; allí estaba el fiel a Jerez que viene cada año junato al último adolescente que pone en liza su motillo. Junto a un escenario dispuesto por Red Bull, organizador de la marcha además del Ayuntamiento, finalizaba la caravana que desplazó el ambiente del circuito al centro. Por los bares se dejaron ver luego muchos clientes con chaquetas protectoras contra caídas, multitud de motocicletas aparcadas y muchas gorras de apoyo a los pilotos punteros.
El corazón de la ciudad, desde ayer y hasta la madrugada del sábado, latirá a todo ritmo como pocas veces lo hace durante el resto del año, bombeando gasolina en vez de sangre al compás de la potencia de los motores. En segundo plano quedan por unos días los líos de Cirjesa, de sus cuentas y de sus gestores. Hoy el trazado alberga una sesión de entrenamientos libres en la que los pilotos tomarán contacto con el asfalto sobre el que se jugarán los cuartos en los clasificatorios de mañana y en la carrera del domingo.
Y la ciudad de Jerez, con su especial atractivo en el panorama del motociclismo mundial, brinda un marco envidiable que se transforma. No en vano, se espera que el Mundial atraiga a un cuarto de millón de personas durante el fin de semana, tanto a Jerez como a los municipios del entorno. Pero sobre todo Jerez y a su centro, que después de algunos años en los que el ambiente se había desplazado a otros enclaves, quiere retomar el protagonismo perdido años atrás.
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