Un carteo que no sabe de edad ni religión

Vida, educación, alimentación, salud, agua, identidad, libertad y protección. Estas ocho palabras representan los derechos fundamentales del Niño. Precisamente, esta es la lección que están estudiando en la clase de Tercero de Primaria en el colegio Manuel de Falla, a la que pertenecen Selena y Anabel. Recientemente, hace tan solo unos días, ellas y sus otros 22 compañeros de aula han recibido unos presentes muy especiales que han viajado más de 600 kilómetros, concretamente desde la ciudad de Youssoufia, al oeste de Marruecos.

Todo empezó como un juego cuando Selena visitó a su familia paterna en Youssoufia, donde residen sus tíos, abuelos, primos y hasta tiene algunos amigos, a pesar de no compartir el idioma. Su padre, Abdul, pensó que sería bonito "que los niños de las dos ciudades se conocieran y comprobaran que, a pesar de sus diferencias, pueden ser amigos". Fue entonces cuando contactó con su colegio, Sidi Ahmed.

De esta forma, el año pasado, Abdul rescató todo el material desechado por el centro jerezano para llevárselo al marroquí. Selena fue la encargada de ir a la clase homóloga para enseñarles algunas palabras en español y señalarles en un mapa dónde se encontraba Jerez y la provincia de Cádiz. Aquí se fraguó el primer intercambio de cartas entre los chicos.

Así, los 24 chicos de la clase de Tercero de Primaria del colegio Manuel de Falla escribieron el año pasado cartas por parejas a sus compañeros de Youssoufia presentándose "y diciéndoles que queríamos ser sus amigos", señala Selena. Les explicaron las lecciones que estaban estudiando en ese momento y que les gustaría que le respondiera.

Ese momento se dio hace tan solo unos días, cuando al Manuel de Falla llegaron las cartas desde Sidi Ahmad felicitando a todos los chicos el Año Nuevo de manos de Abdul, lo que supuso una auténtica fiesta en el centro jerezano. "Los chicos se pusieron contentísimos -cuenta-. Algunos, evidentemente, escribieron en francés y tuve que traducirlas". Una de ellas reza (traducida por el padre de Selena): 'Bienvenido mi amigo, ¿cómo está? Espero que nos encontremos algún día. Nosotros seremos buenos amigos, espero que para toda la vida'.

Anabel, una de las compañeras de clase de Selena, explica que "la verdad es que nos gustó mucho escribirles, fue muy guay". Además, las cartas no vinieron solas, sino que cada niño del centro Sidi Ahmed pintó un paisaje de su ciudad con destino Jerez. Tanto ha gustado la idea al centro que dichos murales están expuestos en el colegio con el título 'Exposición de los niños en España de Sidi Ahmed'.

Selena cuenta que "no sé casi decir nada cuando voy a visitar a la familia de mi padre. Hola, adiós y gracias... Les hablo en español hasta que me entienden", consigue decir antes de soltar una carcajada. Asegura que lo que más le gusta de Youssoufia "es que es todo campo y hay mucho sitio para jugar". "¡Oye -la interrumpe enseguida su amiga Anabel-, que aquí tenemos el campo de Estella!".

Con esta propuesta, además de que los niños conozcan otros pueblos y descubran que a pesar de las diferencias comparten muchas cosas, les hace ver a los niños de Educación Primaria la importancia y lo bonito que es esperar una carta.

"Algunos ya hasta se han dado sus direcciones para escribirse mutuamente. Es precioso que se conecten dos poblaciones tan lejanas con un 'juego' tan limpio", se enorgullece Abdul. Según señala el propio padre de Selena, el centro va a ampliar esta iniciativa e incluso abrirla al resto de clases para que el carteo no decaiga entre el colegio Manuel de Falla y el centro Sidi Ahmed.