Ya en casa

La voz de Jerez

Tras más de un año y medio de retraso, las promociones de Martinete y Los Olivos tienen 'vida'

Ya en casa
María Valero

22 de junio 2011 - 09:07

Días después de que abrieran por primera vez las puertas de sus casas siguen sin creerlo. Miran y tocan cada rincón para comprobar que es verdad, que están dentro, que no es, como dicen, uno de esos sueños con los que se despertaron durante muchas mañanas durante un año y medio. Los vecinos de Martinete y Los Olivos ya pueden decir que son propietarios e inquilinos de estas promociones protegidas en Estancia Barrera y no cabe duda que el camino hasta llegar a este día ha sido duro.

El 17 de octubre del pasado año comenzaron las movilizaciones. Ana María Bonilla, Encarnación Fernández y su marido, y Luis Junquera junto a su mujer encabezaron las primeras reuniones para reclamar la entrega de los inmuebles en fecha. Dicen que junto a un muro de uno de los bloques –lo llaman ya el “muro de las lamentaciones”– pasaron horas y horas pensando qué pasos se podían seguir para que les dieran sus casas. Y mientras ellos luchaban por lo que consideraban suyo, del Ayuntamiento sólo salían declaraciones contrarias de Urbanismo y Vivienda. Unos decían que la “descoordinación y la falta de planificación de Urbanismo” había provocado el retraso, mientras que la citada delegación respondía que “se ha cumplido la planificación y que por causas económicas ajenas se ha visto afectado”.

Pero atrás quedaron estos ‘análisis municipales’, porque ahora lo único que tienen estos vecinos en la cabeza es que su buzón ya tiene su nombre. “No paro de mirar los armarios, las ventanas, las puertas, las llaves... Creo que todavía esto es un sueño. Después de este año y medio de retrasos y calvario por fin tengo mis llaves, mi casa”, señala Bonilla. Los nervios que tuvo el día antes de la entrega de la vivienda se esfumaron cuando por primera vez abrió la puerta de su casa. “Me abracé a mi carpeta que nos dan con la documentación en el acto de entrega y aquí no atinaba a meter las llaves en la puerta. Era la primera vez que la iba a ver y me temblaban las manos”, reconoce Ana María.

Al día siguiente ya estaba midiendo la cocina para ir corriendo a “comprar una que sea económica, que no está la cosa como para tirar el dinero. Estoy deseando vivir aquí porque las calidades de la casa superan todo lo que podía haberme imaginado”. A su lado está Encarnación Fernández y su hija Estefanía. El año y medio de sufrimiento por el retraso ha hecho mella en el rostro de la madre, quien titubea aún por los nervios cuando habla de su vivienda. “Es que cojo las llaves y no me lo creo, nada más sé decir ‘qué bonita es mi casa’. Estoy loca con ella”, señala Encarnación, quien recuerda que durante este tiempo han tenido que estar de alquiler “con mucha pena” y desde hace dos meses su marido se ha quedado en paro. “Creo que el Señor nos va a poner su manita para salir adelante. Estos días hemos vivido momentos de muchísima emoción, nos merecíamos estar ya aquí”, declara. Y entre miradas cómplices con su ya vecina Ana María, Encarnación no pierde la ocasión para agradecer a la alcaldesa María José García-Pelayo y a su equipo la atención prestada durante el año de retraso. “Han venido a nuestras reuniones y lo hemos notado, sabemos que han puesto su granito de arena”, señala.

En otro de los pisos de Martinete los hijos de Manuela Peña y Javier Junquera juegan en el salón y cogen las escobas para ‘ayudar’ a los padres. En una mesa de playa en mitad de esta habitación hay algo de ‘picar’, porque llevan dos días sin probar bocado por los nervios y es que como ellos mismo dicen “estamos como niños con zapatos nuevos, parece que nos han puesto los Reyes”. Manuela sonríe sin parar y reconoce que tanto sufrimiento y espera “han merecido al final la pena, los pisos son muy lindos. Hemos pasado un año y medio muy duro, muy duro, pero ahora estamos felices”.

3 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último