Más competencia, pero con calidad

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La falta de defoliantes provoca que la fibra cosechada sea de inferior calidad que en campañas pasadas, al desoír el Ministerio el clamor unánime de la industria textil, las desmotadoras y el sector algodonero andaluz

Fibras textiles de la planta del algodón, en plena campaña de recolección por estas fechas.

25 de octubre 2012 - 01:00

Avanzada la cosecha de algodón en la presente campaña, es pertinente, reflexionar sobre los efectos de la falta de autorización por parte del Ministerio de Agricultura de la materia activa denominada Tidiazuron que los algodoneros utilizan previo a la cosecha para defoliar el cultivo.

Es preciso recordar que la retirada de esta materia activa se produce por causas diferentes a las medioambientales o de toxicidad, y la no renovación de la autorización, por motivos puramente económicos.

Los efectos que ya se observan son un incremento en los costes por la utilización de nuevas materias, un retraso en la cosecha iniciada y, finalmente, una pérdida importante en la calidad de la fibra recolectada. El sector lo ha solicitado unánimemente pero la respuesta siempre fue la existencia de otras alternativas.

La evaluación de no utilizarla es sencillo y asciende a 210 euros/hectárea lo que equivale, en esta campaña en la que se ha reducido el precio del cultivo en más de 12 céntimos, a destinar 500 kilos/Hª al pago del sobrecoste. En términos relativos un 15% de la producción por hectárea se destina a este aumento. El motivo es el elevado coste de las materias alternativas utilizadas y la necesidad de aplicarla en dos ocasiones.

Por otro lado, lo aplicado es menos eficiente que el Tidiazuron y obliga a dilatar en el tiempo la recolección porque éstas no defolian la planta sino que las queman. La experiencia muestra que esta limitación es mucho mayor, ya que exige atrasar el momento del tratamiento hasta que la apertura de cápsulas es prácticamente total.

Es necesario cosechar el cultivo con la mayor antelación posible para evitar los otoños lluviosos, y esto se consigue únicamente mediante Tidiazuron como ha demostrado la experiencia de las campañas anteriores.

Por este motivo, no es entendible el silencio cómplice del Ministerio que conociendo las consecuencias de su inacción permite que un cultivo fundamental para la economía de la zona rural jerezana comprometa su rentabilidad.

El último Consejo de Ministros aprobó la modificación de una norma que conseguirá que haya más competencia en el sector algodonero, al permitir en definitiva, que los agricultores puedan entregar su cosecha en una desmotadora más de las ya existentes. Esto redundará en una mayor demanda que se traducirá en mayores precios.

Además se aumenta la capacidad de desmotado, para un sector en el que la reestructuración ha sido brutal y tal como recoge el expositivo de la norma permitirá estabilizar el sector, equilibrando la capacidad de desmotado con las previsiones de cosecha.

Es sorprendente que se dé una respuesta al sector en una forma determinada, entrando en vigor la norma al día siguiente de su publicación cuando la campaña está comenzada sin que muchos algodoneros puedan beneficiarse del aumento de la competencia y se obvie una reivindicación del sector en su totalidad, formado por industria textil, sector desmotador y agricultores; y comunicada con meses de antelación ante todas las instancias competentes y con informes objetivos de la idoneidad de aplicar Tidiazuron en lugar de las alternativas existentes en el mercado.

Entonces, ¿qué pretende conseguir el Ministerio? Evidentemente mejorar la calidad de la fibra cosechada, no. Y esto es así de claro, y lo mostrarán las medias de impurezas y humedades que serán muy superiores a las de la pasada campaña donde se permitió el uso de Tidiazuron como defoliante.

Las producciones descenderán por las lluvias y por la deficiente defoliación, y a esto se unirá que la calidad de la fibra obtenida será inferior a la de la campaña pasada.

COAG - Cádiz espera que el Ministerio recapacite para conseguir así que las campañas venideras permitan producir fibra de alta calidad como la andaluza permitiendo poner al alcance de los agricultores los medios que garanticen este hecho, y que actúe con la misma celeridad que va a permitir la apertura de una desmotadora adicional, ante una petición realizada al unísono por el sector algodonero en su conjunto.

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