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La crisis incrementa la demanda de ayuda a instituciones benéficas

Cáritas, el comedor de El Salvador o Solidaridad Jerezana han observado en los últimos meses un aumento de las peticiones de familias en una situación precaria

Dos indigentes sentados en la plaza de Las Angustias.
Gloria Moreno / Jerez

12 de mayo 2008 - 01:00

Crisis económica o desaceleración, lo cierto es que los graves apuros que atraviesan muchas familias para llegar a final de mes se ha empezado a notar en las instituciones de carácter benéfico que trabajan en Jerez, según afirman desde algunas de ellas. Cáritas, una organización que conoce como pocas las necesidades de la ciudad, es una de las que ya ha observado un incremento de las demandas de ayuda que le llegan principalmente a través de las parroquias, la primera puerta a la que suelen acudir las familias con menos medios económicos. El presidente de Cáritas, Juan de los Ríos, asegura que desde primeros de este año "estamos notando una mayor demanda, sobre todo, a través de las parroquias de zonas periféricas como la zona Sur". Las ayudas que reclaman las familias son principalmente para el pago de los servicios más básicos como el agua, la luz o el pago de la casa. "Indudablemente la situación económica está repercutiendo y lo observamos sobre todo, en las parroquias de las barriadas más problemáticas en cuanto a paro, marginación y familias desestructuradas", mantiene De los Ríos. "La subida de los precios de todo, desde el butano, los alimentos, la luz, el agua, ha repercutido en los hogares con menos recursos y la sociedad no se está dando cuenta de lo que está sucediendo, que es muy grave. Muchas familias están perdiendo poder adquisitivo".

Cáritas, que prepara ahora su memoria de 2007, de cara a la celebración del próximo Día de la Caridad, presta asistencia a una media cercana a las 4.000 familias en Jerez. Según los últimos datos, sólo al programa de acogida y asistencia, a través del que se presta la ayuda para las necesidades más básicas de las familias, Cáritas dedica unos 300.000 euros, una de las partidas más importantes del total de recursos invertidos.

Según explica el presidente de la institución, la coordinación con otras organizaciones que están dentro de la red de integración social, como el comedor de El Salvador, ha permitido que Cáritas no atienda ya directamente necesidades de alimentación, ya que desde las parroquias se les remite al comedor de las Hijas de la Caridad. También desde esta institución apuntan a un mayor número de personas atendidas. El comedor da unas 500 comidas diarias, tanto en sus propias instalaciones como las que se distribuyen entre las 80 o 90 familias que se llevan los alimentos a sus casas. Un trabajador social se encarga de hacer un seguimiento de la situación de esos hogares, ya que en el caso de mejorar sus ingresos se les da de alta, con el fin de atender a otras familias con más necesidad. Aunque desde el comedor sostienen que "hasta ahora nadie se ha quedado sin comer", la institución sigue precisando a su vez del apoyo de los jerezanos para mantener las ayudas a los más desfavorecidos, un apoyo que se hace más evidente en determinadas épocas del año, como la Navidad, pero que pasa en otras por momentos bajos.

La asociación 'Solidaridad Jerezana' (Soje), que trabaja desde años con personas necesitadas, ha pasado de las 120 familias a las que atendía habitualmente a 150 en los últimos meses, lo que supone un incremento de la demanda cercano al 30%. Sus responsables señalan que una de las razones es que en gran parte de los hogares a los que Soje ayuda de una forma u otra el cabeza de familia es peón de albañil "y al haber sido el sector de la construcción uno de los más afectados por la crisis, han visto reducidos sus ingresos. Además otro de los motivos del incremento es el crecimiento del número de inmigrantes", apuntan desde Soje. La asociación mantiene una colaboración con los servicios sociales municipales, de forma que son éstos los que envían a muchas de las familias a la asociación, que cubre principalmente las necesidades de alimentación. "El objetivo es que las familias coman en casa, ya que nuestra prioridad son las que tienen niños pequeños. Por eso no derivamos al comedor de El Salvador. Les damos los alimentos y sólo en ocasiones puntuales hemos pagado por ejemplo unos zapatos o ayudado a pagar un recibo. Nuestra base son los alimentos", insisten desde la asociación, aunque también distribuyen, en menor medida, ropa de segunda mano en buen estado.

Frente a esta percepción de las instituciones benéficas, en la delegación de Bienestar Social del Ayuntamiento afirman que no se ha producido un incremento de peticiones en su programa de primera atención, la puerta de entrada a los servicios sociales. El director de Bienestar Social, José Manuel Jiménez, dice que al menos de momento se sigue trabajando con niveles de demanda similares a la de otros años.

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