Un cura sencillo y famoso por sus humanas homilías

Nació en La Oliva, entre Barbate y Vejer, pero a sus cerca de 52 años confiesa sentirse feliz en Jerez. Hermano de los Sagrados Corazones, la congregación de origen francés que lucha por una sociedad justa y reconciliada en favor de los pobres, ha cumplido un cuarto de siglo como sacerdote y dos años y medio como párroco de la iglesia de San Telmo. Seguidor de la gran labor de Francisco González Metola, el padre Jandilla, este hijo de hortelanos cursó estudios en el Valcárcel. Luego trabajó para la orden en Sevilla y San Fernando. Estos días, es el cura más 'perseguido' por los periodistas tras la tragedia en el barrio. Pero el padre Ramón sólo quiere dar un mensaje de ánimo y aliento. Destacan de él su peculiar forma de entender la liturgia, sus expectantes homilías, muy distintas a las del "gran orador sagrado", concisas, claras, hondas, humanas y útiles. "Su truco consiste en la carencia de truco. Ramón cree y habla como quien cree", ha escrito Carlos Colón. Este miércoles recibió en la casa parroquial junto a Adolfo Sastre, párroco de Los Albarizones, al padre Félix González, otrora párroco de San Pablo, que acudió a visitar al padre Gerardo, que permanece achacoso. Cuatro hermanos, cuatro historias de cuatro luchadores, juntos durante una mañana. ¿Casualidad o providencia?