Diario de las artes

Acertada programación expositiva en el año nuevo

Paisaje de viñas de Pepe Basto, obra expuesta en su estudio.

Paisaje de viñas de Pepe Basto, obra expuesta en su estudio.

Comienza el año expositivo en las salas de Jerez. ¡Qué pena la escasez de las mismas! Aquellos tiempos en los que varias salas y galerías aportaban infinito interés son sólo recuerdos en el imaginario de los buenos amantes del arte. Entonces, la Caja traía hasta la sede de la calle Larga, aquel espacio magnífico, hoy absolutamente muerto, muy buenas exposiciones de verdadero arte contemporáneo. Con Cajasol todo se diluyó como un azucarillo en agua caliente por la desgana y el desconocimiento.

El Callejón de los Bolos, esa espectacular sala de infinitas posibilidades, sigue durmiendo el sueño de los justos a la espera, parece, de un proyecto, en lontananza, creo que totalmente equivocado. Las Cofradías poseen museos permanentes que sacan a la calle para dar culto público a su ingente patrimonio. Un museo de las cofradías es una ilusión errónea. ¿Iban a ceder las hermandades sus más excelsos tesoros, los auténticos, no las 'obritas' menores ni los sayones monstruosos? Que cada cofradía abra sus sedes y muestren lo verdadero que guardan. Un museo no es para nada necesario. Concédasele al Callejón de los Bolos una gran utilidad artística y no un museíto absurdo para que algunos saquen pecho por absolutamente nada.

Por otro lado, las galerías privadas perdieron su importante razón de ser y cerraron sus puertas con demasiada rapidez. ¿Qué buen aficionado no se acuerda de aquellas galerías que, en distintos momentos, dinamizaron el arte de la ciudad? Paco Daza, Trinidad Gutiérrez, Carlos Laínez y su 'Laberinto', Carmen de la Calle, Ramón Martín y su galería 'Belén' de la calle Francos y, por último 'Fedarte' en la céntrica calle San Pablo. Nostalgias de un tiempo y de unas actuaciones que se fueron para siempre. Pero la realidad es la que es y no tiene vuelta de hoja.

Por eso hay que pensar en lo que tenemos y apoyar su labor porque es importante para el discurso artístico de una ciudad con muchos artistas y poca infraestructura expositiva. Vayamos por partes en este inicio expositivo que empieza con fuerza. En Pescadería Vieja continúa, hasta el 21 de enero, la muy buena exposición de Antonio Lara y su visión clarificadora del proceso pictórico. En Arteadiario, Rafael Navarro nos sitúa ante la gran escultura de siempre. Y además:

Espacio Bretón 

MENCÍA DE LA RIVA. Dominadora de los espacios

No se puede olvidar el buen hacer que viene realizando María del Carmen Bretón en torno a lo artístico en su doble faceta profesional, por un lado la labor como centro de formación artística y, por otro como promotora expositiva. En la Avenida Caballero Bonald el espectador podrá encontrar una Academia donde se dan clases de Bellas Artes y una sala de exposiciones que cubre esa amplia necesidad existente en la ciudad para que la gran cantidad de autores puedan encauzar su producción. Valoremos, pues, la importancia de un trabajo que es fundamental y necesario.

En estos momentos, Mencía de la Riva nos presenta una cuidada muestra que pone en evidencia una buena factura compositiva y una solvencia ilustrativa en la plasmación de la realidad. Es autora con oficio; tiene mucha facilidad en el dibujo y sabe componer con soltura cualquier situación. En la representación de flores organiza las piezas bajo unos mínimos estructurales que se convierten en máximos argumentos desde una muy sutil línea compositiva. Más contundencia formal encontramos en la pintura de ese pavo real, de espectacular plumaje, que se ambienta desde una sabia distribución y un buen manejo de las gamas cromáticas.

Creo que donde acierta por completo es en la composición de la figura humana. Una serie de retratos nos descubren el buen relato de la artista en el difícil manejo de esta faceta. No todo el mundo está capacitado para ello y es muy fácil sucumbir ante una realidad para la que se tiene que estar muy bien provisto de oficio.

Obras de Mencía de la Riva, en Espacio Bretón. Obras de Mencía de la Riva, en Espacio Bretón.

Obras de Mencía de la Riva, en Espacio Bretón.

Espacio Abierto

ÁNGEL SALIDO. Una bella poética

Que Ángel Salido haya tenido un claro referente fotográfico desde pequeño le ha tenido que servir a la fuerza. Crecer viendo cómo la fotografía era una realidad en su casa puede ser clave para saber cómo argumentar una buena situación en este difícil camino donde muchos acceden por su cuenta desprovistos de todo. Sin embargo creo que la fotografía del joven jerezano va más allá de la simple formación por pura inmediatez con la buena fotografía.

En su obra hay un poderoso relato poético. Cada pieza que Lucía Franco ha colgado en la sala de Álvar López es un contundente poema visual; un obra llena de sensibilidad, de carácter, de hondura descriptiva, de lucidez metafórica: Se trata de una fotografía poderosa, abierta, portadora de muchos valores que suscriben esa bella realidad manifestada desde una gran pulsión poética.

Ángel Salido, nuevo en estos menesteres expositivos, se presenta con una muy buena fotografía que queda reforzada por los poemas que sirven de impulso generador a una obra que está, infinitamente, muy por encima de los pobres planteamientos fotográficos que estamos acostumbrados a observar y que tan impunemente se nos ofrecen. Como el título de una de sus importantes fotografías , 'Todo para nada'.

Palacio del Virrey Laserna

JESÚS ARNEDO

Dos planteamientos artísticos aparecen en la obra de Jesús Arnedo en la sala que dirige Asís Moreno. Por un lado, un dibujo muy bien conformado desde una línea gráfica acertadamente configurada. Por otro, una instalación que deja más indiferente que lo que realmente interesa que no es sino esa muy bien estructurada manifestación dibujística, lo que hace descubrir a un pintor con muy buena mano.

Tres series son las que protagonizan el conjunto pictórico de la muestra; todo muy bien medido y con una conciencia representativa bastante acertada desde una ausencia de color que acentúa el contundente carácter de lo que se presenta. Varias obras de caballos, una tauromaquia y, lo mejor de todo, las obras con el noble animal como auténtico protagonismo, en una doble aparición -series 'Polo' e 'Hípica'.

Y es, sin duda, en esta última donde la potencia creativa del artista se pone de manifiesto; sobre todo en una obra sobresaliente, 'Salto doble I' que plantea todo el poder máximo de la repesentación desde la difícil utilización del lápiz conté. También, en las piezas dedicadas al deporte del polo, la fuerza compositiva del caballo se hace patente.

Pintura de Ana Fernandez, en el Estudio Pepe Basto. Pintura de Ana Fernandez, en el Estudio Pepe Basto.

Pintura de Ana Fernandez, en el Estudio Pepe Basto.

Estudio de Pepe Basto

PEPE BASTO – ANA FERNÁNDEZ

Como es habitual en las fechas navideñas el estudio de Pepe Basto se abre al público para ofrecer una exposición de su obra. En esta ocasión se nos presenta con una novedad que ha sido una feliz experiencia: la presencia, al mismo tiempo que la obra del pintor jerezano, de la pintura de Ana Fernández. Ella expone una serie de pequeños paisajes de una gran sutileza plástica y una muy acertada argumentación pictórica. Extensiones de terreno que se pierden en una línea de horizonte muy bien definida con unas gamas de verdes y grises que acentúan el definitivo carácter de un paisaje que nos pone ante una pintora con acertados planteamientos artísticos.

Por su parte, no es Pepe Basto un pintor al que haya que descubrir. Su trayectoria avala una pintura poderosa que él sabe muy bien llevar a cabo. Sus paisajes de los pagos jerezanos protagonizados por esas viñas de cepas añosas, ya se pueden catalogar como paisajes a lo Pepe Basto. Dominio absoluto de una materia que nos sitúa ante un pintor de oficio poderosísimo y una técnica consolidada a través de los muchos años sabiendo lo que se hacía.

Su pintura se nos oferta con ese poder estructural tan particular donde las viñas jerezanas ofertan sus calidades plásticas para que pintores de gran pureza, como es el caso, sepan dotarlos de especial sentido pictórico. La gran solvencia artista de Pepe Basto adopta especial sentido en una pieza, 'Paisaje de invierno', que me parece espectacular, con un juego de potencia textural conformada desde la utilización de la propia tierra de albariza como elemento constitutivo de la obra.

Muy importante es también 'Cactus' que mantiene esa fortaleza plástica con un dominio absoluto de la materia. Junto a ellos piezas importantes de un pintor de gran madurez que consolida una pintura de referencia en Jerez.

No cabe la menor duda de que se trata de un muy buen comienzo de año expositivo en este Jerez donde la pintura y sus pintores dejan entrever que estamos ante uno de los momentos dulces de la historia del arte en esta ciudad.

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