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Ana Fernández Garrido | Directora de la Escuela de Idiomas de Jerez

“La gente opta ahora por lo semipresencial, quiere formarse en su tiempo libre”

  • Después de 27 años en la institución, pues llegó como docente en 1993, su máxima responsable afronta, desde el pasado viernes, una nueva etapa de su vida, la jubilación

Ana Fernández posa para Diario de Jerez en la Escuela de Idiomas.

Ana Fernández posa para Diario de Jerez en la Escuela de Idiomas. / Miguel Ángel González

Ana Fernández Garrido fue una de las tres docentes que el Ayuntamiento, de la mano de Carlos Manuel López, contrató en 1993 para poner en marcha la Escuela de Idiomas de Jerez. De profesora a directora del centro, un cargo que ha desempeñado desde hace más de dos décadas y que ahora deja tras alcanzar su jubilación.

–Veintisiete años en la Escuela de Idiomas, eso es media vida...

–Sí, media vida dedicada a la escuela desde su creación. Empecé en el colegio Miguel de Cervantes un mes de febrero casi sin nada, no había ni material, y bueno, de ahí a lo que tenemos ahora, se ha dado un gran paso.

–¿De qué está más orgullosa?

–Sobre todo de sacar una escuela que al principio era una desconocida y costó mucho trabajo que la gente se enterase de que aquí había un centro que era público, y que se daban idiomas. Todo eso supone una satisfacción, aunque ha sido con ayuda inestimable de todo el personal que ha pasado por aquí, y creo que es un logro que después de 27 años sigamos manteniendo la demanda y el prestigio como escuela. He conseguido mi propósito, mi trabajo ha tenido un fruto. También a nivel pedagógico creo que hemos avanzado con los tiempos, porque tenemos los medios y un profesorado con formación para poder utilizarlo.

–Supongo que en esto último también habrá influido el covid?

–No creas, porque en la Escuela de Idiomas de Jerez, desde hace muchísimo tiempo, hemos estado formándonos para acometer esa tarea de la digitalización. Es importante que la gente no se quede estancada y debe saber que hay que avanzar con los tiempos. De eso también estoy orgullosa, de que el profesorado del centro se ha preocupado por estar al día y que esto funcione.

–Porque además usted ha vivido todo el proceso de construcción del nuevo edificio que duró más de diez años...

–Está claro que el tema del edificio fue lo peor, tuvimos muchísimas dificultades hasta que por fin se inauguró. Pero bueno, creo que ha merecido la pena porque el edificio que tenemos ahora es la envidia de todas las escuelas de idiomas, porque incluso la gente cuando pasa por aquí, entra para tomar fotos de lo que es una mezcla perfecta de lo antiguo y lo moderno, que es justo la imagen que queremos dar. Además, tenemos todos los medios para dar una enseñanza de calidad.

–Y para colmo, la pandemia...

–(Risas) Sí, es lo que me faltaba. El primer año del covid fue, sin duda, el peor que he vivido en toda mi carrera. Si sobrevivimos a eso, podemos sobrevivir a cualquier cosa. Y eso que la respuesta de los alumnos fue muy positiva, de hecho no tuvimos abandono por el covid. Al principio, la gente estaba preocupada, pero cuando llegabas al centro y veías las medidas que se tomaban, el alumnado no se fue y como ha ocurrido en los centros educativos, los contagios han sido mínimos. Eso es un logro de todos. Lo peor fue la parte administrativa, todos los cambios que hubo que hacer en tiempo récord y la inseguridad de lo que iba a ocurrir mañana. Para lo difícil que fue, el resultado fue muy bueno.

Ana Fernández, directora de la EOI de Jerez. Ana Fernández, directora de la EOI de Jerez.

Ana Fernández, directora de la EOI de Jerez. / Miguel Ángel González

–¿Cómo hace una persona para estar como directora más de dos décadas con todo lo que habéis pasado?

–Bueno, lo he pensado muchas veces, porque es verdad que la dirección te da muchas alegrías, pero también pasas por momentos muy difíciles. La única explicación que encuentro es que a mí realmente me gusta mucho mi trabajo. Cuando ocurre eso, las cosas salen bien y consigues los objetivos que te propones. Creo que esa es la única razón por la que he estado tanto tiempo a pesar de todas las dificultades.

–Pero supongo que más de una vez se habrá sentido sola, o eso dicen algunos directores que conozco...

–Bueno, cualquier persona que esté en un cargo directivo lo sabe bien, porque una de las dificultades que tiene ser director o directora de un centro es la soledad. Normalmente estás entre dos bloques que se contraponen y tú haces un poco de contrapeso. Es quizás la parte negativa de este cargo, la soledad y también la ingratitud.

–¿Se le ha quedado algo por hacer en estos 27 años?

–La verdad es que no, hemos hecho de todo, proyectos, intercambios, en ese sentido estoy satisfecha.

–¿Y cómo deja ahora la Escuela de Idiomas?

–La Escuela de Idiomas está en pleno cambio, y todos positivos. El covid ha traído cambios, cambios que han venido para quedarse. Es curioso que la tendencia de la gente es la enseñanza online, que cada vez tiene más demanda. Lo primero que se puso en las escuelas fue la enseñanza semipresencial, con la que se puso el grito en el cielo. Hoy tiene muchísima demanda y curiosamente en los niveles más alto, a la gente le gusta formarse en su tiempo libre, y además, el material online que hay es muy bueno, y al alumnado les gusta. Es más, la novedad de este año es la enseñanza a distancia, que ahora se ha transferido a los centros educativos tras la desaparición del IEDA (Instituto de Enseñanza a Distancia de Andalucía). No eliminará la enseñanza presencial, pero es una opción buenísima para la gente que lo necesita y no tiene tiempo de asistir a horarios regulares.

–¿Quién asume ahora su cargo?

–Bueno, me sucede la jefa de estudios, Francisca Fernández de Córdoba, que es una persona excelente, trabajadora, responsable y lo más importante, entusiasta. Me quedo muy tranquila, porque además hemos hecho un trabajo previo intenso para la transición se haga sin problemas.

–¿Y ahora qué?

–A ver, estoy muy contenta, y sé que voy a desconectar, pero creo que me va a costar porque 27 años, como ya he dicho, es media vida. Es difícil desconectar de algo que ha sido tan importante en tu vida. Quiero disfrutar de las cosas pequeñas.

–¿Qué dirías a las nuevas generaciones sobre los idiomas?

–Poca cosa, porque saben que los idiomas son fundamentales hoy en día. Antes eran el futuro pero ahora son el presente, y suponen una necesidad.

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