"La emoción no se lleva, vivimos en una sociedad alienada"

maría del mar moreno. bailaora

La jerezana prepara, tras una etapa de parón obligado, el estreno de 'Medea' en Sevilla, una obra que dirigirá Pilar Távora

La bailaora posa para Diario de Jerez antes de la entrevista. / Miguel Ángel González
Fran Pereira

20 de mayo 2018 - 01:31

Con la ilusión de una principiante, María del Mar Moreno afronta un nuevo reto personal. Recién salida de una operación, que le ha tenido a medio gas durante los últimos meses, la bailaora jerezana hace borrón y cuenta nueva de esta experiencia para centrarse en lo que será su próximo estreno, 'Medea', que estrenará el próximo 6 de octubre en el Teatro Lope de Vega de Sevilla junto a Pilar Távora.

-Acaba usted de abrir una nueva 'embajada' de Jerez Puro, esta vez en Madrid…

-Sí, por circunstancias de la vida este año ha sido un poco distinto, he tenido que estar alejada de los escenarios debido a una operación, y bueno, eso me ha hecho avanzar en otros ámbitos y uno de ellos ha sido ampliar el territorio nacional de Jerez Puro, que me ha hecho mucha ilusión, porque además de Madrid, también vamos a estar en Santander, junto a los ya afianzados de París, Milán, Burdeos y Malta, sin olvidarnos de nuestra mítica sede de Jerez en Porvera.

-¿Una operación?

-Sí, llevaba unos años que no sabía que me pasaba, venga pruebas y venga pruebas, y después de la Fiesta de la Bulería me di cuenta de que no estaba bien. Gracias a Dios he encontrado a un equipo muy bueno de profesionales, que me detectaron lo que era y he tenido que pasar por el quirófano. Ha sido una operación muy fuerte, en octubre, y bueno, han sido tiempos difíciles. Desde aquí quiero agradecer el trabajo a mi cirujano Juan Carlos Delgado, al ginecólogo Javier López Zájara, a Silvia y al hermano Guillermo, que me han tratado fenomenal y humanamente lo que han hecho conmigo se lo agradeceré siempre. Ha sido un proceso muy duro porque no he estado acostumbrada a tener que parar nunca, pero bueno, uno hace de la enfermedad su maestro y te hace cambiar tus hábitos.

-Por eso le hemos visto tan poco entonces…

-Claro, nosotros hacemos una actividad atlética y por eso, he tenido que estar alejada de los escenarios, porque ha sido una operación, como he dicho, muy gorda que necesitaba reposo. De hecho, la única vez que me he subido a un escenario fue con Ezequiel Benítez en la presentación de su disco en el Festival y fue para bailar por zambra, que era algo menos trabajoso. Pero bueno, también, y como dicen que no hay mal que por bien no venga, se ha creado una nueva etapa, he tenido tiempo de reflexionar y ver por dónde quiero ir, y también para saber que la gente que te quiere está ahí. En este tipo de situaciones la parte física es importante, pero también la psicológica, aunque como se dice 'Dios cierra puertas y te abre ventanas'.

-¿Y qué ventanas se han abierto para usted?

-Bueno, ya afortunadamente la leona vuelve a rugir (risas) y estoy trabajando en cosas interesantes. Me he encontrado a Jesús Molina, hermano de Manuel Molina, que me comentó que quería hacer cosas con nosotros porque le gustaba mucho nuestra forma de trabajar. Eso nos ha venido fenomenal, porque nos está ayudando mucho, y ha servido también para que conociera a Pilar Távora, con la que estamos preparando un nuevo proyecto.

-Háblenos algo más...

-Lo más importante es que el próximo 6 de octubre vamos a estrenarlo, en el Lope de Vega de Sevilla, nuestra versión de Medea.

-¿Será entonces como una especie de renacer personal?

-Puede ser. Yo he leído mucho a Alejandro Jodorowsky y dice que para aprender a vivir, hay que aprender a morir, y es verdad porque en la vida de cada uno de nosotros hay etapas donde te pasan cosas, y en esos ciclos uno muere para volver a renacer, ya sea de manera física o psicológica. Yo nunca había tenido una experiencia como la que he vivido y eso te hace ser más fuerte. Hacer Medea, a mí que me encanta la literatura, y más de Eurípides, un texto clásico, es algo muy grande y que me motiva.

-¿Cómo está siendo el trabajo con Pilar Távora?

-Yo estoy encantada porque no sólo me ayuda profesionalmente sino como mujer y personalmente. Es una persona positiva, luchadora y aunque a veces tengamos conceptos o ideas distintas, la esencia es la misma, por eso estoy aprendiendo mucho de ella. Era quizás el punto que necesitaba hacia esa liberación, porque soy una persona muy compleja, muy jonda, muy reflexiva, muy tímida y muchas veces soy una inadaptada en este mundo del flamenco o la farándula porque mi carácter es otro.

-¿Y estará también la otra parte de Jerez Puro?

-Por supuesto, eso es algo que me ha llamado la atención, ver cómo admira Pilar Távora a mis compañeros, porque yo tenía claro que si en lo malo estaban ahí, en lo bueno también, el Malena, mi hermano Santi, El Tolo…Todos están deseando subirse a las tablas conmigo y bueno, el hecho de ver que ella valora a mi pequeña compañía, que es muy humilde pero estable, me halaga.

-¿Qué Medea vamos a ver?

-Bueno, Medea es una obra que Pilar estrenó hace muchísimos años, pero ahora quiere hacer una nueva Medea. Ella nos ha visto en escena, ha visto cómo trabajamos la escena en 'Soníos negros', 'De cal viva' o 'Jerez Puro' y no quiere tocar esa esencia, al revés, lo que quiere es enriquecerla. Por ejemplo, es una persona que conoce muy bien el cante, entonces, a la hora de hacer los textos no hay ni una letra que chirríe cuando se hace por seguiriyas, soleá o tarantos. Es verdad que llevamos algunas aportaciones, como un cantante de música andalusí que es una pasada, el baile de Alejandro Granados, que es una persona muy especial o incluso la presencia de la hija de Antonio Malena, Sayra, que está cantando muy bien y tiene en mujer eso que tiene El Malena, esa disciplina, esa jondura y esa frescura a la vez.

-Le veo más ilusionada que nunca...

-Yo estoy encantada, y siempre he dicho que estoy en esta profesión por amor, y cuando bailas por amor, al final no hay sacrificio. Con todo esto he aprendido que una se tiene que centrar en lo que le gusta, sin escuchar el ruido. Que a lo mejor es una locura, sí, pero es la única manera de aceptarte cómo eres. La felicidad está en ser lo que uno es y no lo que los demás quieren que seas.

-El Ayuntamiento le concedió hace unos meses la marca Jerez cuando usted lleva años llevando el nombre de Jerez por todo el mundo….

-Llevo con Jerez Puro veinte años, imagínate. Siempre he dicho que soy una absoluta defensora del producto nacido en Jerez, con denominación de origen, por llamarle de algún modo, y así lo he hecho durante todo este tiempo por todo el mundo. Eso no quiere decir que sea mejor o peor, pero lo llevamos como algo positivo. Lo único que espero es que, si el Ayuntamiento ha desarrollado esta marca Jerez, confío en que no se quede sólo ahí, y apoye a todas las personas que hacen arte, desde las letras a la pintura, la fotografía…Necesitamos ese apoyo. A nosotros eso no nos ha cambiado, al revés, creo que le estamos haciendo un favor a nuestra tierra porque llevamos el logo del Ayuntamiento y sinceramente, no recibimos ningún tipo de ayuda. Espero que en el futuro haya ideas de desarrollo y posibilidades de hacer eventos, eso sí, porque nos ayudaría muchísimo. A veces nos viene mejor la logística que otra cosa.

-Quizás aquí no se valora lo que tenemos….

-Eso es y es lo que a mí me duele porque, por ejemplo, veo en Italia cualquier tontería y parece que han inventado el vellocinio de oro, y digo ¿pero si esto ya lo tenemos nosotros en Jerez? Lo que pasa es que sí tienen esa virtud de venderlo. Vamos a darle entonces esa confianza, aunque eso no quiere decir que, en mi caso, no discrepe con algunas decisiones como nombrar embajador de Jerez a una persona de fuera o que se traiga a la gente de fuera a bailar a Jerez. A mí me parece todo estupendo pero espero que eso se transforme también en contratos para compañías de Jerez, que no se quede todo en la ida y no haya vuelta. ¿Qué sacamos nosotros de eso? A veces pecamos de ingenuos y hay que tener más vista comercial.

-Ahora, con la salida de la biografía sobre Manuel Torre, se ha vuelto a poner de moda su figura. ¿Cree que aquel 'Soníos negros' debió tener más recorrido?

-Por supuesto. Creo que hicimos, aunque está mal que yo lo diga, un espectáculo muy coherente, con una puesta de escena elegante y respetando al máximo esa leyenda de Manuel Torre y sobre todo sus cantes. Pero claro, como sale de aquí, no te tienen en cuenta. Si lo hubiésemos estrenado como compañía de Madrid o incluso de Sevilla, la cosa hubiera cambiado totalmente. Pero como en Jerez no encontramos el apoyo ni en tu tierra ni fuera, resulta que viene gente de fuera y parece que han descubierto a Manuel Torre cuando nosotros desde 2015 llevamos ahondando en él. A mí me da mucha pena que aquel 'Soníos negros', que el Festival de Jerez nos regaló la clausura en 2015, haya tenido más recorrido en sitios como México o Argentina que en Andalucía.

-Cuando se mira la trayectoria de Jerez Puro, uno comprueba que en muchos casos ustedes han ido por delante…

-Es cierto, aunque está mal que yo lo diga. Hemos sido precursores en muchos aspectos, en la teatralización con aquel 'Septiembre' que llevamos a cabo con Ramón Pareja, en la lucha de la mujer, que hicimos en 2013 con 'De cal viva', y fuimos los primeros que metimos la ópera y el flamenco en un espectáculo. Hemos sido vanguardistas en muchas cosas, aun defendiendo como defendemos el flamenco de raíz, pero como he dicho antes, salimos de Jerez, estamos en el lado oscuro (risas).

-Este año ha habido en el Festival todo un flujo de corrientes vía redes sociales respecto a determinados espectáculos, hasta el punto de que se ha debatido si desnudarse encima de un escenario es vanguardista y bailar por seguiriyas es algo obsoleto, ¿qué opina de eso?

-Las redes sociales son buenas para unas cosas pero para otras son malísimas. Va todo a tal velocidad, que nadie se para a escuchar un mensaje profundo. La gente se escandaliza de cosas que se han hecho muchas veces, porque desnudarse se ha hecho en la ópera, en el teatro, en el cine o en el ballet nacional. A mí no me llama la atención, me llama más la atención quien desnuda su alma más que su cuerpo. Estamos en unos tiempos en los que la gente se desnuda fácilmente a nivel estético pero ¿y la emoción? Yo quiero ver almas desnudas en el escenario, ver en un quejío el alma de una persona, por ejemplo. Y aparte, como decía un filósofo, 'no hay nada más antiguo que estar constantemente buscando la innovación'. La evolución es inherente al ser humano, y yo no voy a bailar nunca como La Macarrona ni nadie lo hará como yo, me puedo inspirar pero no bailar igual.

-¿Ahora hay poca emoción?

-Sí, es que la emoción no se lleva, la emoción molesta. Hoy nos movemos por cómo se mueve el dedito en el móvil. La vida cuesta lo que un click de me gusta o un comentario, entonces la gente está muy anestesiada y muy alienada y no quiere ir al teatro a que tú les remuevas la conciencia. Antes las personas iban al teatro o a ver un espectáculo para que le emocionara, y ahora quieren que le divierta. 'Mi vida es como es y no estoy para ir al teatro y que me hagan pasar fatigas'.

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