"Nacido Jesús en Belén de Judá, en los días del Rey Herodes, llegaron de Oriente a Jerusalén unos Magos diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos que acaba de nacer? Hemos visto su estrella y venimos a adorarlo". Y la estrella llegó ayer a Jerez, donde Sus Majestades aparecieron para un año más provocar en los pequeños la mayor de las sonrisas. Con el patio de Armas de El Alcázar abarrotado de niños impacientes por tenerlos más cerca que nunca, los Reyes Magos pisaron con muchas ganas el recinto almohade.

Poco a poco el acto de coronación va teniendo más protagonismo entre las familias en el día de Reyes. Antes de que comenzara la ceremonia, los pequeños ya habían ocupado sus asientos a la espera de poder entregarles personalmente la carta a Sus Majestades. Con una música más que apropiada para el acto, salieron de uno de los salones de El Alcázar entre los aplausos y las caras de felicidad de los presentes. Y no era para menos, pues los mismos Reyes Magos estaban ya en Jerez.

"Hoy llegan renovando una antigua tradición, para repartir amor, ilusión y alegría, quienes llevaron hasta el Portal de Belén, oro porque era Rey, incienso porque era Dios y mirra porque el hombre", se escuchó antes de la entrada 'real'.

A medida que transcurrían los primeros minutos del acto, los niños iban poco a poco dando pasitos para acercarse lo más posible al escenario donde tomarían asiento Sus Majestades de Oriente. "Recibamos a Mel-Ur, 'Rey de la luz', anciano y canoso de poblada barba, que ofreció a Jesús el oro como símbolo de realeza universal". Y en aquel momento, apareció Mauricio González-Gordon levantando la mano y saludando a los pequeños. Sereno, caminando despacio y con unos ojos que hablaban, porque ayer pocos podían decir tanto con sólo una mirada.

"Demos la bienvenida, con el mayor respeto, al Rey asiático Kansbar, llamado el 'administrador del tesoro', joven, rubio, que hizo una ofrenda de incienso, digna de honrar a Dios". Y llegó Fernando García, un Rey que no dudó en acercarse a los pequeños, haciendo un Gaspar más cercano. La estrella llegó por fin hasta María del Mar Moreno bajo las palabras: "Acojamos con júbilo a Belt-Sha-Ssar, 'al que Dios proteja su vida', negro barbado que llevó hasta el Portal su ofrenda de mirra, el bálsamo de los limpios de corazón". El flamenco con mayúscula llegó de Oriente para poner música al día de los Reyes Magos. María del Mar no paró de sonreír ni un sólo momento, negra como el tizón, abrió sus brazos como señal de agradecimiento y lanzó besos como si se encontrara en el mejor de sus espectáculos. Nadie se olvidó de aquél que ha estado recogiendo las cartas de los niños para hacerlas llegar a Sus Majestades, el Paje de honor también estuvo presente en esta emocionante ceremonia.

Los Reyes Magos 2010 también vivieron momentos intensos. Antonio Padillo, Francisco Romero y Ana María Sabido dieron el testigo del cargo 'real' y coronaron a Sus Majestades llenos de alegría y a la vez, con algo de tristeza, como declaró Sabido, quien comentó que "he tenido que aguantar las lágrimas, he revivido momentos muy felices esta tarde".

Antes de que los Reyes Magos salieran de El Alcázar camino de la cabalgata, los pequeños aprovecharon para entregar sus últimas cartas. Pero no todo fue pedir, algunos dejaron sin aire por la emoción a Sus Majestades, ya que les regalaron dibujos que mostraban su llegada al Portal de Belén. Feliz camino y que Dios os aguarde.