La familia del 'La Ina'... y dos más

Lustau completa la gama de las antiguas marcas de Domecq con el lanzamiento de una manzanilla y un cream, que salen al mercado bajo los nombres Macarena y Candela

A. Espejo / Jerez

21 de mayo 2010 - 01:00

El Grupo Caballero, a través de su filial jerezana Lustau, rescató hace dos años de su abandono al fino 'La Ina', que junto al resto de vinos de la gama de la antigua Domecq -oloroso 'Río Viejo', amontillado 'Botaína' y Pedro Ximénez 'Viña 25'- pasó a formar parte del portfolio de una firma bodeguera que se caracteriza por la calidad de sus productos.

'La Ina' y sus hermanos, que tras la disolución de Domecq Jerez fueron adquiridos por Osborne antes de recalar definitivamente en Lustau, se convirtieron en el nuevo buque insignia del Grupo Caballero, que tuvo que empezar prácticamente de cero el relanzamiento de la familia de las afamadas marcas casi centenarias, a la que ahora se unen dos nuevos miembros, la manzanilla 'Macarena' y el cream 'Candela', que completan la gama para la reconquista de muchos de los mercados que añoraban su regreso.

La estrategia comercial se centró en revitalizar el mercado español, el principal destino con Andalucía a la cabeza, seguida de Madrid y Cataluña, donde observaron una importante demanda de otros tipos de vino de los que carecía la gama, precisamente, los dos estilos más demandados en la actualidad por el consumidor español: la manzanilla y los vinos dulces, en los que se encuadran las nuevas incorporaciones.

Así surgió la idea de ampliar la familia, proceso que finalmente ha culminado con el lanzamiento de la manzanilla 'Macarena', un producto fresco, joven y ligero, y 'Candela cream', de atractivo color ambar y un agradable y elegante sabor ligeramente dulce. Para su elaboración, Lustau ha realizado una selección de grandes soleras en Jerez y Sanlúcar para estar a la altura de sus hermanos mayores, con casi un siglo de historia a sus espaldas.

Junto a los esfuerzos por recuperar la posición en el mercado doméstico, el español, donde se buscaron nuevos distribuidores y se puso en marcha una ambiciosa campaña publicitaria con presencia en medios de comunicación, autobuses, marquesinas y otros puntos claves como aeropuertos y estaciones de trenes, Lustau también rescató a los pocos importadores del 'La Ina' que seguían 'vivos' y abrió nuevas vías de comercialización en Reino Unido, Holanda, Bélgica, México y Perú, por citar sólo los mercados más representativos.

La intención de la firma bodeguera, asegura su presidente de honor, Luis Caballero, es que la gama del 'La Ina' esté presente en los cuatro puntos cardinales de consumo, a saber: Londres y Berlín, dos de los mercados tradicionales, el primero ya reactivado; junto a Nueva York y Pekín, ciudades emblemáticas de dos mercados estratégicos que están llamados a liderar el consumo mundial de vino en los próximos años.

Según Caballero, para Lustau era una oportunidad única poder acceder a estos mercados globales con marcas de reconocimiento internacional, el mismo del que goza la gama de vinos de la antigua Domecq. "Hemos retomado la antorcha y hay que empezar por el principio. Lamentablemente 'La Ina' ha estado en abandono en manos de multinacionales en las que el jerez no era una línea preferente, sino de relleno, pero lo hemos rescatado y hemos empezado fuerte en España y estamos reorganizando todo el tema internacional", apostilla Caballero.

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