Mientras una gran parte de los jerezanos está deseando volver a sus trabajos y a sus ocupaciones diarias, tanto por motivos económicos como por hartura del confinamiento, hay otra parte a la que el trabajo se le ha disparado a unos niveles increíbles. Es el caso, por ejemplo, de los graduados sociales, que apenas dan abasto a la avalancha de casos que se les vienen encima.

Pedro Fernández, 38 años, es graduado social por el Colegio de Cádiz y Ceuta, y asegura, “sin temor a equivocarme que en estos momentos tenemos el doble de trabajo que antes de la pandemia”. La situación económica generada por la pandemia ha provocado que la situación de las empresas jerezanas haya dado un giro de 180 grados. Tras 25 días de cuarentena todo ha cambiado, especialmente las relaciones contractuales de los trabajadores con sus empresas. “La pandemia nos está afectando a los graduados sociales con un impresionante desborde de trabajo. Estamos a tope con el tema de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), los ceses de actividad así como la atención a trabajadores, además de las consultas externas que debemos atender”.

A todo ello se une el trabajo habitual en estos meses previos al verano, es decir, las liquidaciones de impuestos y la apertura del periodo para presentar las declaraciones de la Renta (IRPF). “Fácilmente puedo asegurar que estamos afrontando estas semanas el doble de trabajo”, asegura Pedro Fernández, si bien dicho trabajo no se está sacando adelante con normalidad. Ni mucho menos.

“Hay una gran descoordinación entre las diferentes administración, los asesores... Un día sale un decreto y al poco sale otro y luego otro. No hay claridad para poder trabajar con garantías”, asegura este graduado social quien añade que “para colmo las páginas web de la Administración están colapsadas o, según dicen, en mantenimiento. Y así no hay manera”.

A la hora de designar el momento exacto de mayor crispación entre los graduados sociales responde sin género de duda que “fue el domingo del decreto de las doce de la noche. Al día siguiente era la ampliación de las actividades que, como le pasó a la construcción, tenían que parar. Eso no se puede hacer a esa hora, con buena parte del país esperando todo un domingo por la tarde para ver qué iba a suceder, esperando. La presión de ese domingo por la tarde fue sencillamente brutal”. En su opinión todo se hizo “de forma improvisada y a la carrera. Además, burocráticamente los servidores de la Administración no han estado a la altura. Ha sido desesperante. Una situación única en la historia del colectivo”.

Según destaca Pedro Fernández, “la forma en la que la pandemia está castigando la economía local es en forma de ERTE”. El sector más afectado es el de servicios, con la hostelería a la cabeza. “Entre los ERTE hay una gran mayoría en el sector de la hostelería. A fin de cuentas, en la actualidad Jerez es una ciudad de servicios, de ellos vivimos, y obviamente lo hemos notado bastante como ciudad. El sector turístico también se ha visto terriblemente afectado por los ceses de actividad”.

A la hora de dar una cifra sobre el número de ERTE presentados en Jerez Fernández no se atreve a dar cifras, aunque sí porcentajes. “Estimamos que el 50% de las actividades económicas de la ciudad se han visto afectadas”.

En su opinión, “la Administración debe dar un paso al frente y exonerar a los autónomos del pago de las cuotas, así como dar más facilidades en las liquidaciones de impuestas. Las moratorias tan sólo van a provocar que el próximo mes de octubre muchos autónomos se encuentren ante sí una inmensa bola de deuda que les va a poner contra la pared”.