La guerra por el mercado dental

Salud

Dentistas y consumidores ahondan en los riesgos de una industria inundada por franquicias. El cierre de una clínica en Jerez en 2009 acabó en final feliz para el centenar de afectados.

La guerra por el mercado dental
Pablo Fdez. Quintanilla

Jerez, 25 de abril 2016 - 01:00

En los últimos meses, dos grandes noticias han salpicado la imagen de las cadenas de clínicas dentales: el cierre de Funnydent -sin establecimientos en Andalucía- y la detención hace dos meses de la cúpula de Vitaldent por supuesta apropiación indebida. Fue a partir de los años 90 cuando se popularizó el sistema de franquiciado actual, basados en atraer clientes ofertando precios por debajo de lo que marcaba tradicionalmente el mercado bucodental.

Una ex paciente de Vitaldent explica que, una vez finalizado su tratamiento, ha optado por iniciar otro en otra compañía por miedo a que la situación legal de los dueños afecte a los usuarios. "Nunca me trataron mal ni tengo ninguna queja relevante, pero a la larga no sé lo que pasará, así que he preferido no continuar". ¿Deben los pacientes, por ello, desconfiar?

Desde Facua no se lanzan en una cruzada general contra las franquicias dentales. "Ni recomendamos ni dejamos de recomendar", dice Jesús Yesa, secretario general de la asociación de consumidores en Cádiz. "A nosotros no nos corresponde, porque un paciente problemas puede tener con cualquier odontólogo, ya sea en su clínica particular como en una franquicia. En este último caso, lo importante es que sepa exactamente quién le está tratando, porque es cierto que a veces no tienen referencias del profesional, de si está colegiado ni de si efectivamente es dentista".

Una de las quejas que ha surgido en el sector en estos meses de debate público es la extralimitación de funciones de higienistas y auxiliares en estas franquicias, algo que por otra parte las clínicas niegan. "La garantía para un paciente que reciba servicios odontológicos es exigir que quien se los preste tenga nombre, apellidos y número de colegiado", explica Ángel Rodríguez, presidente del Colegio de Dentistas de Cádiz. A menudo, con la connivencia de los propios titulados, que son "cooperadores necesarios que permiten que bajo su protección se cometan estos actos delictivos". Rodríguez es contundente, "el intrusismo en la odontología está perfectamente tipificado penalmente".

El verdadero 'boom' de las franquicias llegó en los años de la burbuja previos a la crisis. La facturación de Vitaldent se estima en alrededor de 500 millones de euros anuales. "La población está invadida por una publicidad presuntamente engañosa y malintencionada, fruto de una situación en la que todo vale" para captar clientes, señala el presidente del colegio de dentistas. "El único fin es el crematístico, por encima de ese preciado bien que es la salud bucodental de los pacientes". En ese sentido, "estamos hartos de que se humille la dignidad de la profesión".

En 2009, Jerez sufrió el cierre de una de las franquicias de Dental Line, que dejó en la estocada a alrededor de un centenar de pacientes. Facua, por entonces, puso en marcha su asesoramiento. "Se consiguió que las entidades bancarias devolvieran los préstamos a través de los que se financiaban las intervenciones", dice Yesa. En otro lugar se situaron aquellos que se habían comprometido directamente con la compañía. Una de las afectadas por ello tuvieron la suerte de que el dentista que le trataba en Dental Line montó una clínica por su cuenta y sin cobro adicional terminó el tratamiento. Aquél fue un final feliz para los consumidores.

Según recela el presidente del Colegio de Dentistas, "hay que seguir con mucha atención la irrupción en nuestra profesión de 'avispados' empresarios que se convierten en mecenas y que montan clínicas en cadena como si fueran supermercados". De hecho, Rodríguez es tajante: "Seguro que volverán a repetirse casos como los que han ocurrido" de cierres de franquicias, "y ocurrirán, sin temor a equivocarnos, más pronto que tarde".

Tras el cierre de Dental Family a mediados de 2015 en Arcos, el Colegio de Dentistas se puso a disposición de los afectados, como también hizo en el caso de Dental Line, para que en las pertinentes reclamaciones ante las autoridades judiciales o de consumo se adjuntaran informes técnicos. Dicho de otro modo, los propios dentistas de la provincia examinaron a los pacientes gratuitamente. "Estamos muy agradecidos al Colegio. Nos ha dado una buena cobertura como consumidores, la que las administraciones, cuando han mirado a otro lado ante estos casos a otro lado, no nos dan", remacha Yesa.

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