El hospital no ha atendido ni un solo golpe de calor este verano
La temperatura máxima de la jornada de ayer roza los 41 grados y las mínimas apenas bajaron de noche de los 25
El Servicio Andaluz de Salud confirmó ayer a este medio que en todo lo que va de verano el hospital general de Jerez no ha atendido ni un solo caso de golpe de calor. Un hecho especialmente interesante para el lector es que estas patologías deben ser comunicadas por los efectivos sanitarios a instancias superiores para llevar un control exhaustivo de las mismas. No en vano, los principales aquejados de esta patología son ancianos, niños y enfermos, colectivos de especial vigilancia sanitaria en verano.
Desde el Servicio Andaluz de Salud se incidió ayer en que "una cosa es un golpe de calor y otras muy distinta que una enfermedad previa se vea agravada por las altas temperaturas", algo que suele ser bastante frecuente en pacientes debilitados por largas enfermedades y personas afectas de patologías relacionadas con el sistema respiratorio. Las medidas y las campañas preventivas lanzadas desde el SAS parecen haber dado resultado, vistos los escasos casos registrados en la ciudad. No en vano, fuentes del servicio de emergencias del 112 reconocieron ayer a este periódico que "es muy habitual que alguien telefonee alertando de que un familiar ha padecido un golpe de calor, pero lo más habitual es que se trate del agravamiento de una patología previa".
El golpe de calor como tal se caracteriza por padecer fiebre, sudoración, mareos y malestar físico en general después de haber permanecido largo tiempo en un ambiente caluroso o de forma directa ante el sol del verano.
De otro lado, cabe destacar que las temperaturas ayer fueron realmente altas. Si la máxima absoluta quedó fijada en los 43,4 grados que se padecieron el pasado 11 de agosto, los termómetros volvieron a rozar ayer los 41 grados aunque sin alcanzar la dureza de la primera ola de calor, padecida en los días previos a la llegada de la primera quincena.
Las mediciones suelen diferir entre las que se realizan en el aeropuerto de Jerez y las que se llevan a cabo en algunos institutos públicos, caso por ejemplo del Romero Vargas, donde se rozaron los 42 grados ayer al borde de las cuatro de la tarde. No en vano, el entorno urbano suele ser más cálido que aquellos otros en los que el tráfico no es tan intento. Otra circunstancia relevante es que la noche del lunes al martes la temperatura más baja se cifró en los 25,1 grados a las seis de la mañana, lo que supone que el umbral del sueño (temperatura por encima de la cual es difícil conciliar el descanso nocturno y que se cifra en los 24 grados) se vio superado.
Las previsiones meteorológicas apuntan a que la ola de calor comenzará a remitir a lo largo del día de hoy hasta caer definitivamente el próximo fin de semana, el cual se presentará mucho menos caluroso con temperaturas que estarán diez grados por debajo de la canícula que se padece estos días en la ciudad.
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