La huelga de autobuses puede dejar pérdidas del 70% en el comercio

La ciudad no ha tenido ni una semana de descanso desde que se dio por finalizada la protesta que empezó en agosto, cuando de nuevo la convocatoria de huelga en el transporte público tiene fecha en el calendario, en plena Navidad. Así lo anunciaron el pasado lunes los comités de Urbanos Amarillos y Linesur ante los impagos de las nóminas. Y un día más tarde fueron los comerciantes los que tuvieron la palabra ante la amenaza de esta protesta.

Indignados y con la esperanza de que finalmente no se lleve a cabo se mostraron ayer los presidentes de las asociaciones de comerciantes del centro. "No es de recibo. Es una falta de respeto, de todo... es indignante que en plena campaña de Navidad nos hagan esto", denunció el representante de Asunico, Manuel García. El empresario, sorprendido por la nueva huelga, apuntó que "entiendo que quieran y deban cobrar, pero lo están haciendo a conciencia para fastidiar. Sin duda, es una puñalada trapera al comercio".

Tras dar entrada los comités de Urbanos Amarillos y Linesur a la convocatoria en Subdelegación de Gobierno y a la espera de conocer los servicios mínimos, los comerciantes recriminaron que si los conductores luchan por su salario, "nosotros también tenemos que llevar dinero a casa y con estas trabas, apaga y vámonos", declaró García.

Después de más de dos meses de huelga, uno de aplazamiento y otro de billetes gratuitos, los empresarios del centro criticaron que "esto no es serio. Es necesario que cada uno asuma sus responsabilidades y se actúe de verdad. Empezábamos a remontar un poco, todo el comercio unido ha presentado iniciativas para potenciar el centro y ¿ahora esto?", preguntó el presidente de Asunico. Tanto esta asociación como Acoje, que encabeza Manuel García, avanzaron que de llevarse a efecto esta huelga -comienza el 23 de diciembre- el comercio puede perder hasta un 50% y la plaza de abastos llegaría al 70%. "Sería la debacle para el mercado. Sin duda, esta huelga supone la puntilla total para los comerciantes", señaló el presidente de Acoje. Desde la asociación solicitaron al Ayuntamiento y a las empresas "un gran esfuerzo" para que la campaña de Navidad permita cerrar el año con un mejor sabor de boca. De lo contrario, "se nos viene todo abajo. Todos deben ser más flexibles para poder ofrecer un servicio de calidad, digno y recuperar poco a poco los usuarios. Estas fechas son punteras para nosotros, así que espero que la solución llegue pronto", remarcó García.

Por su parte, el Ayuntamiento también se pronunció ayer ante la amenaza de huelga. El concejal de Movilidad, Agustín Muñoz, pidió tanto a la plantilla de la empresa Urbanos Amarillos, como a los trabajadores de Linesur que se replanteen la convocatoria. El responsable del área insistió en la necesidad de "sumar esfuerzos, en lugar de restar", en el trabajo que se está realizando para recuperar el número de viajeros perdidos en los últimos años, así como en la gestión que se viene llevando a cabo desde el gobierno para impulsar la actividad económica en la ciudad.

El concejal consideró que este anuncio supone un "grave perjuicio" para la actividad económica de Jerez "en unos momentos en los que la ciudad necesita recuperar la normalidad para salir adelante". Muñoz dejó claro que desde el inicio del nuevo mandato, los autobuses han sido una prioridad para el nuevo gobierno, al entender que se trata de un servicio básico; "sin embargo desde los primeros meses no ha habido tregua con la convocatoria de una huelga en el mes de agosto que no ha beneficiado el trabajo que se está ejecutando para que este servicio funcione con normalidad". En este punto, el concejal hizo hincapié en el "esfuerzo" que realizó el Ayuntamiento para que la empresa pudiera hacer frente al pago de las nóminas pendientes de los trabajadores y de los atrasos, recordando que fue el anterior Ejecutivo "el que dejó una deuda de más de dos millones de euros". Aún así el concejal insistió en que "lo que se quiere es mirar hacia adelante y resolver un problema que ha sido prioritario en la agenda de trabajo del gobierno". En este sentido, aseguró que esta nueva convocatoria supone "una gran decepción en el sentido de que tenemos ya una planificación del trabajo, cuyos resultados se verán en breve".

De la misma manera se refirió a la situación de Linesur, haciendo especial hincapié en la necesidad de ir de la mano mientras se trabaja en un plan de pagos que permita solucionar de forma definitiva el problema.