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Pedro Jesús Vega | Ex presidente de Apesorje

“Estoy orgulloso de los logros, pero aún nos queda mucho”

  • El jerezano, uno de los fundadores, repasa sus 60 años de lucha con la comunidad sorda de la ciudad y sus 22 al frente de la asociación

Pedro Jesús Vega, junto a Luis Perea y Soledad Oliva, otros fundadores.

Pedro Jesús Vega, junto a Luis Perea y Soledad Oliva, otros fundadores. / Manuel Aranda

Pedro Jesús Vega lleva casi toda una vida luchando por conseguir que la comunidad sorda tenga el lugar que le corresponde en la sociedad. Comenzó junto a Luis Perea con sólo catorce años en un pequeño local que su padre tenía en la Pescadería Vieja y hoy, 60 años después se muestra orgulloso de toda su aportación. Repasamos con él (gracias a la ayuda de la intérprete Melissa Rodríguez) algunas de sus vivencias tras ceder hace unos meses la presidencia de Apesorje a Belén Rodríguez. 

–Después de 60 años de lucha y 22 al frente de Apesorje, ¿de qué se siente más orgulloso?

–Me siento muy orgulloso de todo lo que hemos conseguido, la asociación de mujeres, la asociación de mayores...todo este recorrido realizado durante 60 años ha merecido la pena. Ha habido tiempos de lucha, de paciencia...pero todo ha tenido su recompensa.

–Usted comenzó a trabajar por la comunidad sorda con sólo 14 años...

–Sí, yo había estado estudiando en Málaga y cuando terminé, con 14 años, comencé a crear un grupo de jóvenes para debatir y encontrar un sitio donde reunirnos.

–¿Y cómo fueron los comienzos?

–Fueron duros. Comenzamos a vernos en el año 63 un local que tenía mi padre en Pescadería Vieja, y luego nos marchamos a la calle Ponce a un sitio que nos dejaron los jesuitas. El padre Vicente Luque nos cedió ese espacio pero claro, nos obligaba a ir a misa y a confesarnos. Para nosotros era duro, sobre todo porque en la misa no comprendíamos nada, no escuchábamos, pero nos pedía que fuéramos y claro, a veces nos quedábamos dormidos. Además, al padre nos decía que hablar con las manos era muy feo. ¿Cómo nos comunicábamos entonces? El lenguaje de signos ahora se ve como algo normal, pero antes la gente lo veía como algo feo. Fue una época dura, pero tuvimos que aguantar porque era el único lugar donde nos podíamos reunir. Por eso cuando   conseguimos el local de la asociación en la calle Santo Domingo, que el año que viene cumplirá 50 años, fue un gran paso.

–Supongo que al principio la nueva sede fue una vía de escape...

–Sí, date cuenta que las personas sordas se conocían en la sede, tenían sus novias, sus parejas, y era porque había una relación social que no había en otros sitios. También ayudó mucho incorporar a la figura del intérprete. Al principio teníamos problemas con el vecindario porque no controlábamos el tono de voz, y no fue fácil hasta que poco a poco fueron comprendiéndonos.

Pedro Jesús Vega, señalando la primera sede de la asociación. Pedro Jesús Vega, señalando la primera sede de la asociación.

Pedro Jesús Vega, señalando la primera sede de la asociación. / Manuel Aranda

–Si mira usted la vista atrás, supongo que verá que se han dado grandes pasos...

–Por supuesto, hemos sufrido mucho, pero ya podemos levantar la cabeza y mirar al frente, aunque está claro que todavía nos quedan muchos pasos que dar. Aún tenemos muchas barreras. La bolsa cada vez se abre más y tenemos la suerte de contar con más intérpretes. Además, organizamos cursos de lengua de signos que la gente está interesada en aprender. Todo eso es porque la asociación se preocupó por sensibilizar a nuestra comunidad.

–¿Cómo ha llevado la relación con los políticos?

–Pues mira, con Pacheco tuvimos siempre muy buena sintonía, igual que con Pilar Sánchez y García-Pelayo. Es más, gracias a Pelayo pudimos tener Orienta Andalucía, que es el centro de inserción laboral de las personas sordas que está en Blas Infante, y respecto a la deuda que teníamos, siempre nos ayudó en la gestión. El problema llegó cuando perdieron las elecciones, el nuevo gobierno no respetó una cantidad que teníamos pactada con el Ayuntamiento. Eso nos molestó mucho porque era un acuerdo con el Ayuntamiento, no con ninguna persona. Pasamos mucho tiempo sin cobrar y gracias a la labor de Raúl Ruiz-Berdejo, con el que nos encerramos en el Ayuntamiento, conseguimos llegar a un acuerdo. Hemos sufrido mucho. De todos los políticos con los que hemos trabajado yo destacaría a María José García-Pelayo e Irene García cuando ha estado en Diputación porque siempre nos han dado facilidades.

–La pandemia, ¿en qué medida les ha afectado?

–La pandemia ha provocado un retroceso a la comunidad sorda. Íbamos al hospital y al no podernos bajar la mascarilla ni poder entenderles con la lectura labial, era una odisea. Durante la pandemia había un intérprete 24 horas, pero durante el confinamiento, imagínate. Han sido momentos muy duros.

Pedro Jesús Vega, durante la entrevista. Pedro Jesús Vega, durante la entrevista.

Pedro Jesús Vega, durante la entrevista. / Manuel Aranda

–Y por fin ha dado un paso al lado tras 22 años...

–Sí, afortunadamente, en las últimas elecciones en verano ha llegado Belén Rodríguez, que se ha convertido en la nueva presidenta y yo he podido dar un paso al lado, porque además, ya tengo 74 años y mis fuerzas nos son las mismas. He estado al frente de la asociación muchos años, y cuando nadie quería presentarse, ahí estaba yo para seguir adelante, creo que el trabajo que empezamos en 1963 había que seguir completándolo.

–A los nuevos le queda también trabajo por hacer...

–Belén es la primera mujer presidenta de la comunidad sorda, porque hasta ahora todos los presidentes habían sido hombres, y eso también quiere decir algo. Sólo espero que la nueva junta directiva trabaje bien, que creo que lo va hacer porque son jóvenes con otra mentalidad, y sólo les pido que no se rindan porque es un trabajo duro, de mucho sacrificio y que el bien de toda la comunidad depende de ello.

–A nivel educativo, ¿está integrada la comunidad sorda?

–La situación educativa de la comunidad sorda es complicada, sentimos que no tienen en cuenta a los niños. Hablan mucho de integración y de inclusión pero todo es mentira, las personas sordas no están ni incluidas ni integradas en los colegios porque nadie sabe lengua de signos, no hay profesores formados, no hay una asignatura como tal. En Málaga, Córdoba y Granada hay centros bilingües y funcionan muy bien. Sería un modelo a seguir en el resto de provincias.   

–Conociéndole, no le veo yo apartado del todo....

–(Risas) Yo soy una persona inquieta y no me gusta estar parado, mi lucha es mejorar los derechos de la comunidad sorda. Ahora estoy ayudando a Gapemaso, Diego Soto es el presidente, pero yo estoy apoyándole como vicepresidente.

–Ya por último, ¿qué necesita hoy por hoy la comunidad sorda?

–Necesitamos mejorar la accesibilidad, que en el caso de la comunidad sorda no se cumple. Date cuenta que nosotros funcionamos por subvenciones, y las que nos dan, no nos sirve para cubrir todo el año, con lo cual hay épocas del año en la que nos tenemos intérpretes. Ese es uno de los objetivo a conseguir. 

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