Jerez

Francisco Camas, el concejal que "iba por libre"

Francisco Camas, durante el acto del Día de Andalucía donde pudo soplar las velas por su cumpleaños.

Francisco Camas, durante el acto del Día de Andalucía donde pudo soplar las velas por su cumpleaños. / Manuel Aranda

Francisco Camas Sánchez quería seguir. En el anuncio de su dimisión como concejal del gobierno municipal lo señala abiertamente: “No debo ocultar mi plenitud de facultades, vocación social, capacidad de trabajo, experiencia y madurez; pero mi deseo de continuar la tarea de servidor público no ha sido posible”.

Sin embargo, la alcaldesa, Mamen Sánchez, decidió que no iba a continuar en las listas del PSOE. Así, fue uno de los tres ediles del gobierno que no han sido incluidos en la candidatura con la que el PSOE concurrirá a las elecciones municipales del próximo mes de mayo, a pesar de que se presentó para que fuera respaldado por la asamblea en la votación celebrada el pasado sábado. Ahora bien, era la ejecutiva la que tenía la última palabra y la decisión era que quedaba fuera.

Esta decisión hacía insostenible su continuidad. Los otros dos miembros del gobierno que tampoco han sido incluidos en la lista (Juan Antonio Cabello e Isabel Gallardo) ni siquiera se presentaron a ser respaldados por la militancia en este proceso. Camas, en cambio, sí lo hizo, aunque todo apunta a que su exclusión de la candidatura ya era inevitable a esas alturas.

El pasado lunes se conocieron los nombres de los elegidos. Y al día siguiente, el edil fue el representante municipal en el acto institucional con motivo del Día de Andalucía celebrado en la Alameda del Banco. Fue su último acto público pues a última hora de la noche anunciaba a través de redes sociales su marcha.

Camas había llegado a la conclusión de que su continuidad en el ejecutivo ya no tenía sentido. Seguir los poco más de tres meses que quedan del actual mandato era ya inviable. No quería ser el protagonista de la crónica de una marcha forzada. Optó por ser él quien fijara el punto y final.

Su alejamiento con la regidora y de la toma de decisiones del ejecutivo era evidente desde hacía tiempo, aunque bien es cierto que él que nunca llegó a formar parte del núcleo de confianza más cercano. Ni siquiera lo estuvo en el primer mandato de Sánchez donde el Ayuntamiento de Jerez solo hubo seis ediles con responsabilidades de gobierno —aquel ejecutivo que “cabía en una furgoneta”, tal y como lo solía denominar el portavoz de IU, Raúl Ruiz-Berdejo—. Él, siempre, fue “por libre”, tal y como dijo una vez off the record un concejal de gobierno hace unos años.

Militante del PSOE desde hacía décadas, la primera vez que fue incluido en una lista electoral fue en las municipales de 2003. Ocupó entonces el puesto decimoctavo. No fue hasta la convocatoria de 2015 cuando fue incluido de nuevo en otra candidatura a la Alcaldía, esta vez en el puesto seis, que prácticamente le garantizaba el acta.

En 2019 repitió en los puestos altos —pasó al número cuatro— y se le asignó la tercera Tenencia de Alcaldía. Era el reconocimiento a los que seguían junto a Mamen Sánchez tras su primer mandato al frente del Ayuntamiento. En el reparto de competencias se le redujeron competencias al dejar de estar al frente de las complejas delegaciones de Urbanismo y de Policía Local, que pasaron a José Antonio Díaz y Rubén Pérez, respectivamente (este último también asumió Fiestas). Su pérdida de peso decisorio en el ejecutivo ya era evidente.

Al frente de la Delegación de Cultura desde 2015

Eso sí, mantuvo sus responsabilidades al frente de la política cultural municipal y se le asignó uno de los proyectos ‘estrella’ del mandato, la candidatura de la ciudad a ser Capital Europea de la Cultura en 2031. Sin embargo, son pocos los que a día de hoy creen en la solidez de este proyecto que no cuenta, ni siquiera, con el respaldo de la Junta de Andalucía, que ha apostado abiertamente por Granada.

El distanciamiento con la regidora se evidenció hace escasas fechas en un pleno donde hubo que aprobar un importante traspaso de dinero a Fundarte, la fundación que gestiona el Teatro Villamarta, para poder continuar afrontando sus gastos. Ahí, la alcaldesa, que es la presidenta de este organismo, llegó a interrumpir las intervenciones del edil y cuestionó la gestión económica seguida hasta ahora en este órgano. La desacreditación pública fue evidente.

Francisco Camas ha anunciado que se jubila. Cumplió 65 años este 28 de febrero, precisamente su última jornada de trabajo al frente de la Delegación de Cultura. Eso sí, aún tiene abierto un procedimiento judicial puesto que está siendo investigado actualmente por un juzgado de Sevilla que analiza las presuntas irregularidades en la Faffe, una fundación ya desaparecida que formaba parte del organigrama de la Consejería de Empleo de la Junta. El exconcejal trabajó en ella primero como técnico en la gerencia de Cádiz y, posteriormente, como responsable del centro que tenía en Jerez. Camas declaró el pasado mes de mayo donde defendió la legalidad de su contratación. Antes que eso, trabajó en el sector vitivinícola.

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