La plantilla radicaliza las protestas

La tensión entre los trabajadores de Urbaser y el Ayuntamiento continúa creciendo cuando se alcanzan ya 20 días de huelga de basura. El último capítulo se produjo ayer con dos intentos de solventar la situación que acabó en fracaso, uno matinal y otro vespertino y ambos con el mismo final, o sea, nada.

Por la mañana, mientras el comité de empresa se encontraba en plena reunión, un buen número de empleados se manifestaba a las puertas del Ayuntamiento a eso de la una menos cuarto de la tarde. Gritos contra la alcaldesa y hacia algunos de sus concejales fueron la tónica general de una protesta en la que se pudo ver a algún que otro representante político como las socialistas Mamen Sánchez y Miriam Alconchel, los miembros del Foro Ciudadano José López y Rocío Montero o el número uno de Izquierda Unida, Joaquín del Valle.

La situación se agravó cuando uno de los trabajadores anunció la ruptura de las conversaciones (que apenas duraron quince minutos), unas palabras que revolucionaron al personal, encendido por todo lo que estaba aconteciendo. Apenas unos minutos después, alrededor de la una y media, un grupo de empleados irrumpió entre los aplausos del resto con numerosas bolsas de basura y cajas de cartón que fueron lanzadas justo delante de las puertas del Ayuntamiento. La acción contó con el beneplácito de una parte de los allí convocados, si bien algún que otro trabajador reconocía abiertamente que “eso no es”, mostrando así su desacuerdo con lo que estaba aconteciendo.

Tras el revuelo generalizado, la llegada de los miembros del comité tranquilizó las aguas, al menos momentáneamente, pues las palabras del presidente levantaron nuevamente el ánimo del resto de operarios. Fue como un mitin en plena calle protagonizado por Juan Manuel Cazalla. “Seguimos en nuestra lucha, y pido que sigamos siendo un equipo porque no vamos a parar. Queda un millón doscientos para alcanzar el acuerdo y lo tiene que pagar Urbaser, no los propios trabajadores”, apuntó.

Además, criticó la convocatoria realizada “porque ha sido para dos chorradas”. Cazalla solicitó “tranquilidad porque seguro que esto va para adelante. Están buscando que entremos en la provocación, pero hay que estar tranquilos. No sé si esta guerra la vamos a ganar o la vamos a perder, pero vamos a hacerla con dignidad y punto”, concluyó mientras la masa de trabajadores aplaudía con entusiasmo.

El representante sindical reconoció también que “los 200 euros que dice la alcaldesa que afectará a la plantilla no se corresponden con la realidad, es una cantidad mayor”, destacó.

Ya por la tarde, el comité fue de nuevo citado para sentarse a negociar junto a la empresa en una reunión que comenzó a las siete de la tarde y que tuvo el mismo final, si bien es verdad que Urbaser realizó un movimiento significativo, aunque no del gusto de los trabajadores.

Mientras por la mañana la concesionaria hablaba de un ajuste en el sueldo de un 12 por ciento, que afectaría a cada trabajador en función de su categoría, por la tarde ofreció un fraccionamiento en tres años de ese dinero, un movimiento que ahora deberán valorar los propios trabajadores en las próximas horas, según confesó Juan Manuel Cazalla.

En principio, “tenemos que sentarnos a hacer números y ver qué hacemos. La empresa nos ha citado a las once de la mañana, pero vamos a intentar que sea a las cuatro de la tarde”, reconocía ayer el presidente del comité de empresa.

Cazalla señaló que la propuesta “es para que paguemos poco a poco, para asfixiarnos, porque se deberá desglosar entre 2013, 2014 y 2015, pero ya digo que es algo que tenemos que meditar”.

Respecto a los disturbios nocturnos ocurridos durante los últimos días en Jerez, después de que en algunas barriadas se volcasen contenedores en medio de la vía pública y los bomberos tuvieran que intervenir por la quema de estos últimos, el presidente del comité de empresa indicó que es algo “normal que los vecinos se enfaden”, ya que en algunos casos “el Ayuntamiento no les retira la basura desde el 2 de noviembre”.

Entretanto, en las calles de Jerez se acumulan más de 3.000 toneladas de basura, continúan aumentando los problemas de olores y hay aceras intransitables debido a la acumulación de bolsas de basura, a pocos metros de terrazas de bares y de colegios.