Jerez

Vandalismo a golpe de mechero

  • Cerca de 60 contenedores ardieron en una jornada marcada por varios disturbios en la Zona Sur · Más de la mitad de los fuegos se produjeron entre las 21 y las 22,30 horas · Las sospechas se dirigen a jóvenes

 Un agente del Cuerpo Nacional de Policía lo vaticinaba a las 19,50 horas en la calle Sarmiento de las casitas bajas. “En cuanto caiga la noche del todo esto va a ser un no parar”. Se refería la quema de contenedores que ayer, por segundo día consecutivo, afectó a la ciudad. Apenas unos segundos después y visto que los bomberos no requerían de protección se montó en el patrulla y se dirigió, con las luces de emergencias encendidas, a la Zona Sur de la ciudad, concretamente a la avenida de la Solidaridad, entre la barriada de la Constitución y San Telmo nuevo, donde las basuras volvían a arder.

La predicción del agente se cumplió a rajatabla. Incendios de contenedores comenzaron a padecerse por todos los rincones de la ciudad. 

Al cierre de esta edición, casi 60 contenedores habían sido quemados en Jerez. La mayor parte de ellos entre las nueve y las diez y media de la noche, periodo en el que se contabilizó un total de 33 salidas por tal motivo. 

El trabajo de la sala de emergencias del 085 y de las centrales de radio del Consorcio de Bomberos y del parque de Jerez fue extenuante, según pudo comprobar este medio en primera persona. Para colmo, se dieron casos de falsas alarmas o de varias llamadas que indicaban un fuego real pero dando referencias distintas (por ejemplo una de ellas comunicaba la calle y otra daba una referencia del tipo ‘a la altura de’), lo que en algunos casos hizo dificultosa la labor de los especialistas.

El parque de bomberos de Jerez tuvo que hacer frente a la avalancha de actos vandálicos con los tres vehículos del turno de noche, que comienza a las ocho de la tarde y acaba a las ocho de la mañana. Desgraciadamente, uno de ellos, para colmo, tuvo que desplazarse a la autovía Jerez-Los Barrios donde un camión cargado de escombros volcó quedando atrapado su conductor. El conductor falleció.

Con dichos medios y un turno de diez bomberos éstos llegaron a tener que decidir cuáles de las solicitudes de emergencia que llegaban al parque eran más graves, guiándose por criterios tales como la cercanía de viviendas o de coches estacionados. 

Los funcionarios del Consorcio Contraincendios debieron multiplicarse para  intentar cumplir con su labor, yendo de un incendio a otro y retornando al parque en cuanto podían para cargar las cisternas. Igualmente, las montañas de basura de las zonas más problemáticas fueron debidamente empapadas para, de esta forma, evitar que se volvieran a reavivar fuegos, ya fuera de forma casual o deliberada.

Los incendios se produjeron por toda la ciudad: estos son tan sólo algunos de los lugares donde ardieron los referidos contenedores: San José Obrero, San Juan de Dios, Ronda de los Alunados, Vistalegre, Agrimensor, Toneleros, o Nuestra Señora de las Lágrimas. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía aseguraron a este medio que los dos focos de incendios más habituales fueron las inmediaciones de la barriada de La Constitución, más conocida como el MOPU, y la calle Sarmiento en las casitas bajas del Polígono de San Benito. Tanto es así que las referidas fuentes consideran que es justamente allí desde donde parten los individuos que pegan fuego al mobiliario urbano para acto seguido retornar a sus barrios.

¿Quiénes pegan fuego? Las fuerzas del orden no descartan que entre los vándalos haya personas vinculadas directa o indirectamente con el conflicto de Urbaser, pero de lo que sí se tiene certeza es que “la mayoría de los fuegos son provocados por jóvenes que en muchos casos no alcanzan la mayoría de edad”. “Se trata de los mismos que cortan calles durante el Gran Premio para conducir de forma peligrosa y forzar la llegada de los antidisturbios”. Al cierre de esta edición no se había detenido a ninguna persona por los referidos motivos.

Los momentos más duros de la noche se vivieron entre el MOPU y San Telmo, cuando una docena de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la comisaría de Jerez tuvieron que disparar salvas para dispersar a numerosas personas (jóvenes en su mayoría) que rodeaban los contenedores que ardían en la avenida de la Solidaridad. Los agentes sufrieron el lanzamiento de botellas y piedras, lo que motivó el referido intento de dispersión. Los agentes, que portaron material antidisturbios, se mantuvieron en la zona a pesar de que los bomberos dieron por concluida su labor pasadas las 21,45 horas. Allí estuvieron hasta pasadas las diez de la noche, momento en que se retiraron.

Al cierre de esta edición, al borde de la medianoche, y según fuentes del Consorcio de Bomberos, “el ritmo de quema de contenedores se ha relajado en la ciudad”. A las once se vivió un periodo de tranquilidad. La larga madrugada aún era un enigma.

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