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Diario de Pasión

“Los cristianos somos una especie que transmitimos más el virus”

  • Afronta una nueva etapa en el organismo en unos tiempos complicados y ante la duda de cómo será la Semana Santa de 2022, con o sin pasos, algo decisivo para las cuentas de las cofradías

El presidente posando en la presidencia del salón de plenos de la Unión de Hermandades.

El presidente posando en la presidencia del salón de plenos de la Unión de Hermandades. / Pascual

—Pudo tomar posesión casi todo el Consejo que usted seleccionó algo que, a priori, no contaba con el visto bueno de Palacio. ¿Cómo logró que se salvaran los impedimentos?

—El 20 de julio se presentó en la Delegación la lista de consejeros, de los que tres fueron rechazados desde este organismo. Se habló con el Obispado y al final, de los tres, uno no pudo ser dispensado por una situación personal que, hasta no resolverse, queda como auxiliar del Consejo, mientras que los otros dos sí lo fueron.

—El problema de estos dos últimos era que no habían pertenecido a junta de gobierno, tal y como se estipula en las normas de la Unión de Hermandades.

—Sí pero son personas muy implicadas en sus respectivas parroquias, una de ellas como catequista. Así las cosas, el obispo entendió que son personas comprometidas con la Iglesia y que por un matiz no pudieran entrar. Hizo uso de su potestad como prelado para dar su conformidad. Hay que tener en cuenta que en consejos anteriores se han integrado miembros que no cumplían este precepto de haber pertenecido a junta de gobierno.

—Al llegar aquí, la sede del Consejo, ¿cuál ha sido el primer cajón que abrió?

—Ciertamente no lo he hecho. Lo único, más por curiosidad, echar un vistazo rápido a la documentación de palcos y sillas, que la tenía a mano. Son los consejeros encargados de secretaría los que están cerrando el traspaso de poderes, tesorería y los temas de caridad. La semana próxima veremos con la juventud la alfombra de flores para la Patrona, esto como cita más próxima. Una vez que los equipos de trabajo se asienten, aterrizaré.

"Cuando acabe mi mandato aquí intentaré volver al Cristo, porque han quedado cosas por hacer”

—Digamos que está recién salido de un mandato de ocho años intensos de hermano mayor en El Cristo y, casi sin solución de continuidad, se presenta a presidente y es elegido. ¿No estaba ya harto y deseando descansar?

—Esto lo veo como un servicio a la Iglesia. Cuando entré en mi hermandad mi proyecto era el paso de palio, que se tuvo que aparcar por la prioridad que nos demandaba la rehabilitación de la ermita. Una vez que se culminaron las obras y solventado el tema económico, en ese año de espera, me lo pensé y decidí dar el paso hacia este servicio a la Iglesia. Me gusta trabajar por nuestras cofradías y con ese ánimo monté el equipo. Como nos dijo el obispo, “benditos locos como ustedes”.

Primer plano de García Cordero durante la entrevista. Primer plano de García Cordero durante la entrevista.

Primer plano de García Cordero durante la entrevista. / Pascual

—Pero debe reconocer que no es lo habitual. Después de un largo y complicado mandato en una hermandad como la suya, haya ganas de seguir adelante en otro proyecto más en estos tiempos tan complicados con tantas cosas por arreglar. ¿No le riñen en casa?

—Mi mujer me conoce así. Sabe que va a sufrir las ausencias y te adelanto que si la salud me lo permite y todo sale bien, cuando acabe mi mandato aquí intentaré volver al Cristo, porque se han quedado cosas por hacer.

—Es incombustible.

—El paso de palio se me ha quedado sin restaurar y hay que hacerlo, entre otras cosas. Vivo por y para las cofradías.

—Hablemos de la economía de la Unión de Hermandades. ¿Qué ha visto de la tesorería y qué ideas estáis manejando para intentar impulsar el aspecto económico?

—Esta misma semana queremos sentarnos con una empresa publicitaria para crear unos paquetes de publicidad en formatos como colgaduras, en palcos y silla, editar guías de mano diarias, una revista de Semana Santa... la idea es generar unos ingresos extraordinarios para solventar situaciones que nos preocupan como el préstamo de la compra de las sillas. Si hay o no Semana Santa, no queremos llegar sin un proyecto iniciado que genere ingresos y evitar tener que pedirlo a las hermandades.

—¿Publicidad en sillas y palcos? ¿Cómo?

—Ya se ha explicado y no pensad que es como la publicidad en las camisetas de los equipos de fútbol, por ejemplo. Se trata de usar las traseras de las tribunas y los palcos para aprovechar esos espacios para usarlos comercialmente, siempre con motivos de la Semana Santa como elementos divulgadores junto al mensaje comercial. Siempre algo atractivo y en consonancia con el evento e incluso que mejore la estética. Está claro que hemos aprendido que no solo podemos vivir de los ingresos de las sillas y palcos. Tenemos tres vertientes en lo económico: minimizar al máximo el préstamo de las sillas, unos 35.000 euros; ingresos por la acción publicitaria y la venta de palcos y sillas, por lo cual podríamos llegar a subir un poco el porcentaje de lo que cobraban las hermandades antes de la pandemia.

—Lo de las hojas informativas...

—Se trata de repartir diariamente a los abonados una hoja informativa con los detalles de las cofradías que pasarán ante ellos. También tenemos el proyecto de editar una revista con una periodicidad que está por ver con información de la actividad de las hermandades y del propio Consejo.

—Pero todo esto está en el aire ante la gran duda de cómo será la Semana Santa próxima. ¿Qué pasaría si llegamos a la tercera Semana Santa sin hermandades en las calles?

—Pues se verá el estado de la tesorería y estudiar medias para evitar que las hermandades tengan que poner dinero. De todas formas, entendemos que habrá Semana Santa.

El presidente en el acceso de la sede de la Unión de Hermandades. El presidente en el acceso de la sede de la Unión de Hermandades.

El presidente en el acceso de la sede de la Unión de Hermandades. / Pascual

—¿Pero será de palcos y sillas que son las que generarán ingresos?

—Insisto en que veremos el estado económico de la Unión de Hermandades, un asunto que estudiaremos pronto en el Consejo.

—¿Se podría llegar a pedir ayuda al Ayuntamiento como sucede en muchas ciudades donde los consistorios conceden una subvención anual a las cofradías por la Semana Santa y, además, no levanta polémicas tan agrias como sucede aquí?

—Eso está pendiente de la reunión que tengamos con la alcaldesa, del mismo modo que hablaremos de las mejoras de esta sede o del traslado a otro edificio. Esta se ha quedado chica. También tiene problemas de humedades, entre otros.

—¿Volvemos con el olvidado asunto del palacio Garvey?

—Ese edificio está comprometido ya para otra actividad. Pediremos que opciones hay. Si no, algo habrá que hacer con esta sede. Aquí estamos masificados y no tenemos espacio para reunirnos con garantías.

—¿Qué supondría para las hermandades otro año sin reparto?

—A eso hay que sumarle los hermanos que al no salir no sacan las papeletas de sitio. Así que a los 5, 6 o 7 mil euros que reciben las cofradías por el reparto se les une la falta de ingresos por la salida procesional. Además al no haber ferias ni zambombas ni otros eventos, hace que se pare casi todo en cuanto a rehabilitaciones y todos los proyectos que se tengan en marcha, por eso debemos tratar entre todos alcanzar una cierta normalidad dentro de los que las autoridades sanitarias nos permitan.

"Vamos a crear unos paquetes publicitarios: colgaduras, traseras palcos, hoja informativa, una revista...”

—¿Se llegará a tener que hacer una derrama entre las hermandades aunque sea para mantener esta sede y los gastos que genera la actividad del Consejo?

—Yo creo que no. Vamos trabajar para que eso no suceda. Es algo a lo que nos comprometimos en nuestro proyecto. No vemos que confradieramente tengamos que pedir dinero a las hermandades.

—Tenéis por delante una reordenación del encaje de las cofradías en los días de la Semana santa. Especialmente el Domingo de Ramos, el martes y el viernes ¿Cuál es la primera y más urgente transformación que necesita la Semana Santa?

—Los primero es que las cofradías salgan a la calle y el primer año observar cómo va todo. El martes va a ser un día experimental. Se metieron dos cofradías nuevas, algo que no hemos visto en la práctica. De esta forma queremos ver la Semana Santa completa y sacar conclusiones. En principio no tenemos intenciones de meter o quitar ninguna el Domingo de Ramos ni mover a nadie del martes al jueves y el viernes nos pidió el Santo Entierro adelantar la salida para recogerse antes; pero para recogerse tres horas antes supone que el resto del día deben salir tres horas antes. Eso deben aceptarlo las hermandades de la jornada, el Consejo no lo puede imponer. Tampoco es lógico que La Piedad pasase la primera porque lo normal es que el día termine con el Santo Entierro. Ese problema hay que solucionarlo con mucho diálogo y con ganas de solventar el asunto. A día de hoy no hemos tomado contacto con ninguno de los días ni planteado proyectos de cambios.

—Pero se da por hecho que Bondad y Misericordia saldrá el Domingo de Ramos...

—También se da por hecho que el Madrid va a ganar la liga y no sé si la ganará otro equipo. No hay nada hablado con nadie. Dentro de dos semanas tendremos el primer pleno y a partir de ahí empezaremos las reuniones con las cofradías.

—Se especula mucho con cambios en la Carrera Oficial.

—Hemos dejado claro que la Carrera Oficial no la vamos a tocar. Si los hermanos mayores quieren cambios que lo pidan en el pleno. Se estudiará y se modificará lo que ellos quieran y se votará sobre ello. Pero no tengo ningún interés en cambiar la Carrera Oficial. Sí es cierto que hay calles que se podrían recuperar, pero esa es un opinión mía como cofrade y no como presidente. Deben ser los hermanos mayores los que deben pronunciarse sobre este asunto.

García Cordero en la presidencia del salón de plenos de la sede de la calle Curtidores. García Cordero en la presidencia del salón de plenos de la sede de la calle Curtidores.

García Cordero en la presidencia del salón de plenos de la sede de la calle Curtidores. / Pascual

—De todas formas, tras dos años sin cofradías, suponiendo que en 2022 haya procesiones, no parece oportuno reiniciar todo con cambios.

—El primer año será para ver y analizar. En el segundo año se estudiarán la organización de los días como el trazado del recorrido común

—¿Así que si se supera con normalidad 2022, será en el 23 cuando realmente entréis con nuevas ideas?

—No lo que queramos hacer si no lo que el pleno quiera que hagamos.

—¿Entonces estáis a lo que se os demande?

—Nos debemos al pleno de hermanos mayores. Ellos deciden, el Consejo no.

—Pero el Consejo puede proponer.

—Sí pero si no se quiere cambiar la Carrera Oficial para qué nos vamos a meter nosotros en ello.

—¿Podría volver la opción de paso por Alameda del Banco?

—Eso seguro que no. Pese a que se la presenté a Pedro Pérez, yo no la veía por su configuración urbanística.

—¿Vais a defender que haya una Semana Santa normal y no un modelo digamos light?

—Vamos a apostar por una Semana Santa lo más normalizada posible, siempre que las condiciones sanitarias lo permitan y si las autoridades nos lo conceda. Obispado y Ayuntamiento están por la labor de que salgamos con todos los 'avíos' y apostaremos porque sea así.

—Campos de fútbol a tope, corridas de toros, Fallas, conciertos, botellones... ¿Ciertamente hay un agravio comparativo?

—Parece que los cristianos solo podemos estar en los templos porque contagiamos más. Somos una especie que transmitimos más el virus. Sin embargo, Jerez está siendo punta de lanza en Andalucía en cuanto a actos de culto público. Así que vamos a seguir en la misma línea de intentar una Semana Santa normal con todo lo que la adorna.

—¿Qué hay del Sábado Santo?

Lo primero que haremos es hablarlo con el obispo. Es un día que sabemos que es singular en la liturgia cristina; deseamos que se viva en la calle y evitar que los cofrades se vayan, por ejemplo, a Sevilla o simplemente tomarlo como un día de descanso. Si estamos en la calle seguro que habrá más afluencia a la vigilia pascual.

—¿Hay planes si se abre la jornada a las procesiones en cuanto a hermandades?

Habrá que contactar con las hermandades saber las que están dispuestas a cambiarse al Sábado Santo. Tenemos que conseguir que la jornada sea atractiva con al menos dos o tres cofradías. Solo con el Santo Entierro no lo haría. Además, ellos solos no quieren estar. Pero lo primordial es saber si el obispo está por la labor de que las cofradías vuelvan a ese día.

"La Carrera Oficial no la vamos a tocar si no quiere el Pleno. El primer año veremos también el encaje de las cofradías”

—Llega el tiempo del cartel, el Vía Crucis...

—Para después de la Merced lo anunciaremos.

—¿Y del capítulo de formación?

—Nos coordinaremos con el obispado para conocer qué oferta de puede ofrecer a las hermandades para que ellas decidan si quieren que se haga en común o cada una por su cuenta. Las materias podrían ser temas económicos, muy necesario en estos tiempos; asuntos legales, protección de datos, la dirección de cofradía. Asimismo queremos que se haga un capítulo especial de formación para las juntas de gobierno. Recordar que la normativa exige tener un curso de formación para acceder a cargos de responsabilidad, algo que no se hace.

—¿Hay feeling entre el presidente y el obispo?

—La verdad que desde el principio nos hemos caído muy bien. Nos hablamos con mucha claridad. La verdad es que me siento muy arropado. Me transmite su valor como pastor y es un obispo con el que se puede dialogar.

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