"No se puede transmitir que el problema de la sanidad es el abuso de los usuarios"

Antonio Vergara de Campos es médico y director de la Unidad de Gestión Clínica de Enfermedades Infecciosas del hospital de Puerto Real.Recientemente participó en el hospital de Jerez en una jornada en defensa de los servicios públicos en su calidad de miembro de la coordinadora andaluza de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (ADSP).

–Hágame un diagnóstico de la sanidad pública andaluza en estos momentos.

– La situación sanitaria andaluza no es tan dramática como en otras comunidades autónomas en las que directamente se está desmantelando el sistema sanitario público. Este hecho no significa que nuestra valoración de la realidad actual sea favorable o no preocupante. Los recortes en materia sanitaria en Andalucía son una evidencia, lo que ocurre es que en gran medida estos recortes están condicionados por las políticas de austeridad en el sector público a los que obliga el Gobierno central. Hay que destacar que la decisión política de priorizar el pago de la deuda que supuso el rescate a los bancos antes de invertir en el sector público, en las necesidades de los ciudadanos, sobre todo en derechos básicos como los que sostenían el bienestar social (sanidad, educación y protección social), fue una decisión política que tomaron de forma pactada tanto el PP como el PSOE en la época del último gobierno socialista. La dramática situación actual no es más que la consecuencia directa de esa nefasta decisión. Por lo tanto, la situación es preocupante y desde luego no puede seguir en esta tendencia de recortes sino en la contraria.

– ¿Qué carencias ve en los centros sanitarios de la provincia y más en concreto en Jerez?

– Existe un deterioro progresivo en Atención Primaria que repercute negativamente en todo el sistema sanitario: las causas son la masificación de las consultas, la no sustitución de las bajas laborales y la paralización de los programas de salud comunitaria, que no se hacen por falta material de tiempo y recursos para ello. En cuanto al sector hospitalario, las consecuencias de los recortes, sobre todo en el personal eventual, que están todos con contratos al 75%, se están dejando notar, como no podía ser de otra forma. Esta dinámica es preocupante porque puede suponer un deterioro en la calidad de la asistencia que recibe el ciudadano.

–La Junta se niega a emplear la palabra recortes, pero es evidente que los hay ¿Cómo los están sufriendo los profesionales y los usuarios?

–Cada año la partida económica destinada a sanidad es menor, también en Andalucía, y con esa dinámica es difícil mantener los niveles de calidad. Los profesionales deben estar incentivados y comprometidos en hacer el mejor trabajo posible al servicio de los ciudadanos y para ello es imprescindible una adecuada situación laboral.

– La Consejería de Salud ha dejado de publicar con la misma periodicidad las listas de espera. ¿Nos asustarían los datos?

– Uno de los problemas más graves que tiene la administración pública española es su falta de transparencia. Cualquier ciudadano debería poder tener acceso libre y fácil a todos los aspectos que afectan a la gestión pública y que tienen consecuencias en la población. Un ejemplo son las listas de espera. Resulta obvio que en épocas de recortes exista un aumento en las listas de espera: en comunidades autónomas con mayor nivel de recortes este aumento ya se ha constatado y probablemente también está ocurriendo en Andalucía.

– ¿Hemos abusado de la sanidad pública? Se lo digo, por ejemplo, por la masificación que sufren los servicios de Urgencias.

– No es correcto transmitir que los problemas de la sanidad pública son la consecuencia del abuso del sistema por parte de los ciudadanos porque no es cierto. La mayor parte del gasto sanitario lo genera sus profesionales y no los ciudadanos. Esto no quiere decir que la colaboración de la población en la defensa y mejora del sistema sanitario público no sea fundamental: es imprescindible la educación socio-sanitaria para que los usuarios utilicen adecuadamente los recursos sanitarios y no generen problemas de falsas masificaciones. Ejemplo: no es cierto que haya tantas urgencias sino que decidimos acudir al hospital pensando que es el camino más corto pero seguro que no es el más adecuado.

– ¿Cómo valora su asociación el copago de los medicamentos?

– La ADSP está absolutamente en contra del copago en general porque, además de ser una medida cruel porque afecta sólo a las personas más necesitadas y desfavorecidas, es una medida ineficaz porque está demostrado sobradamente que en todos los países y comunidades en los que se ha aplicado no se consigue ninguna mejora en la eficiencia del sistema.

– ¿Hacia dónde vamos? ¿Prevé más copagos?

– Entendemos que sólo la movilización social masiva hará reconsiderar a los que quieren seguir recortando los derechos básicos de los sectores más necesitados de la población. Si no existe movilización y protestas suficientes seguirán los recortes y los copagos, hasta conseguir un sistema sanitario mixto: de calidad para los que pueden pagarlo y otro de beneficencia, de menor calidad, para los pobres.

– ¿Cuáles cree que son las medidas a adoptar para que el sistema sanitario sea sostenible?

– En primer lugar es fundamental combatir el fraude fiscal: en España, según datos oficiales, existe una defraudación escandalosa: los ingresos públicos en relación con el PIB están nueve puntos por debajo de la media europea y este hecho significa una defraudación de alrededor de 70.000 millones de euros. Con esta cantidad de dinero no harían falta recortes en los servicios públicos. Por otro lado existen medidas que no suponen coste económico adicional sino voluntad política y que supondrían ahorros económicos de miles de millones de euros en todo el territorio español: racionalización del gasto en medicamentos que es abusivo, políticas de principios activos en lugar de marcas comerciales, control del abuso en alta tecnología -un 30% de las resonancias que se realizan no están indicadas-, potenciación de la Atención Primaria, estrategias para optimizar las urgencias hospitalarias, los ingresos hospitalarios, las estancias evitables, los hospitales públicos de largas estancias, entre otras.

– Se acerca el verano, se repetirán los cierres de camas, de consultas, de centros de salud por la tarde ¿Le convence la excusa de que los pacientes no quieren operarse en verano?

– La ADSP ha estado siempre en contra del cierre de recursos de forma programada en períodos vacacionales: la enfermedad nunca está de vacaciones. Los argumentos de los cierres justificados por obras de mejora o por negativa de pacientes no se sostiene porque explica sólo una pequeña proporción de factores. El cierre programado de recursos hospitalarios y centros de salud deteriora el sistema sanitario y, como consecuencia, tienen nuestro rechazo más absoluto.

– ¿Qué podemos hacer los ciudadanos para defender el sistema público?

– En primer lugar tener conciencia del lujo que supone disponer de un sistema sanitario público universal, gratuito, equitativo y solidario. Una forma de defender ese sistema es hacer un uso adecuado del mismo para hacerlo más eficiente. Es imprescindible conseguir una plataforma social que aglutine a ciudadanos y trabajadores que defiendan este tipo de sistema sanitario para tratar de combatir que lo desmantelen. Existen plataformas en todas las ciudades y se organizan actos como el realizado en el hospital de Jerez. Hay que tener formación e información para que no nos arrebaten un logro que costó muchos años conseguir.