La Comisión de Pliegos de Condiciones de Vinos, órgano creado en el seno del Consejo Regulador para abordar asuntos de calado y no exentos de polémica como la prohibición del fino de Sanlúcar, la equiparación de la zona de producción con la de crianza o la incorporación de los nuevos vinos blancos del Marco, así como de variedades de uva y prácticas enológicas en desuso, se ha dado de plazo hasta septiembre para elevar al pleno una propuesta consensuada para la modificación de las normas que rigen en la actualidad en la Denominación de Origen.

Los vocales del pleno conocieron ayer el informe sobre la situación de los trabajos de dicha comisión, sobre los que pesa el secretismo para evitar posibles injerencias externas.

Las organizaciones sectoriales tienen ahora en sus manos las propuestas de la comisión, sobre las que deben pronunciarse antes de la reunión de la misma prevista para el 18 de septiembre y en la que se tratará de consensuar un texto único de modificación de los pliegos de condiciones para su votación en el pleno a la semana siguiente.

Según la información recabada por este medio, las posiciones de las partes en algunos de los temas en liza siguen muy alejadas, en particular en la polémica del fino y la manzanilla, por lo que parece poco probable que se pueda alcanzar el consenso para aprobar un texto único en tan breve espacio de tiempo. Cabe recordar que una vez se apruebe en pleno, la modificación de los pliegos requiere el visto bueno de Bruselas previo paso por la Consejería de Agricultura.