El próximo 11 de enero se van a cumplir 440 años de la ratificación, mediante documento público, de la donación por parte de un vecino de la collación de San Mateo, Fernando de Morales, de una imagen de la Virgen María teniendo a su hijo yacente entre sus brazos.

Este documento se quiso manifestar tras un contencioso de la antigua cofradía con dos clérigos que patrocinaban colectas a las afueras de la capilla. La referencia es clara: el antiguo humilladero de los siete cuchillos y la cofradía de las Angustias.

De esta antiquísima imagen donada por el jerezano Morales nada más se supo. Si nos narra el investigador Antonio de la Rosa en su interesantísimo libro ‘Imaginería procesional en la Semana Santa de Jerez’ que hubo una imagen del siglo XVIII a la que se sometió a una profunda restauración tras la reorganización de la antigua de los Siete Cuchillos a principios del siglo XX. Dicha restauración se centró en el cambio de mascarilla de una de madera por la antigua de barro.

Posteriormente, en el año 1942, prosigue de la Rosa, Ramón Chaveli acomete una segunda reforma, en la que se le sustituye el antiguo cristo yacente por el que procesiona actualmente. El antiguo cristo se puede ver actualmente en la casa de hermandad.

De aquella antigua imagen del siglo XVI poco más se supo. Pudo haber sido de la que hay constancia tras la reorganización o puso haber sido sustituida.

El caso es que dentro de unos días, la corporación del Domingo de Ramos tendrá unas efemérides de interesante carácter. Fue cuando se le atribuye de manera legal, su primera imagen. Las cofradías y su historia siempre nos sorprenden. Sobremanera cuando se trata de una añeja corporación que entronca su historia en los siglos del medievo.