Educación

¿Qué nos toca ahora?

  • NOVIEMBRE 2018. Enlazamos la recta final del primer trimestre con elecciones a Consejos Escolares, anuncios de modificaciones legislativas y avance de resultados

¿Qué nos toca ahora?

¿Qué nos toca ahora?

David Eloy Rodríguez, en ‘Crónicas de la Galaxia’, dice que “Todo lo que buscamos/está más adelante,/pero no llegaremos,/no llegará”.

Por otro lado, Felipe Benítez Reyes asevera: "Qué rápido va el tiempo y qué lenta la vida".

Mi admirado ilustrador Esteban publicaba recientemente una viñeta en la que una alumna preguntaba a su compañero de clase: "¿Qué ley educativa toca después del recreo?" mientras la profesora terminaba de escribir en la pizarra (quizás digital).

Según nos contaron, la palabra griega Kairos significa el momento oportuno, indeterminado, donde las cosas especiales ocurren. Inspiración, musas y sintonía con la creación en la máxima plenitud.

¿Ha llegado el momento de un nuevo cambio?, ¿tendremos tiempo ahora de poner en orden ciertos aspectos no acordados o no acordes con un determinado planteamiento?

La vida cambia, los parámetros evolucionan, los contenidos se multiplican, las bases se tambalean, pero el día a día en el aula viene determinado por el marcado interés (o no) en aprender, en compartir experiencias, en descubrir mundos, en desvelar secretos. La predisposición pese a los posibles inconvenientes es fundamental, la cara de asombro y de admiración del alumnado cuando muestras algo que desconocían (y mira que ahora es difícil con el acceso mediático e inmediato que tienen en la mayoría de ocasiones) es lo que hace que esta profesión nuestra tenga sentido.

A quienes se encargan de legislar en Educación les seguiremos pidiendo que planifiquen con el conocimiento necesario de las verdaderas necesidades y con el sentido y responsabilidad de dotar de una estabilidad no exenta de experimentación, pero con asiento en las aulas.

Es difícil prepararse una clase, es complicado impartirla, es comprometido evaluarla, pero es enormemente gratificante ver los logros que el alumnado va alcanzando en cada momento.

Nuestro deber es preparar su futuro, reforzar su existencia, encauzar sus esperanzas y ofrecer alternativas viables.

Cuando acabas de impartir una clase, cuando toca el dichoso timbre y oyes que alguien pregunta "¿qué toca ahora?", esperas que su cara se alegre porque le interesa lo que viene a continuación y uno se alegra aún más cuando se despiden con un sonriente "¡hasta mañana!" porque saben que al día siguiente seguiremos descubriendo otras formas de vivir.

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