Maestros de la madera

Hasta la fecha, pocos son los trabajos que los investigadores locales han dedicado a la tonelería. Habría que mencionar el del arquitecto Juan Manuel Aladro, con su artículo titulado ‘Trabajaderos. La otra arquitectura del vino de Jerez’, presentado en las II Jornadas andaluzas de Patrimonio Industrial, en el año 2012.

Y más recientemente el de la historiadora, y bodeguera Carmen Borrego, que en el Simposio internacional sobre la vinatería andaluza, celebrado en Cádiz a finales del pasado año, habló de ‘Los carpinteros de Jerez: situación de los toneleros en los convulsos inicios del siglo XX’.

Por su parte, el prolífico historiador Hipólito Sancho de Sopranis transcribió las ordenanzas del vino de Jerez. Los originales están conservados en el Archivo Municipal, en las actas capitulares de 1483. Datos que se amplían en años posteriores en las ordenanzas municipales de Jerez, que han sido estudiadas por los profesores Mª Antonia Carmona y Emilio Martín en la ‘Recopilación de las ordenanzas del concejo de Xerez’.

En ambas fuentes hay descripciones de las actividades de este sector especializado.

Del convenio a la huelga

Los fondos del Archivo Municipal de Jerez guardan importantes y valiosos documentos sobre la historia y evolución de la tonelería. Un estudio en profundidad, aún por hacer, podría deparar sorpresas. Mientras tanto, y de vez en cuando, buceando entre sus protocolos y legajos, nos encontramos documentos como la escritura de un convenio del gremio firmado ante el notario Nicolás Mateo, el cuatro de junio de 1887.

En el mismo se da relación de un importante número de profesionales, con datos personales, en el que se comprometen a encauzar la crisis en la que viven "por el deplorable estado en que se encuentra en esta ciudad la industria de la tonelería".

Otro informe es el dossier de los antecedentes de la huelga de toneleros de 1912.

‘El martillo’

Este era el nombre del semanario del gremio de los toneleros, en concreto del sindicato de la UGT. Vería la luz en 1897, publicándose el último número en 1936. Su primer director y fundador fue Manuel Díaz Arranz, con sede en Plaza del Carmen nº3, aunque otras fuentes relaciona su fundación con el periodista Manuel Espinosa de los Monteros.

En 2015 Lorena Rubio Castell presentaba en la Universidad de Sevilla su trabajo de grado titulado ‘El martillo, órgano ugetista del gremio de la toneleros de Jerez. Análisis de la crisis social y política (1916-1918)’.

Un trabajo que nos permite conocer algo más sobre estos trabajadores especializados en el periodo de finales de la década de los años 10. Una de las pocas investigaciones que hay sobre la tonelería, además de las mencionadas más arriba.

Del libro al homenaje

En 1935, Manuel María González-Gordon publica el libro ‘Jerez-Xeres-Sherry’. El capítulo VI de esta importante obra dedicada a los vinos del Marco lo titula ‘La tonelería y envase jerezanos con sus industrias accesorias’. En el mismo le dedica cincuenta y ocho páginas, con una información documentada, además de incluir dibujos de utensilios y herramientas utilizados por los artesanos del sector.

En él se hace referencia al libro de Antonio Fernández Formentari, ‘Costumbres y leyes de antaño (1890)’, que indica cómo en la procesión del Corpus Christi de 1598 salieron todos los Gremios de Xerez con sus pendones. Eran en total 26, y el de los toneleros ocupaba el sexto lugar. Teniendo en cuenta que se seguía un orden de antigüedad era evidente que era una actividad arraigada en la ciudad.

Una industria fundamental en el sector de la vitivinicultura local que el pasado año fue objeto de un homenaje en el contexto de la Fiesta de la Vendimia. Se organizó un exposición que homenajeaba a dos artistas locales, el fotógrafo Eduardo Pereiras Hurtado y el escultor Francisco Pinto Berraquero, ofreciendo la visión que estos dos creativos tenían de esta actividad.

En la misma se recogía por primera vez una serie de documentos nunca antes mostrados como publicaciones, carteles, esculturas, pinturas y fotografías.

Maestros de la madera

Las bodegas jerezanas Maestro Sierra llevan con orgullo, y creo que es la única en la zona, el apellido de su fundador, el maestro tonelero de nombre José Antonio. Sus actuales propietarias, amantes continuadoras de la tradición y de la historia, doña Pilar y doña Carmen, conservan viejos y enormes toneles con la firma de su creador. En un ala de las bodegas se mantiene el trabajadero para reparar las botas.

Una de las más antiguas fue la creada por Manuel Paz Partida en 1860. Con el tiempo sus sucesores tomarían los nombres de Meana y Paz, en Pozo Olivar, y posteriormente Antonio Paz Varela y Cia., en calle Pajarete. Esta familia mantendría vínculos familiares con una rama de los empresarios de litografías, los Salidos.

Actualmente, una descendiente de estas familias, Esperanza Durán Rodríguez de Medina, está enfrascada en la búsqueda de datos para elaborar su árbol genealógico, y la repercusión de sus actividades industriales en la zona.

Ya jubilado, Julio Domínguez Gil, nacido en Jerez en 1941, es uno de los pocos maestros toneleros que todavía existen en Jerez, y puede considerarse el decano del gremio. Su hijo mantiene el negocio en la actualidad. En nuestro anterior artículo hablamos de VASYMA (Vasijas y Maderas), aportando datos que ahora queremos ampliar para evitar confusiones.

La empresa cuenta con 20.000 metros cuadrados de instalaciones, que alberga la tonelería, bodegas y secadero de madera al aire libre, además de almacén. Nació en 1985, siendo sus fundadores José Puerto y Ventura Núñez. Su actual director gerente es Antonio Puerto Pica.

Y aún se recuerda como el régimen del general Franco premiaba a los más destacados artesanos toneleros como a José Sampalo, que recogió su distinción de manos del mismo jefe del Estado.