Range Rover ya ha puesto en marcha los programas de evaluación de los prototipos de su próximo modelo eléctrico, un coche que ahora será sometido a diferentes situaciones de temperaturas, trayectos por distintas superficies, vadeos, etc. Simultáneamente, abre las inscripciones para la lista de espera. Quienes se inscriban en ella, recibirán noticias y actualizaciones exclusivas sobre esta versión.
Según la marca, el objetivo es "crear el Range Rover más silencioso y refinado del mundo gracias a la exclusiva configuración de cancelación activa del ruido de la carretera, al diseño de sonido y a los detalles eléctricos que ofrecen niveles óptimos de comodidad del habitáculo para disfrutar de la tranquilidad del lujo moderno".
Entre lo que hoy se conoce con seguridad, es que este nuevo modelo contará con una arquitectura eléctrica de 800 voltios, lo que le permitirá hacer uso de cargas ultrarrápidas de su batería, como ya ocurre con otros modelos como los del grupo Hyundai que emplean la plataforma E-GMP o los de Audi y Porsche con la J1, entre otros.
También JLR ha hecho hincapié en que la plataforma utilizada será la ya existente de tipo modular con motor longitudinal (MLA), una base flexible en tanto que se pueden integrar en ella sistemas de propulsión de muy diversos tipos, con una futura pila de combustible alimentada por hidrógeno incluida.
Esto permitirá que se fabrique esta versión eléctrica en Solihull (Reino Unido), junto a las versiones del Range Rover ya disponibles con esta misma MLA con motores microhíbridos e híbridos enchufables. La adaptación de las instalaciones para ello exigió una inversión de unos 81,5 millones de euros. Además, recientemente, la empresa anunciaba la contratación de 300 nuevos técnicos para sus instalaciones de Solihull, Gaydon y Whitley.
Asimismo, JLR ha comunicado que tanto las baterías como los motores eléctricos se ensamblarán en un nuevo centro de producción de Wolverhampton (Reino Unido), como parte del proceso de electrificación de la marca: JLR pretende ser neutra en emisiones de carbono antes de 2039.
Para ello, JLR también ha previsto contar con su propia producción de celdas de baterías en el futuro. Lo conseguiría gracias a la gigafactoría que llevará a cabo en Somerset, con capacidad para la producción de 40 GWh al año, que se espera que entre en funcionamiento en 2026 y en la que Tata, propietaria de la marca, invertirá más de 4.600 millones de euros.
Esta planta -inicialmente, también Tata sopesó su ubicación la localidad zaragozana de Zuera- le permitiría a JLR no depender de celdas procedentes de otros fabricantes, como sí ocurrirá con las primeras unidades del Range Rover EV.
Se espera que la configuración estándar este modelo utilice dos motores -la potencia sería similar a la del V8, un motor 5.0 que rinde 530 CV-, de cara a disponer de un sistema como la vectorización del par que le permita explotar al máximo su capacidad para circular fuera del asfalto. De hecho, la marca ya ha comunicado que sus prestaciones en estas condiciones no serán diferentes a cualquier otro Range Rover, incluyendo las capacidades de remolque o vadeo, en este caso de hasta 85 cm, que "superarán al resto de SUV eléctricos de lujo".
El Range Rover EV se presentará este año recién comenzado y le seguirá el primero de los tres Jaguar eléctricos, un GT de cuatro puertas fabricado también en Solihull.
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