Pacto de gobierno en El Puerto

Beardo y Curro, quítate tú para ponerme yo

  • El ‘bluf’ del contrato de Mantenimiento Urbano pone el foco en la relación entre PP y Cs en el Ayuntamiento, con un alcalde que se apunta los triunfos y se pone de perfil ante los fracasos

Germán Beardo (PP) y Curro Martínez (Ciudadanos), frente a frente en una reunión de trabajo.

Germán Beardo (PP) y Curro Martínez (Ciudadanos), frente a frente en una reunión de trabajo. / D.C.

En el mes de junio de 2019 Partido Popular y Ciudadanos cerraron un acuerdo de gobierno en El Puerto de Santa María, con Germán Beardo como alcalde y Curro Martínez como primer teniente de alcalde.

Dicho acuerdo se basó en un programa formado por 22 medidas, de las cuales dos de las más importantes eran aprobar los presupuestos anuales del Ayuntamiento en tiempo y forma y aprobar un gran contrato de Mantenimiento Urbano, por importe de 1,4 millones de euros.

A fecha de hoy ni lo uno ni lo otro se ha cumplido, pero los ediles de la formación naranja se han ido tragando todos y cada uno de los incumplimientos y desplantes como si fueran meros subordinados del alcalde, y no socios necesarios en un equipo de gobierno que no tiene mayoría.

La jugada inicial prevista por el PP de incluir a Vox en el gobierno de momento no ha cuajado, y no solo eso sino que en los últimos días la formación de derechas se ha alineado incluso con Podemos y el resto de las fuerzas de la oposición para presentar una moción conjunta al pleno rechazando los impagos de las nóminas en la empresa municipal El Puerto Global.

Como ejemplo de ninguneo basta recordar la reciente visita de Juan Marín

Pero volviendo a la relación entre PP y Ciudadanos, y en una semana en la que la tensión entre ambas formaciones ha estallado a nivel nacional, recientemente ha habido algunos claros ejemplos de este escaso respeto de los populares hacia la formación naranja. Uno de los más gráficos fue la reciente visita de Juan Marín al Ayuntamiento. El líder de Ciudadanos en Andalucía y vicepresidente de la Junta ofreció una rueda de prensa junto al alcalde mientras que el portavoz de su formación en El Puerto, Curro Martínez, se sentaba entre el público, muy disciplinado.

El episodio más reciente ha sido el fracaso del contrato de Mantenimiento Urbano, la gran baza de Ciudadanos para poder apuntarse un tanto en estos 22 meses de gobierno en los que la ciudad sigue sin tener aprobado su nuevo presupuesto. Curro Martínez venía preparando el terreno desde hace meses para sacar adelante la modificación presupuestaria necesaria, e incluso ya ha comenzado la licitación de este esperado contrato, que estaría dotado con 1,8 millones para un plazo de dos años con prórroga de otros dos más.

El pasado 19 de febrero Germán Beardo presidía la mesa de contratación de este procedimiento, al que han concurrido doce empresas, y enviaba una triunfalista nota de prensa en la que casi de refilón, en uno de los últimos párrafos, agradecía su trabajo a Curro Martínez y a la concejala de Hacienda, Blanca Merino. En el último pleno, sin embargo, cuando un demoledor informe de Intervención hizo que la oposición tumbara la modificación presupuestaria necesaria para el contrato, el alcalde dio un paso atrás llegando a decir que no conocía muy bien los detalles del procedimiento, ya que había sido Curro Martínez el que lo había liderado. Incluso Beardo abandonó el pleno minutos después del polémico punto, probablemente para modificar a toda prisa la nota de prensa que a buen seguro ya estaba preparada para celebrar la esperada aprobación de la modificación presupuestaria, que finalmente no llegó. En su lugar se remitió a los medios una nota de prensa firmada por Curro Martínez -a quien esta vez sí se le permitió estar en primera línea- lamentando el rechazo de la oposición al punto en cuestión e insistiendo en la necesidad imperiosa de arreglar las calles.

En este último pleno además Martínez tuvo que escuchar de nuevo a los grupos de la oposición reprochándole su papel en el equipo de gobierno, llegando el portavoz socialista Ángel González a dirigirse a la también edil de Ciudadanos Lola Campos, pidiéndole que de una vez por todas diera ella, si no lo hacía Curro, un golpe en la mesa en lugar de tragarse tantos sapos.

Para más ‘inri’ Lola Campos había vivido una situación parecida poco antes, con motivo de la ausencia de programación teatral en El Puerto para esta primavera.

La edil de Cultura, que también gestiona las áreas de Deportes y Educación, ha sufrido muchas veces en sus propias carnes el “cobazo” del alcalde cuando se trata de las áreas que gestiona Ciudadanos, con comparecencias y notas de prensa en las que el protagonista es siempre Beardo cuando se trata de algo positivo para la ciudad. Ha sido el caso, por ejemplo, de las mejoras en instalaciones deportivas o la rueda de prensa para presentar el nuevo centro de vela en Puerto Sherry, donde ni siquiera se citaba a la edil de Ciudadanos en la nota de prensa remitida a los medios.

En el caso del teatro, sin embargo, cuando la ciudad se queda sin programación de teatro por primera vez desde la apertura del teatro municipal Pedro Muñoz Seca, por culpa de un problema burocrático relacionado con el área económica, todo el mal trago fue para ella solita, sin que en ningún momento se diera explicación alguna por parte ni del alcalde ni de la concejala Blanca Merino al respecto de un hecho tan insólito.

Sin ser Beardo una persona especialmente carismática, sí ha logrado crear una marca

Y entretanto, a pesar de todo las quejas y lamentaciones de los dos ediles de Ciudadanos se dirimen en privado, sin que de momento se haya dicho ni una palabra en público sobre esta relación tan extraña entre socios de gobierno. No parece que los concejales de la formación naranja vayan a protagonizar, por ahora, ningún ultimátum, tan acostumbrados como están a decir amén al modo de trabajo del equipo de gobierno del que forman parte. Porque la verdad es que, sin ser Beardo una persona especialmente carismática, sí ha conseguido crear una marca propia y convencer a los que le rodean de que la mejor opción es explotarla al máximo, con él como protagonista y sus colaboradores -también los de su partido- en una discreta segunda línea. El único al que se le permite saltarse esta norma de vez en cuando, y debido a su popularidad, es el concejal de Fiestas, David Calleja, que tiene su propio público.

Esta apuesta por la marca Beardo, si no termina por perjudicarle, le puede venir muy bien al alcalde de cara a la lucha por el liderzago del PP provincial, de la que su entorno ya le ve ganador como posible sustituto de su compañera Ana Mestre en unas posibles primarias. Habrá que esperar.

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