Salir a la calle no está exento de peligros. Un suelo resbaloso, un cartel mal colocado, una rama que se cae en el momento más inoportuno, un levante demasiado fuerte... Muchos son los obstáculos que un peatón puede encontrar en cualquier momento. Y, en ocasiones, una caída o un incidente que se salde con algún ciudadano dañado puede salir caro. Muy caro. Si no, que se lo digan al Ayuntamiento, que de manera constante recibe reclamaciones ciudadanas por caídas o accidentes que se producen en la vía pública (o casi en cualquier lugar dentro de los límites geográficos de la ciudad).

Actualmente, dos son los casos más destacados en los que el Ayuntamiento está inmerso en relación con este asunto. En ambos casos, la caída de un ciudadano un mal día, a una mala hora, son objeto de reclamaciones cuantiosas, que en uno de los casos superan los 53.000 euros.

El más antiguo se remonta al día 29 de marzo del año 2010. Lunes Santo, para más detalles. Y viene esto último a colación porque la demandante, en este caso, iba paseando en torno a la una y media de la tarde por la calle Ancha, "que se encontraba en una precaria situación por falta de conservación de infraestructuras que afectan a la vía pública", según los informes existentes, que siguen explicando que dado a que se celebraba la Semana Santa, "el pavimento tenía sustancias resbalosas y deslizantes, consistentes en la cera que desprenden los cirios y las velas de los distintos pasos de las cofradías, que aún no habían sido limpiadas". Es por eso que la denunciante cayó y, al parecer, sufrió un impacto intenso en el hombro. Dolor por el que pide al Ayuntamiento una indemnización de 53.170,36 euros, concretamente.

Más de tres años después, la tramitación de esta reclamación ha concluido hace unos días, cuando el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Cádiz ha desestimado el recurso que esta ciudadana interpuso contra el Ayuntamiento, que ya el 15 de abril de 2011 no admitió la demanda.

En el mismo juzgado se está resolviendo ahora otro caso que tiene su origen un año después del ya descrito y también un escenario peculiar. En concreto, los hechos se remontan al 20 de marzo del año 2011, día de aquellas históricas mareas que dejó a la Caleta sin agua hasta incluso pasado el Castillo de San Sebastián. Pues bien, cuentan los informes que un ciudadano que paseaba en torno a las diez y media de la mañana de ese día por las inmediaciones del Castillo de San Sebastián para observar esta impresionante bajamar. "Al llegar al borde noroeste de dicho castillo caí estrepitosamente en un foso de más de tres metros de altura, a consecuencia de pisar sobre una especie de limo o verdín que había sobre la piedra de tipo ostionera justo en la zona donde pisé", narra el reclamante. Hasta el lugar de los hechos tuvieron que desplazarse incluso los bomberos para poder sacar a este ciudadano.

Pasados estos hechos, el accidentado reclama la cuantía de 26.111,35 euros al Ayuntamiento ante la ausencia de baranda ni otro tipo de sujeción, y ausencia también de cualquier tipo de señalización de advertencia o peligro tanto en el entorno del castillo de San Sebastián como en los accesos al mismo.

Este caso se encuentra ahora en el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Cádiz, después de que el Ayuntamiento denegara la reclamación interpuesta en su día por este ciudadano. Y en respuesta a tal reclamación, precisaba el Consistorio: "si el reclamante advierte el verdín y a pesar de eso, conocedor de los posibles riesgos inherentes que exigían la adecuada precaución, decide pisar la roca cuya peligrosidad era patente, tal conducta supone una asunción del riesgo de caída exonerativa por sí misma de la pretendida responsabilidad y tiene su génesis en la distracción del propio recurrente que, por lamentable que resulte dadas las consecuencias del accidente, no ha lugar a que se repercuta sobre la comunidad".

En este caso, habrá que esperar si la caída queda en el susto que se llevó aquella mañana el accidentado, o en el susto del Ayuntamiento si tiene que hacer frente a la exigente indemnización.