La Federación Andaluza de Vela (FAV) quiere transformar el Centro de Alto Rendimiento que se construye junto a la playa asfáltica de Puerto Sherry en catedral de la vela ligera española y gran centro de entrenamiento del sur de Europa. Para ello, una vez que esté construido el complejo y las instalaciones de la FAV se puedan trasladar a esta nueva ubicación, se negociarán acuerdos con distintas federaciones náuticas europeas para que fijen su base de entrenamiento de invierno en la Bahía de Cádiz, lo que tendrá una repercusión positiva en la actividad económica de El Puerto y de toda la zona.

Por el momento, la FAV se encuentra en conversaciones con varias federaciones, aunque no podrá cerrar los convenios mientras no se produzca el traslado a las nuevas dependencias, que están en construcción pero muy avanzadas, hasta el punto de que se han comenzado ya a negociar las partidas destinadas a mobiliario para el centro.

La apuesta de la Consejería de Turismo, Comercio y Deportes por este nuevo equipamiento deportivo parece clara: los recortes en obra pública que se han producido en otras actuaciones no han afectado a la construcción del centro de tecnificación, basado en un antiguo proyecto del arquitecto y regatista Francisco Manchón, actualizado por el también arquitecto José Miguel Rodríguez.

En una visita a las obras acompañado por el director técnico de la FAV, Nicolás Mariño, este periódico pudo comprobar que el edificio de pañoles (para almacenaje de material de navegación) ya está terminado. Este edificio está dividido en tres naves: la primera, de unos ocho metros de altura y capacidad para 40 equipos de tablas a vela; la segunda, para 20 de embarcaciones de la clase olímpica Laser; y la nave mayor, con un puntal de 18 metros, que puede admitir 15 barcos de jarcia fija que podrán salir y entrar sin problemas por una puerta de grandes dimensiones.

El edificio de pañoles está construido con muros y pilares de hormigón y sus techos se sostienen en grandes vigas de madera. Utiliza luz natural y cuenta con un sistema de ventilación que requiere poco consumo energético, ya que todo el complejo está construido con criterios bioclimáticos. Además, cada zona de la nave cuenta con un taller para reparación de embarcaciones y dependencias para almacenar velas y aparejos. Desde este edificio los regatistas podrán acceder fácilmente con sus barcos a la playa asfáltica para salir a entrenar en la Bahía. En total, podrán utilizar a la vez este complejo deportivo unos 70 regatistas de alto nivel.

Tras atravesar una explanada (futura pista de baloncesto) se llega al segundo edificio del Centro de Alto Rendimiento, cuya estructura ya está también construida y que albergará en planta baja las oficinas y despachos de la FAV, un gimnasio, servicios médicos y un salón de usos múltiples con capacidad para 80 personas, abierto al patio de ceremonias orientado al sur, con fachada a la lámina de agua de la playa asfáltica. Para sombrear el patio de ceremonias se ha comenzado a construir una espectacular montera con forma redonda de ola y vela triangular, para lo cual se ha instalado un encofrado metálico que se retirará una vez se construya dicha montera de hormigón.

La planta primera de la residencia de deportistas tendrá un uso más restringido: estará destinada a regatistas andaluces. Esta zona cuenta con diez camarotes para navegantes (con capacidad para cuatro personas cada uno a excepción de las dos habitaciones de discapacitados), además de otros cuatro dormitorios para monitores. El edificio se remata con una amplia terraza desde la que los técnicos podrán evaluar los entrenamientos en el mar. Prácticamente todo el complejo es accesible para discapacitados y se utilizará como base del equipo andaluz de vela adaptada.

La gestión del Centro de Alto Rendimiento corresponde al equipo humano de la FAV (entrenadores, coordinadores, director técnico y administrativos), entre cuyos objetivos a medio plazo está conseguir fondos para que este equipamiento deportivo pueda autofinanciarse.