Entrevista al alcalde de San José del Valle

“Ojalá se independizaran La Barca y Torrecera e hiciéramos mancomunidad”

  • Tras una tormentosa legislatura, González Carretero arrasó en las municipales consiguiendo casi el 80% de los votos y dice que su único secreto es ser él mismo y escuchar a los vecinos

Antonio González en su despacho de alcaldía ante una foto aérea de cómo era el pueblo el año de su independencia.

Antonio González en su despacho de alcaldía ante una foto aérea de cómo era el pueblo el año de su independencia. / Fito Carreto

No hay forma de andar dos pasos por el pueblo con Antonio González Carretero, alcalde de San José del Valle casi por aclamación, sin que le pare un vecino para pedirle esto o lo otro. En este pueblo de 4.000 habitantes, en el centro geográfico de la provincia, González, con sus casi dos metros de baloncestista, psicólogo de estudios y de profesión, ganó las elecciones con un 80% de los votos tras una legislatura en el que se hizo un asiduo de los juzgados con una oposición a sangre y fuego que llegó a plantearle una moción de censura que, cómo no, acabó en los tribunales. Aún tuvo tiempo para ser uno de los pocos socialistas de la provincia que se decantó por Pedro Sánchez, lo que tampoco le hizo simpático a los ojos del aparato que, por supuesto, ahora se ha vuelto sanchista. Pero él de eso dice que que prefiere no hablar y, de hecho, elogia lo que Diputación hace por su pueblo.

–Cuénteme el secreto de su éxito.

–Creí que me iría bien en las elecciones, para qué lo voy a negar, eso se nota, pero incluso me sorprendió sacar el 80% de los votos, el octavo más votado de España según publicasteis vosotros. Yo dije a mi equipo en la anterior legislatura, cuando gobernábamos con una minoría absolua porque IU se aliaba con el PP, que gobernar es una campaña de cuatro años, gobernar es como si el próximo domingo fueran las elecciones. Mi equipo vale su peso en oro, lo entendió y es el secreto de este éxito.. Yo me he limitado seguir siendo El Pompo, que es el mote de mi familia, el poder no me ha cambiado.

–El año que viene San José del Valle cumple 25 años de independencia. Veo que lo van a celebrar a lo grande.

–Hemos creado una comisión gestora de actividades que está preparando un programa de actividades muy nutrido que queremos que se prolongue durante los doce meses del 2020 porque no sólo celebramos la independencia de Jerez, sino también los 325 años de la llegada de los carmelitas, que es el origen del pueblo.

- Son un pueblo nuevo con historia, entonces, no un pueblo de la colonización de los planes franquistas, como las otras pedanías de Jerez.

- Es cierto que aquí hay un diferencia. Aquí hay mucha idiosincrasia vallense y existe esa querencia por nuestro pueblo, que tiene un origen religioso y que se remonta a 1695 con Fray Antonio de la Trinidad y que fundó la iglesia que ahora es un teatro.

- De hecho son tan religiosos que es un pueblo muy vinculado a los salesianos, muchos estudiaron en su colegio. Pocos pueblos de su tamaño tienen escuela concertada. ¿Qué tal es la relación con ellos?

- Magníficas. Es una relación histórica. Ningún problema.

- ¿Recuerda su día de la independencia?

- Yo estudiaba en el instituto 3º de BUP, en el Asta Regia de La Barca, que era donde estudiábamos los de El Valle, y llegué tras las clases al pueblo y me recibió mi abuela supercontenta gritando ¡ya somos independientes! Por la noche hubo una gran fiesta en la plaza. El pueblo estaba eufórico.

- ¿No tenían instituto?

-No había ni instituto, ni centro de salud y el Ayuntamiento tenía tres despachos y un salón y un botiquín, que era donde se atendía. Lo llamábamos así, botiquín. En El Valle no había nada.

- Mirando atrás, ya ha avanzado...

- Han sido 25 años sin parar de crecer y desarrollarnos. Hemos construido un pueblo y unos servicios, pero nos falta mucho. En mi pueblo hay vecinos, los de la barriada de El Boquete, que aún cagan en un cubo porque no hay saneamiento, aunque esperemos poder arreglarlo de una vez.

- ¿En serio? ¿Qué pasa en El Boquete? ¿Cuántos vecinos hay allí? 

- Son 71. Las obras de saneamiento llegaron a estar incluso presupuestadas con ayuda de Diputación, pero los propietarios querían negociar la expropiación y hubo que volver a hacer un presupuesto. Yo creo que lo vamos a conseguir durante esta legislatura. Lo mismo ocurre con la depuradora, que hemos rescatado el proyecto para que se construya. Pero eso sí, aunque no nos hacen la depuradora, las multas de la Junta sí que nos llegan. Una de las cosas que se nos ha valorado en estas elecciones es la recuperación de estos proyectos que estaban parados, cogiendo polvo, como el de la urbanización de La Parada.                                                   

"En mi pueblo todavía hay gente que caga en un cubo"

- La Parada es una barriada levantada sobre terreno privado, propiedad de los Morenés de toda la vida, una familia multimillonaria. 

 - Y nuestro dinero nos está costando. Ha sido uno de los lastres con los que nos encontramos. Una deuda de un millón de euros para dárselo a los Morenés porque La Parada se construyó en sus tierras. Ya nos queda poco. Cien mil euros y La Parada será del pueblo. Aquí se conoce como la factura de Morenés.           

- El pueblo ha perdido mucha población.     

 - En 1978, que es cuando yo nací, éramos 7.000 y ahora somos 4.000, aunque esto son datos aproximativos ya que lo que tenemos es el censo de Jerez, que es a quien pertenecíamos y había mucho diseminado. No sabemos a quién contaban y a quién no. En cualquier caso es una cifra aproximativa y no evita que sea un asunto que me preocupe mucho. La vida del pueblo es su gente y sin gente no hay pueblo. Nuestra población tiende a ser mayor y es imprescindible retener a la gente joven y atraer a gente de fuera. 

- Eso es más fácil de decir que de hacer.

- Lo hacemos en la medida de nuestras posibilidades. Hemos creado un plan de bonificaciones fiscales para las empresas que depende del número de personas de El Valle que contraten. Poco a poco va funcionando y el polígono se está llenando de empresas. También hemos bajado la contribución, que era una de las más altas de la provincia.                                                                                                                         

- Pues se le habrán disparado los números. 

- Qué va, todo lo contrario. Es una de las cosas de las que me gusta presumir porque la economía no se ve. En un Ayuntamiento con un presupuesto de tres millones de euros me encontré con una deuda viva de un millón. Hemos conseguido casi eliminarla, estar a cero y espero que este año acabemos el ejercicio en tabula rasa, es decir, sin deber nada a nadie, sin facturas en el cajón. Reducir deuda no es no gastar, sino saber cómo se gasta. Hemos puesto un plan de proveedores que ha conseguido que cobren en tiempo y forma, por lo que las empresas acuden a las licitaciones, quieren trabajar aquí porque confían en nosotros, saben que pagamos y que pagamos pronto, por lo que nos sale más barato. Eso es una forma de ahorrar e incluso de generar superavits, que los hemos utilizado en planes de empleo propios.                                   

-La oposición, pese a ello, le dio flojo y fuerte la anterior legislatura. Hasta le hicieron una moción de censura.                                                                                       

- La política de la oposición fue hay que echar al Pompo como sea. Y quisieron que me echaran los tribunales. He ido a los tribunales más que al médico estos últimos cuatro años. Han sido años agotadores porque nod ejaban gobernar. No había propuestas, sólo denuncias que luego eran archivadas. Aquí se ha buscado hasta debajo de las piedras y no se me ha podido acusar de que faltara un céntimo. Todas sus denuncias eran del ámbito administrativo. Por Dios, menos maldad y más propuestas. Me han denunciado hasta por abaratar los cacharritos de la Feria. Manda huevos. ¿Cómo te puede doler que haga algo para que todo el mundo disfrute de la Feria?                                                                                                                 

"Estos últimos cuatro años he ido más a los tribunales que al médico"

–Si uno se mete en su web tienen un exhaustivo calendario de eventos.     

–No somos ni Grazalema ni Setenil, somos el pueblo que somos. Eso sí, somos el centro de la provincia y la única forma de hacer de imán para que la gente nos visite es inventarnos eventos de todo tipo. Creamos el agosto de conciertos y conseguimos atraer a gente de otros pueblos. También queremos en esta legislatura vincular esos actos a los productos de la zona. No somos un pueblo turístico, pero tenemos atractivos que aún podemos explotar mejor. Y vamos a aprovechar el aniversario para hacer algunas obras de calado que vistan mejor el pueblo. Vamos a peatonalizar la plaza del pueblo, que es una obra que va a empezar en un mes, y el antiguo aulario de la plaza, donde estaban las escuelas sociales, lo vamos a transformar en un auditorio.                                                                   

-Vienen de una relación con Jerez y, sin embargo, son muy carnavaleros.                        

-Muy muy carnavaleros, aquí tenemos un carnaval increíble. Es que aquí somos muy gaditas. Casi todo el mundo es del Cádiz y la afición al Concurso del Falla es tremenda. Aquí lo que se quiere es a la capital, quizá por haber estado tantísimos años bajo el yugo de Jerez. Vamos, que sólo nos falta sacar los pasos a horquilla.              

–Porque usted es un capilla.                                                                               

–Yo soy más que capillita, soy cofradiero hasta la médula. No me pierdo ni la Semana Santa de Jerez ni la de Cádiz, ni, por supuesto, la de aquí.

–Vamos, que ustedes con Jerez no quieren saber casi nada.                                           

–Le voy a contar una cosa. Yo no nací en Jerez, nací en El Puerto. Mi padre era muy independentista y cuando mi madre se puso de parto dijo nos lo llevamos a El Puerto, pasamos de largo de Jerez. No podía soportar que su hijo fuera jerezano. Soy de los pocos. Aquí casi toda mi generación nació en Jerez.             

–¿Apoyan una independencia de La Barca de Jerez, como tantas veces reclama esta pedanía?       

–La Barca es nuestro pueblo hermano. Todos hemos pasado cuatro años estudiando en su instituto y la mezcla de familias es generalizada. Vallenses casados con barqueñas y barqueños casados con vallenses. Ojalá se independizaran La Barca y Torrecera y pudiéramos crear una mancomunidad de la campiña.

–¿No se sienten cómodos en la comarca de La Janda?         

–Bueno, lo que pasa es que aquí no entendemos por qué somos de La Janda y no de la Sierra o de lo que somos, de la campiña, que claro, eso no existe porque la todapoderosa Jerez es la dueña de la campiña. ¿Pero La Janda? ¿Qué tenemos nosotros que ver con Conil, Vejer o Barbate? Están muy lejos, no saben ni quiénes somos o que piensan que somos pequeños y feos. ConPaterna o con Alcalá o con Medina quizá sí. ¿Pero con Conil? Así es imposible crear órganos supramunicipales para compartir servicios como podrían ser los de la juventud o la protección de mujeres o tantos... Eso lo podríamos hacer con pueblos que siguen siendo pedanías de Jerez, pese a que no están cerca de Jerez. 

- He visto que tienen una calle que se llama Álvaro Domecq.

–Peor es otra que nos regaló el PP antes de dejar la alcaldía que se llamaba José María Aznar. Está a las afueras.

 - Ya, pero Álvaro Domecq está muy asociado a Jerez. 

–Bueno, fue un alcalde de Jerez y, de hecho, venía mucho por aquí, A ver a los ricos, claro.                         

–Entonces no va a cambiar el nombre ni de Álvaro Domecq ni de Aznar. 

–Ni se me había ocurrido. Hay cosas más importantes en las que tenemos que trabajar estos próximos cuatro años.

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