Esta semana una usuaria de un centro de salud de Los Barrios no paró de insultar a un celador hasta que éste tuvo que refugiarse; la semana pasada, una enfermera del hospital de Puerto Real era empujada por un preso al que intentaba hacerle una radiografía; en julio, un individuo atacó a otro celador y al vigilante de un consultorio de Tarifa. Son las tres agresiones a profesionales sanitarios de la provincia más recientes, recogidas por este medio, y que juntos a los datos aportados por la Delegación Provincial de Salud, suman una decena de ataques este año.

Son las contabilizadas oficialmente, porque según una encuesta de CCOO a nivel andaluz, aún hay más de un 70% de profesionales que no se atreven a denunciar estos ataques, en su gran mayoría de usuarios. Has ta el mes de mayo, el SAS cuenta en que en Cádiz se habían producido seis agresiones, del total de 90 en Andalucía.

La cifra es sin embargo, y de momento, inferior a las acumuladas en años anteriores. Desde 2007, según los datos aportados por CCOO, en la provincia no han bajado de 60 cada año. El máximo se alcanzó en 2010, donde llegaron a los cien ataques, ya sean físicos o verbales. De 2011 no se ha facilitado el total, pero solo a médicos, en 2011, se produjeron 33 agresiones y en el primer trimestre alcanzaron la cifra de 26. Los datos de este año oficiales recogen únicamente las agresiones hasta mayo, pero sumadas a las noticias aparecidas en este medio, la cifra de incidentes alcanzaría ya la decena.

Por eso, desde 2005, y con la intención de reducir esta lacra, el SAS cuenta con un plan de prevención y atención antes las agresiones, al tiempo que ofrece asistencia jurídica y apoyo psicológico al profesional que lo necesite, y que cuenta también con una formación para saber cómo reaccionar en estos casos. Desde Salud recordaron que dentro de la prevención, en la provincia existen ya 173 timbres antipánico, 1.144 interfonos y 89 teléfonos, asís como 282 salidas alternativas, 85 videocámaras y 72 vigilantes de seguridad.

Desde el sindicato, y según conclusiones de la encuesta realizada en mayo, creen necesaria una campaña para informar a los usuarios de lo qué realmente el sistema puede dar y recuperar el respeto a los profesionales.