La Policía no tiene dudas. La relación de Clemente Ruiz, el principal imputado por el desfalco de 7,8 millones de euros en el Ayuntamiento de San Fernando, con una familia de origen marroquí afincada en la ciudad es clave para aclarar qué ha pasado con el dinero que a diario salía de la caja municipal.

Esta amistad y los múltiples negocios que ambos -Clemente y los distintos miembros de la familia marroquí- mantenían desde el año 2003 han sido el objeto de la última investigación policial que obra en poder del Juzgado de Instrucción número dos de San Fernando desde hace más de un año y cuyo contenido ha empezado a trascender ahora, justo cuando están a punto de cumplirse tres años de la denuncia del Ayuntamiento y de la detención de los dos funcionarios que operaban en la caja de las oficinas de Hacienda.

La relación de Clemente con esta familia ha estado en el punto de mira de la investigación policial desde el primer momento. De sus múltiples negocios -todos ellos ruinosos- de su tren de vida y de las elevadas cantidades de dinero que manejaban siempre ha sospechado. El informe policial ahonda en esta línea de investigación, que habla de los gastos que los amigos de Clemente manejaban y que resultaban desproporcionados con el supuesto nivel de ingresos de las actividades que desarrollaban.

Joyas, chalets, vehículos de alta gama y fastuosas celebraciones que, repentinamente, dejaron de pagarse cuando Clemente fue detenido el 1 de abril de 2009. Para la Policía resulta evidente. Hasta 2,4 millones de euros gastó esta familia entre 2004 y 2009, según acredita la investigación, en la que se advierte además del pago constante de grandes cantidades en efectivo que hacían los marroquíes vinculados al cajero del Ayuntamiento isleño. La pesquisas realizadas descartan también que existieran otras posibles fuentes de ingreso, lícitas o ílicitas, distintas a los hechos investigados.

La familia, compuesta por un matrimonio de mediana edad -las iniciales del patriarca responden a A.B.A.L.- y sus cuatro hijos, pasó de gestionar una modesta tienda de comestibles en el barrio de San Ignacio a promover múltiples negocios entre 2004 y 2005. En el centro de todos ellos se encontraba la mercantil Team TR Quad San Fernando S.L. Negocio que, igualmente, dejó de funcionar tras la detención de Clemente.

El alquiler de locales, los préstamos, proyectos y las cuantiosas gestiones empresariales desarrolladas durante todo este tiempo llaman la atención de la Policía, que contrasta la escasa actividad de estos negocios, que apenas daban rendimiento, con los elevados gastos que hacía la familia. Un aspecto que desde los primeros momentos ha sido vital para los responsables de la investigación. Además, insiste el informe, Clemente se hacía cargo en múltiples ocasiones de las gestiones empresariales de esta familia a la que le unían lazos de amistad.

La Policía, además, advierte de la dificultad que entraña seguir el rastro del dinero efectivo que fue sustraído de la caja municipal durante más de cinco años.

Clemente y su abogado, por otro lado, apuntan a un montaje en el seno del Ayuntamiento.