Instituciones Penitenciarias

Los funcionarios de prisiones recibirán la Medalla de Oro de El Puerto

El nuevo monumento, rodeado por las autoridades y colectivos presentes en la inauguración.

El nuevo monumento, rodeado por las autoridades y colectivos presentes en la inauguración. / D.C.

El comienzo del  nuevo paseo fluvial a la altura de Pozos Dulces, en El Puerto de Santa María, luce ya el nuevo monumento dedicado a los funcionarios de prisiones víctimas del terrorismo, una iniciativa del sindicato Acaip y de la Fundación Athenas.

En un acto celebrado en la mañana de este viernes se ha inaugurado esta escultura, obra del artista toledano Nono Martín, titulada 'Dolor y Esperanza',  con la presencia de autoridades provinciales, locales y directivos de los tres centros penitenciarios presentes en a ciudad, así como de representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo.

Bajo un sol de justicia,  y con los invitados resguardados del calor bajo una carpa, el conductor del acto explicó que el objetivo de instalar este monumento en El Puerto es reconocer el papel de los funcionarios de prisiones en la sociedad, ya que se trata de una profesión olvidada y de la que muy poco se conoce, al tiempo que se pone el acento en reconocer a los compañeros muertos o heridos por el terrorismo en los últimos 50 años, desde la primera víctima a manos del Grapo hasta la larga lista de funcionarios víctimas de ETA, hasta la amenaza yihadista hoy en día.

El escultor Nono Martín explicó las líneas maestras de su obra, una pieza de forja que recuerda a la Medusa de Caravaggio y que en diferentes tramos evoca, en forma de pirámide invertida, los inicios del terrorismo, la época más convulsa y finalmente el triunfo de la paz. "Es una alegoría que representa la esperanza", dijo, y añadió que el objetivo final es "recordar con respeto a las víctimas".

Por parte de la Red de Alerta frente a la Radicalización intervino Ana Isabel Rodríguez Cordero, quien recordó el asesinato del médico de Puerto 1 Alfredo Jorge Suar Muro en 1883, el primer funcionario de prisiones asesinado por ETA precisamente en El Puerto de Santa María (su viuda, Teresa Decarlini, también estuvo presente en el acto). 

Desde 1989, con la política de dispersión de presos, la respuesta de ETA fue poner entre sus objetivos prioritarios a los funcionarios de prisiones, y cuando la banda se disolvio en 2011 esta amenaza no desapareció, tomando el relevo la amenaza del extremismo islámico, ya que las cárceles son el caldo de cultivo ideal para la radicalización de algunos presos. La representante de la entidad apostó por crear redes que incluyan a los profesionales de las prisiones para evitar esta radicalización y contrarrestar el extremismo.

Por parte de la Asociación de Víctimas del Terrorismo intervino  Maite Araluce Letamendia, quien destacó la lucha y valentía de los funcionarios de prisiones tras largos años de sufrimiento silencioso, siendo uno de los colectivos más castigados por el terrorismo. Agradeció la  instalación de este monumento como una manera de que las víctimas sigan en la memoria de la sociedad, "tras cincuenta años de vidas rotas", dijo.

También intervino Austin Stack, director de la prisión de Midlands en Irlanda, miembro de RAN y víctima del terrorismo, cuyo padre fue asesinado por el IRA. 

Por parte de las autoridades presentes intervino el alcalde portuense, Germán Beardo, quien destacó la estrecha relación que guarda El Puerto con Instituciones Penitenciarias, ya que en el término municipal se levantan tres prisiones que dan trabajo a un millar de personas.

También anunció que El Puerto otorgará próximamente la Medalla de Oro de la ciudad a los funcionarios de prisiones. En el acto estuvo también presente la delegada territorial de Justicia de la Junta, Ana María Bretón.

El encargado de cerrar el acto fue José Ramón López,  presidente de Acaip y de la Fundación Athena, quien hizo un repaso por el listado de funcionarios de prisiones víctimas del terrorismo y lamentó que la suya es "una profesión olvidada, desconocida. Parece que quieren que seamos invisibles". López abogó por la resolución de todos los casos pendientes para que haya justicia y destacó la importancia del relato, "para que las generaciones futuras sepan que hubo unas personas que mataban y otras que morían".

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