La almadraba de Barbate inició este viernes la temporada de capturas con la primera levantá de 2023. Con un cielo plomizo y viento del sur, los almadraberos han recibido con alborozo a los primeros atunes que han salido del milenario laberinto de redes que cada año se cala en aguas jandeñas. En esta ocasión, ante la mirada atenta de responsables de Petaca Chico, empresa que tiene la concesión de la almadraba barbateña, la más grande de las cuatro existente en la provincia de Cádiz (las otras tres son Conil, Zahara de los Atunes y Tarifa), los túnidos han sido izados a la testa y, tras ser almacenados en las bodegas con hielo, han sido llevados inmediatamente hasta las instalaciones de Petaca Chico para ser distribuidos a mercados y grandes superficies.
En esta primera levantá se capturaron 30 piezas, con un peso de 215 kilogramos de media. En total, este año la almadraba de Barbate cuenta con una cuota que se acerca a las 1.000 toneladas, una cifra similar a la del año pasado, tras volver a comprar cuota a las pesquerías cántabra, vasca y a la flota del Estrecho.
La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) ha aumentado este 2023 la cuota de pesca asignada este año a España en un 10%, hasta alcanzar las 6.784 toneladas totales.
Tras tres meses calando las redes, este año los atunes se han adelantado en 15 días y han arribado a las costas gaditanas en su camino hacia el Mediterráneo para desovar con antelación a lo tradicional. Se inician ahora otros tres meses en que los almadraberos podrán ir completando la cuota. La almadraba de Barbate volverá a contar este año con piscinas de acuicultura para el engorde de algunas piezas destinadas al mercado asiático.
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