Dos agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Cádiz lograron detener a un ladrón de coches tras una intensa y peligrosa persecución que culminó en una salina del término municipal de Puerto Real. Los agentes no dudaron en tirarse al agua y arrastrarse por el fango para poder acortar camino y lograr reducir al fugado, que iba armado. En la operación participaron igualmente efectivos de la Policía Local de Puerto Real y del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil de El Puerto de Santa María.
La actuación tuvo lugar entre las 11.15 horas y las 12.30 horas del pasado domingo. El aviso a la Guardia Civil de Tráfico partió de la Policía Local de Puerto Real, que comunicaba que un hombre había robado en Chiclana una furgoneta Citroen Jumpy con matrícula 9506-FJN. También se alertaba que el autor del robo era un hombre robusto y muy peligroso que iba armado y que portaba una capucha de color negro.
Los agentes del Subsector de Tráfico localizaron la furgoneta en el punto kilométrico 662,000 de la autovía A-4, cerca del Barrio Jarana, en Puerto Real, y en dirección hacia Jerez. El vehículo había sido abandonado en el carril izquierdo de la autovía y el supuesto ladrón había escapado del lugar a pie, adentrándose en una salina aledaña llena de numerosas charcas, ciénagas y lodazales, con fondos de barro poco firmes y hundibles.
Para acortar camino con el supuesto delincuente, que les llevaba una buena ventaja, dos agentes de la Guardia Civil de Tráfico no dudaron en tirarse al agua y arrastrarse por el fango para ir acercándose al fugado. En algunas ocasiones, incluso, tuvieron que amarrarse a algunas ramas para poder salir del lodazal debido al peso que tenía el uniforme y sus armas de dotación. Tras una intensa persecución en la que apreciaron cómo el supuesto ladrón llegó a arrojar al agua lo que se suponía que era un arma de fuego y que no logró ser intervenida, los agentes lograron reducirle y detenerle para ser puesto a disposición de la autoridad judicial.
El arrestado responde a las iniciales I.M.E, tiene 29 años de edad, posee un amplio historial delictivo, está considerado como una persona muy violenta y había salido recientemente de prisión. En este último caso se le imputan delitos de hurto, desobediencia grave a agente de la autoridad y delitos contra la seguridad vial al conducir de forma negligente y temeraria y ocasionar un obstáculo grave a la circulación al abandonar el vehículo en el carril izquierdo de la autovía A-4.
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