La venta de pisos de segunda mano sigue imparable en el conjunto de la provincia. Más aún, en agosto se ha batido el récord mensual desde que el INE aporta estadísticas sobre esta cuestión: es decir, desde enero de 2007, cuando aún no había estallado la burbuja inmobiliaria ni la crisis financiera, y la venta de pisos mantenía niveles muy altos de negocio por todo el país.

Lo cierto es que el sector inmobiliario acumula ya un año muy positivo, que ha permitido olvidar los sinsabores de la pandemia, cuando el mercado se vino abajo. Datos positivos que traslada a la mayoría de las grandes inmobiliarias a cifras de ventas similares e incluso superiores a las previas a la crisis financiera de 2008.

Este resurgir del sector tiene tres peculiaridades frente a etapas anteriores. Por una parte, se produce cuando desde hace unos meses estamos metidos en la enésima crisis económica, provocada por la incidencia que en Europa está teniendo la guerra de Ucrania; por otra, la crisis energética, directamente relacionada con el conflicto bélico y que está disparando los precios de la cesta de la compra y del día a día de miles de familia, lo que a priori debería de incidir en decisiones como la adquisición de una nueva vivienda.

La tercera es la que domina en este año: la mayor parte de las ventas se concentra en el sector de la segunda mano. Si en 2006-2008 crecía mes a mes la compra de pisos de nueva planta, ahora éstos, por lo menos en lo que se refiere a la provincia de Cádiz, han quedado relegados a un segundo lugar ante el dominio absoluto de acuerdos de compra-venta con pisos ya usados.

Así, en el pasado mes de agosto se cerraron la venta de 1.358 pisos de segunda mano en la provincia. Frente a este dato, apenas se vendieron 209 pisos de nueva planta, hasta llegar al total de 1.667 operaciones en todo el mes.

Si el dato de la segunda mano es el mejor en estos últimos 15 años, también es notable la cifra global de venta en el mismo mes, ya que sólo es superada por septiembre de 2021, con 1.712 operaciones y por junio de 2008, cuando se dispararon las ventas totales hasta 2.262 viviendas.

A lo largo de 2022, en la provincia de Cádiz se han vendido 11.701 pisos, de los que 9.104 eran de segunda mano. Salvo en el mes de abril, en el resto esta modalidad siempre ha superado el millar de operaciones, con su mejor cifra en el pasado agosto.

Fuentes de sector destacan que una parte de este aumento en las ventas se debe a la búsqueda de mejores viviendas, tras sufrir muchas familias los problemas de la pandemia y la obligación de permanecer en unas casas en muchos casos de pequeño tamaño y de escasos espacios abiertos.

Es cierto que esta búsqueda ha disparado el mercado de renta libre y de nueva planta, que se ha concentrado en los últimos dos años especialmente en Cádiz capital, donde las promociones que se han puesto a la venta se han vendido en muy poco tiempo, e incluso alguna en apenas unas horas.

Pero también hay un comprador con menor capacidad adquisitiva que busca en el mercado de la segunda manos. En otros casos quienes han conseguido una mayor capacidad de ahorro, han aprovechado la circunstancia para adquirir una nueva propiedad.

También, en las últimas semanas, se ha apostado por acelerar operaciones de compra ante la subida de los tipos de interés bancarios, que comienzan de nuevo a gravar préstamos que hasta hace poco eran muy baratos.

En el mes de agosto en la provincia se firmaron 1.267 hipotecas, con un coste medio de 140.434 euros.Cádiz capital sigue siendo, con notable diferencia, la ciudad con la vivienda más cara de la provincia, incluso en aquellas de alquiler, habida cuenta de la falta de suelo para la construcción de nuevas promociones.

De esta forma viviendas de obra nueva en el centro de la ciudad se venden con un coste de 3.000-3.300 euros el metro cuadrado, que baja a 2.500 euros en zona de menor interés inmobiliario. Todo muy por encima de la media nacional, lo que sitúa a Cádiz en el top de las ciudades más caras en materia de vivienda de todo el país.

Por el contrario, hay una estabilización, con tendencia a un pequeño descenso, en ciudades donde el suelo sobre para construir, como puede ser Jerez de la Frontera, con precios hasta un 30% más barato que en Cádiz.