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Lectores sin remedio

Aldo y los clásicos

HAY obras literarias que todo el mundo admira, pero que nadie ha leído. Esta frase de Hemingway la recordaba Caballero Bonald en el XIII Congreso de la Fundación que lleva su nombre, celebrado a finales de octubre bajo el título 'Releer a los clásicos'. Genial idea la de los organizadores para proponer, en palabras del autor jerezano, "algunas soluciones u ofrecer determinadas pistas en este sentido". Nada fácil, eso de acercar al gran público la Farsalia de Lucano, la Eneida de Virgilio o El criticón de Gracián, por poner algunos ejemplos. Pero nadie dijo que fuera fácil. Y tampoco que este intento de acercamiento a los clásicos sea nuevo. A finales del siglo XV se estableció un impresor en Venecia, llamado Aldo Manucio, con el fin primordial de publicar ediciones críticas de los clásicos. Se trataba de satisfacer nuevas modalidades de lectura, facilitando una colección de libros personales que iban destinados a colmar las apetencias del hombre culto. En un principio, Aldo siguió utilizando los formatos corrientes, el cuarto y el folio, pero con una edición de Virgilio de 1501 rompió abruptamente con las tradiciones y se dedicó a imprimir clásicos en un formato reducido, en octavo, que pueden ser llamados 'libros de bolsillo'. La reducción del tamaño de las encuadernaciones repercutió en una bajada de precios de los impresos, lo que contribuyó aún más a la difusión de los 'aldinos'. Estos libros destacaban por la cuidadosa preparación y corrección del texto. El propio Aldo, que había estudiado tanto griego como latín, se cuidó del necesario trabajo filológico, pero cuando la imprenta fue creciendo, tuvo que buscar colaboradores y recurrir a un cuerpo de filólogos, la 'Aldi Neacademia', a cuyo cargo corría la selección de los autores y el estudio de los manuscritos más autorizados. Y así fue poniendo al alcance de los limitados recursos económicos de muchas personas cultas y sensibles, buenas ediciones de los mejores autores. Manucio fue también el primero en utilizar un tipo de letra más inclinada, conocida como 'itálica' y que ha llegado a nuestros días con el nombre de 'cursiva'. Actualmente, cuando hablamos de libros 'aldinos', pensamos particularmente en estas pequeñas ediciones de clásicos impresas en cursiva. No son fáciles de encontrar, lógicamente. La red de bibliotecas municipales de Jerez tiene la suerte de contar con un 'aldino', que perteneció al bibliotecario del marqués de Villapanés, Francisco de Paula Peralta, y que hoy descansa en los anaqueles de la Biblioteca Municipal de Distrito 'Padre Luis Coloma'. En España, hemos rastreado este ejemplar en otras seis bibliotecas públicas, entre ellas las de las universidades de Granada y Valencia o la pública de Toledo. En el exterior, solo lo encontramos en Inglaterra, donde la British Library también conserva una muestra del mejor de los editores educadores. Natalio Benítez Ragel

Libros recomendados

Un momento de descanso

Antonio Orejudo. Tusquets, 2011

Antonio Orejudo ha sido noticia estas últimas semanas por muchas razones. Primero, por su presencia en nuestra ciudad, en un acto en la Caballero Bonald, con motivo de la reedición de su magnífico 'Ventajas de viajar en tren', pero también por la excelente aceptación por parte de los lectores de su última obra 'Un momento de descanso', en la que sigue explorando ese territorio narrativo donde lo real y lo ficticio se funden de tal manera que la historia narrada se presenta como un todo que el lector debe aceptar con todas sus consecuencias. En esta ocasión, la narración se inicia con el encuentro del propio autor con un antiguo compañero de universidad que vuelve, después de dieciséis años, frustrado de su experiencia norteamericana. A partir de ahí, con un ritmo trepidante, se sucederán historias, unas hilarantes, otras dramáticas, pero todas impactantes, que se entrecruzan hasta el estallido final. R.C.P.

La invención de la generación del 27

Manuel Bernal. Berenice, 2011.

Ahora que se acerca la conmemoración de ese día, el 16 de diciembre, donde se dice que surgió la Generación del 27, pues en tal fecha del mencionado año un nutrido grupo de escritores, poetas e intelectuales, se reunieron en Sevilla para homenajear a Luis de Góngora, hemos creído oportuno traer a nuestra sección este libro. En el mismo el profesor y escritor Manuel Bernal, manejando una extensa documentación donde abunda el material hemerográfico y también la correspondencia que se cruzaron todos los implicados en el mencionado homenaje, nos va dibujando lo que hay de realidad en el origen del grupo literario que a partir de entonces conocimos como 'del 27'. El autor nos descubre la auténtica historia de aquel homenaje a Góngora, y la confronta con la ficticia crónica publicada por Gerardo Diego para la revista 'Lola', que durante generaciones se tomó como verdadera. Muy interesante ensayo. R.C.P.

Catalina de Erauso. La Monja alférez

Luis de Castresana. Ediciones Internacionales Universitarias, 1996.

La historia y la literatura de aquella sociedad tan abigarrada y compleja que fue la española de los siglos XVI y XVII, son ricas en personajes raros y curiosos, como el título de esa Biblioteca de libros que se fueron editando en el siglo XIX, la mayor parte de ellos escritos en aquella época dorada. Si en algunos es el misterio que los envuelve, en otros es el interés que despiertan por la excepcionalidad de sus vidas. Pues bien, a esta última categoría pertenece Catalina de Erauso, por sobrenombre "la monja alférez", nacida en San Sebastián en 1592 y muerta en Quitxala (México) en 1650. Personaje curioso que huyó del convento de las dominicas donde iba a profesar, se vistió de muchacho y se enroló en los galeones que iban al Nuevo Mundo para formar parte de la soldadesca que conquistaba las tierras americanas. La novela de Luis de Castresana más que una novela es la crónica de la vida de un personaje excepcional. J.L.R.

La amante inglesa

Marguerite Duras. Tusquets, 2011.

Aunque nacida en Saigón, Marguerite Duras es considerada una de las grandes escritoras francesas cuya vida discurrió por casi todo el siglo XX (1914-1996), que es lo mismo que decir una vida llena de avatares y sucesos: miembro de la Resistencia francesa durante la ocupación nazi; militante del partido comunista; escritora de éxito con novelas como 'El amante' (premio Goncourt); artista polifacética (guionista y directora de cine), etc. Las tres partes en que se divide 'La amante inglesa' responden a las tres entrevistas que un personaje sin identificar les hace a tres personajes bajo el pretexto de que va a escribir un libro sobre el asesinato que hace poco se ha cometido en Viorne, un pequeño pueblo francés. En las tres entrevistas, aunque sobre todo en la del marido de la asesina, Pierre Lannes, y a la propia asesina, Claire, que ha matado a su prima sordomuda Marie-Thérèse, se aprecia el aislamiento de las personas aunque vivan en la misma casa. J.L.R.

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