Candela
A vista de pájaro
El arquitecto español autor de formas tan audaces era por contra un hombre sencillo, tan franco y honesto como las estructuras que diseñaba y construía. Su modestia le llevaba a atribuir sus triunfos más a la conjunción de circunstancias favorables que a su propio talento. Su personalidad desprejuiciada, curiosa y optimista le hicieron tomarse la vida como una suerte de aventura, como un laboratorio de pruebas.
Félix Candela nació en Madrid en 1910 donde estudió arquitectura entre 1927 y 1935. Las estructuras laminares que desde los años 20 se construían en Europa: Fressynet en Francia, Dischinger en Alemania o Torroja en España, fueron la pasión de su vida. La guerra civil le llevó a luchar en el bando republicano por lo que al final tuvo que exiliarse en México donde finalmente pudo desarrollar su enorme talento. Allí fundó Cubiertas Ala, una empresa dedicada a construir estructuras laminadas en la que él mismo actuaba como arquitecto, ingeniero, consultor, calculista y contratista.
Su gran invención fue la lámina de hormigón armado de doble curvatura: un paraboloide hiperbólico. Estas láminas en algunos casos llegaron a tener solamente 4 cm. de espesor para salvar luces de 15 metros o más.
En Xochimilco, un sitio de recreo para los habitantes de la Ciudad de México, que domingo a domingo paseaban en ‘trajineras’ (embarcaciones de madera) por los canales el lago, disfrutando de los jardines flotantes, construyó el restaurante Los Manantiales. Su forma se asemeja a una flor de loto que flota sobre el agua. La economía de materiales basada en la capacidad científica del arquitecto. El resultado, belleza delicada.
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