Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Tribuna libre

Diego Rubichi, diez años ya de ausencia

  • Paseó su hombría de bien junto a la pureza del mejor cante de su tierra jerezana

FUE el 3 de agosto de 2007 cuando Diego de los Santos Bermúdez ‘Rubichi’ nos dejó definitivamente. Como en alguna ocasión dijo Montero Galvache ante la ausencia de un artista, nos dejó en lo físico, pero su voz continúa viva en el sentimiento del aficionado. Diez años ya de no verle caminar despaciosamente por La Plazuela en tantas y tantas ocasiones camino de la peña ‘Los Cernícalos’ a la que tan unido estuvo siempre y la que, un día de junio de 2004, respaldó el trabajo ‘Rubichis’ –Diego y Domingo, su hijo, a la guitarra- materializado en un CD grabado en directo en París y para el que Rafael Lorente Herrera escribió un prólogo en el que destacaba: “Diego ‘Rubichi’ da toda una lección de cómo se conduce un recital, en el que, la enduendada guitarra de su hijo Domingo, plena de toques añejos, lleva en volandas a uno de los ecos más puros que haya dado ese corto trayecto que existe entre la Ermita de San Telmo y la Ermita de la Yedra”, no en vano Diego es hijo de Domingo de los Santos Gallardo –que cantaba “pa” rabiar según palabras de Tío Parrilla-, primo de ‘Agujetas’, sobrino de Tío Chalao y pariente por tanto de las familias más flamencamente ‘jondas’ de La Plazuela.

En el año 2011, un madrileño aficionado de pro, José Luis Gálvez Cabrera ¿dónde estará metío?, dio forma a un libro-disco titulado ‘Diego Rubichi, Aljibe Jondo’ en el que, aparte la correspondiente introducción y la semblanza de Diego, inserta las opiniones de profesionales, aficionados y periodistas sobre la calidad y cualidad cantaora de Rubichi, algunas de las cuales quiero resumir para este mi comentario en el décimo aniversario de su marcha definitiva: el recordado Ángel Álvarez Caballero, al comentar aspectos del festival homenaje a Manuel ‘Agujetas’, celebrado en el Club Nazaret un 18 de diciembre, al referirse a Rubichi anotó: “Y Diego ‘Rubichi’, que hizo el mejor cante por siguiriyas de la noche, aunque fuera para baile; un cante, el suyo terrible, hondísimo, admirable”. Manuel Ríos Ruiz, en su artículo ‘Comentarios y divagaciones en día de Feria: la jondura cantaora de ‘Rubichi’, uno de esos cantaores que reviven en nuestra mente y sensación anímica la idea de lo legendario.

El grandioso poeta que fue John Keats escribió: “La música, suspirando como un Dios en pena”. Esta frase podría ser aplicada al cante de Rubichi. También para Diario de Jerez, Juan de la Plata (q.e.p.d.), escribió: “Diego de los Santos Bermúdez es la viva estampa de un cantaor rancio y clásico; tal como lo fue siempre; desde muy joven, allá por los comienzos en los ‘Jueves Flamencos’ de Manuel Morao”. Juan Salido Freyre, que aparte de admirador de su cante fue gran amigo, deja escrito en el libro de referencia: “Después de una siguiriya, un latigazo de lamento que recorre nuestro cuerpo con repelucos y escalofríos insondables, una emoción especial, pocas veces vivida, nos embarga plenamente; es una mezcla misteriosa del saboreo de lo perfecto y de la conciencia de lo infrecuente”.Y así podría seguir; pero baste con lo expuesto para dejar constancia de nuestro permanente recuerdo a la memoria de un buen gitano, Diego de los Santos Bermúdez ‘Rubichi’, que paseó su hombría de bien junto a la pureza del mejor cante de su tierra jerezana, y del que este jueves 3 de agosto se cumplen diez años de su sentida ausencia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios