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Diario De las artes

Con muy buenas perspectivas

EXISTIÓ hace unos años una llamada Feria de Arte en aquella Marbella que engañaba más que mostraba; una más de aquellas pseudoferias de arte que nada aportaron y que, sólo, sirvieron para desprestigiar una creación que necesitaba mucho más que burdos planteamientos organizados por sujetos que sólo querían comparecer en un medio artístico que no conocían y que, por tanto, poco podían aportar, solamente su osadía manifiesta y su afán por acaparar espacios mediáticos que le proporcionasen una gloria efímera; contando con el rechazo y la indiferencia del universo artístico general. Aquello, en Marbella y en otros sitios, se convirtió en tristes acontecimientos con planteamientos que, cuando menos, dejaban mucho que desear y, casi siempre, avergonzaban por malos, descuidados y con propuestas absolutamente fuera de lugar.

Después de todos aquellos poco edificantes momentos parece que, en la Marbella estival, una nueva Feria surge con fuerza y con una filosofía totalmente nueva y profesional. Sólo con una leve mirada al catálogo de galerías presentes, el medianamente aficionado se va a dar cuenta de que esto es otra cosa. La relación de galerías es más sensata, con algunos nombres que son historia en el sistema galerístico español de los últimos tiempos y sinónimos claros de muy buenas actuaciones - las madrileñas Max Estrella, Fernando Pradillo y Espacio Mínimo, entre otras; la sevillana Alarcón Criado, la mallorquina Pelaires; Adhoc, de Vigo; Rosa Santos, de Valencia y Gema Llamazares, de Gijón, por citar sólo algunas entre las más destacadas -. Pero Art Marbella, no sólo se ha rodeado de buenos proyectos presentados por conocidas galerías españolas; claramente se ha observado cómo ofrece una vocación internacional; así nos hemos encontrado con las galerías portuguesas Filomena Soares y Carlos Carvalho, dos galerías lisboetas habituales en ARCO; las italianas Opere Scelte, de Turín y FL Gallery, de Milán; la inglesa Narrative Projects, de Londres, la francesa Mark Hachem, de París; así como la galería noruega Elephant Kunsthalle. Hispanoamérica también se ha encontrado presente con la galería brasileña Baró, la uruguaya Galería de las Misiones y la colombiana El Museo.

Nada más entrar en el recinto del Palacio de Congresos y Exposiciones de Marbella, uno se daba cuenta de que verdaderamente se trataba de un tiempo nuevo, con los criterios de Feria de Arte claros, serios y rigurosos. Se parecía a una Feria grande, de las que, en España, quedan pocas - ARCO y ARTSANTANDER - y se alejaba de las antiguas realidades de aquellas ferias periféricas que no llegaron a nada por los desajustes e intereses de los que las organizaban. En una Marbella con la historia pasada en la cárcel o en los platós televisivos de esos programas basuras protagonizados por héroes de cartón piedra, vociferantes y comedores de boca abierta, se nos presentaba una Feria con sentido, sin cohetería y con esquemas en los que anidaban lo meramente artístico.

Los entresijos de la Feria han estado proyectados por un comité curatorial formado por Omar López-Chahoud, comisario freelance, fundador de la feria UNTITLED, de Miami; Neri Torcello, consultor de arte italiano; María Chiara Valacchi, comisaria y directora de Spazio cabinet, de Milán y Aura Seikkula, comisaria finlandesa. Todo dirigido por Alejandro Zaia, fundador de PINTA London y PINTA New York, director de la Colección Mundus Novus, dedicado al Arte Iberoamericano. Además, Art Marbella repetía los esquemas de las grandes Ferias, con homenajes a figuras importantes del Arte; en la ciudad marbellí el escogido ha sido el artista francés de origen húngaro Nivolas Schöffer, uno de los padres del Arte Cibernético. También el artista nacido en Gijón Dionisio González y afincado en Sevilla de cuya Facultad de Bellas Artes es profesor, presentaba un proyecto especifico para la Feria. El actor Jordi Mollá presentaba su faceta pictórica, poniendo con ello esa nota especial que siempre existe en una Feria de este tipo.

Una vez metido de lleno en Art Marbella, nos hemos encontrado con casi todo lo habitual que propone el Arte Contemporáneo y que se hace presente en una Feria de este tipo - incluidas las experiencias expectantes buscando la mirada detenida del espectador y, sobre todo, la primera lección del marketing, el objetivo de una cámara para dar qué hablar, llamar la atención y no pasar desapercibido -. La Feria era pequeña y muy abarcable, además ha estado muy bien montada. No ocurría, como en otros acontecimientos más grandes, en los que te abruma la cantidad y, a veces, se te escapan piezas de calidad. En el Palacio de Congresos marbellí, las obras importantes se te metían pronto por los ojos. Así, nos encontramos, en el stand de la galería bilbaina Carreras Múgica, una escultura de Richard Serra que creaba la máxima expectación; obra que compartía espacio con varios buenos Chillidas y unos dibujos de Alexander Calder. Como es habitual en la galería Espacio Mínimo, José Martínez Calvo y Luis Valverde nos ofrecían un stand completísimo de principio a fin; nada más y nada menos que con piezas importantes de Liliana Porter, Erwing Olaf, Nono Bandera, Teresa Lanceta, Manu Muniategui, Anne Burning, Juan Luis Moraza y del granadino Antonio Montalvo. Una pieza protagonizada por un libro de Rafael Argullol era de las más fotografiadas, la encontrábamos en Adhoc y su autor Misha Bies Golas. Muy bueno el stand de la galería portuguesa Filomena Soares, con el alemán Peter Zimmerman y la iraní Shirin Neshat. Carolina Alarcón y Julio Criado, jóvenes galeristas pero con una importancia cada día más acentuada y, para este que esto les escribe, sin duda, la que apuesta mas fuerte por un arte de absoluta calidad de cuantas galería existen, en estos momentos, en Andalucía, trasladaban el completísimo catálogo de su espacio de la sevillana calle Velarde hasta Marbella, con sus importantes artistas - Simon Zábell, José Guerrero, Jorge Yeregui, los hermanos Mp y Mp Rosado, Nicolás Grospierre y Alejandra Laviada -. Muy interesante la propuesta de Dionisio González en el stand de la galería marbellí Yusto/Giner, compartiendo espacio con Miguel Laíno y Rosa Loy. Interesantísimo, por fresco y rompedor, era lo que podíamos ver en la madrileña Twin Gallery, con dibujos, esculturas e instalaciones de Rosalía Banet, Carlos Nicanor, Manuel Franquelo Giner, Salim Malla e Iván Cantos. Y, así, lo que produce una Feria de Arte Contemporáneo. La de Marbella nos ha parecido pulcra, seria y creo que con vocación de futuro. Nosotros, que hemos asistido, en otras ocasiones, a ferias - o lo que fueren - de poquísimo recorrido, nos alegramos y apostamos por ella. Marbella, con su particular historia, sus residentes de temporada, los que llegan cargados de dinero, los que allí habitan con la vida más que resuelta, puede ser el lugar idóneo y los destinatarios adecuados para una Feria de Arte que puede ser el principio de algo importante. ¡Ojalá!

Art Marbella

Palacio de Congresos y Exposiciones.

Marbella

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