Nancy Fabiola Herrera. Cantante

“No me gusta la provocación, es una manera vulgar de llamar la atención”

  • La mezzosoprano canaria de origen venezolano actuará esta noche en el Teatro Villamarta con un recital lírico en el que la música española será la protagonista

La cantante Nancy Fabiola Herrera posa ayer en el Hotel Soho Boutique Jerez & Spa.

La cantante Nancy Fabiola Herrera posa ayer en el Hotel Soho Boutique Jerez & Spa. / Manuel Aranda (Jerez)

–En primer lugar, ¡feliz San Valentín! Supongo que será una persona enamorada aunque sea de la música.

–Pues gracias, igualmente. Pues sí, soy una persona enamorada de la vida, y también tengo mi pareja y estoy enamorada de ella, pero sigo enamorada de la vida que es importante.

–Fue en 2015 la última vez que la vimos en Jerez, en concreto en el Tío Pepe Festival. ¿Qué significan Jerez y el Teatro Villamarta para usted?

–En Jerez he tenido la inmensa fortuna de estar en varios momentos de mi carrera. Fue uno de los primeros teatros que me dio la oportunidad de cantar. De Jerez uno se enamora instantáneamente. He trabajado en condiciones maravillosas, con un gran cariño de todo el mundo. A lo largo de los años he seguido viniendo al Jerez y al teatro, y una de las mejores producciones que he hecho en mi vida, ha sido la ‘Carmen’ de Paco López, y que además he podido hacer también en otras partes. Venir al Villamarta es una gozada. Quiero mucho a las gentes del teatro, a su coro… Creo que es un equipo valiente que ha creado un precedente al mantener una temporada estable, pese a los tiempos que corren. Quizás empieza a ser, de nuevo, uno de los teatros con una temporada estable. Me encanta el Villamarta porque he admirado a su gerencia que son un ejemplo a seguir. Me siento muy querida también por el público jerezano, y tengo una historia de amor con este público. Es como venir a casa. Jerez es una ciudad mágica y con energía especial. Tengo lindos amigos aquí y estoy muy contenta de volver. Estoy feliz.Estoy muy contenta de hacer por primera vez un recital en el Villamarta y en esta ocasión con el maestro Carlos Aragón al piano. Nos conocemos de hace muchos años y me ha dirigido en ópera, pero es la primera vez que vamos a hacer un recital juntos.

–Ha cantado junto a Plácido Domingo y también bajo su batuta. ¿Qué ha aportado Plácido Domingo a su carrera?

–Me ha aportado evidentemente la oportunidad de trabajar con un artista único e irrepetible, como es Plácido. Un hombre con cualidades excepcionales, como compañero, como cantante y como ser humano. Cuando uno tiene la inmensa fortuna de actuar a su lado, pues todo lo que le sucede es bueno, por esa manera que tiene de ser y comportarse en el escenario que consigue que tú saques lo mejor de ti mismo. Ha sido desde el principio de mi carrera muy importante. Desde que vi la película que hizo de Carmen, me prometí que yo iba a interpretar el papel de Carmen y a cantar con él. Quedé enamorada de Plácido desde ese momento. Tiene un carisma especial… Y mira que la vida, curiosamente, hizo que ese sueño mío se hiciera realidad. Me siento afortunada y agradecida.

–Maddalena, Rossina, Dorabella, Leonora, Luisa Fernanda, Carmen… ¿Con cuál de estos personajes de los que ha interpretado se quedaría?

–Es muy difícil. Son papeles del principio de mi carrera, de mediados y también más recientes. Cada rol tiene algo especial. Aunque siempre te sientes identificada con alguno, pero los disfruto de todos. Quizá alguno que haya sido muy importante, con conexión muy especial, el Romeo de I Capuleti e i Montecchi, pese a ser un papel de hombre. Por supuesto Carmen, personaje del que me enamoré y definitivamente Dalila, que es otro personaje maravilloso que me ha gustado muchísimo y también mencionar, el personaje más duro de mujer que he realizado, que es el que acabo de estrenar en el Teatro de la Zarzuela: el papel de Bernarda Alba.

–¿Que ha supuesto su último disco, ‘Ensueños’, y qué proyectos discográficos tiene?

–Ensueños fue un proyecto muy bonito, de canciones de concierto porque con él se da a conocer la música al público de otra manera más cercana, a través de pequeñas historias diferentes. En ese caso eran compositores españoles o relacionados con España, porque nuestra música hay que darla a conocer al mundo, creo que es labor de los intérpretes y de los programadores de teatros, que se haga más música española y sepamos llevarla fuera y dentro. Donde quiera que va, nuestra música gusta muchísimo. Creo que en España vendemos muy poco nuestra música. Cantaré alguna de estas piezas en el concierto de hoy. También hay que difundir la zarzuela y la ópera española. Acabo de hacer la ópera ‘Florencia en el Amazonas’ de Daniel Catán. No todo lo de fuera es lo mejor, pues tenemos un patrimonio musical riquísimo. En cuanto a nuevos discos, tengo dos proyecto nuevos que salen ahora al mercado: ‘La vida breve’ de Manuel de Falla, con la dirección del maestro Mena y la BBC de Manchester. Falla es de mis compositores preferidos. Y por otro lado, también he grabado ‘Las Goyescas’ de Enrique Granados con la dirección de Josep Pons y la BBC de Londres. Están a punto de salir. Son obras maravillosas y estoy muy contenta con estos proyectos. Como española, me corresponde cantar nuestra música por el mundo. Es una labor importante. Y a la vista hay algún álbum más que me apetece grabar a final de año, también de canción de concierto.

–¿Prefiere la estética clásica o ve bien que se actualicen las obras?

–La estética de la ópera se tiene que adaptar siempre, pero con respeto a la historia y a la exigencia de la obra en sí. Querer actualizar sin criterio es una falta de respeto al compositor y la obra. Si se respeta la esencia, se debe actualizar, aunque ello no quita que uno disfrute con los montajes tradicionales. Hoy impera lo visual y hay que revitalizar para que el género siga de alguna manera vivo. Pero esto va a depender mucho de que siga habiendo conocimiento de las voces de los cantantes. Hay programadores de teatros que no conocen las voces, y prima, en algunos casos, la estética visual y tecnológica, y la lírica es un género canoro y por tanto, debe primar la calidad de la voz de los artistas. Los programadores y gerentes deben hacer por tener conocimiento vocal para poder programar, y a veces se adolece de ello. No me gusta la provocación por provocar, creo que es una manera vulgar de llamar la atención para que la gente hable. Hay que tener un proceso creativo de construcción no de destrucción o deconstrucción de las obras. El canto lírico es para ser vivido en directo. La vibración de la voz humana va directamente al alma. Hay que hacer de la lírica un género más cercano, y que los padres lleven a sus hijos a los conciertos en vivo. Esto por desgracia se ha erradicado de la educación en nuestro sistema.

–Enhorabuena por el premio Ópera Actual a la mejor Trayectoria Internacional 2018.

–Recibir un premio de estos es algo muy bonito y muy motivador. Fue una sorpresa hermosa. Que una labor que se hace con amor te la reconozcan, pues te sigue motivando, y te anima a ser una comunicadora efectiva, pues los intérpretes somos comunicadores que tocamos la sensibilidad del espectador, a través de la música y el canto. Esto significa que la gente se ha sentido tocada por esa labor mía.

–En un día como hoy (por ayer), San Valentín, ¿hay algún trocito de su corazón reservado a su Venezuela natal?

–Por supuesto, siempre. Deseando que Venezuela vuelva a recuperar su esencia, aunque haya estado muy maltrecha. Creo que el espíritu venezolano es fuerte. En mi casa hay mucho amor por Venezuela porque fue un país que tuvo las puertas abiertas a España, cuando aquí había hambre y allí bonanza. Mis padres fueron allí bienvenidos. Como en la vida todo es cíclico. Apoyo al pueblo venezolano que quiere ver bien a Venezuela.

–¿Cantará en el Teatro la canción canaria ‘Sombras del Nublo’?

–No le prometo nada porque si le doy a Carlos una partitura más, me va a matar... Pero muchas gracias por la petición, pues me encanta que le guste la música canaria.

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