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Zambombas para el puente de diciembre

Aquello que la mirada descubre y lo eleva de categoría

Diario de las Artes

MARÍA JOSÉ GUTIÉRREZ

Espacio Abierto

JEREZ

Obras de María José Gutiérrez.

Hemos afirmado en numerosas ocasiones que la pintura pintura está más viva que nunca. A pesar que la competencia es fuerte y que estamentos relacionados, sobre todo, con las nuevas tecnologías pretenden acceder, con sus fórmulas interesadas de argumentaciones poco convincentes donde el puro trabajo físico es lo menos importante y se deja descaradamente a un lado, a una creación cada vez con menos planteamientos formales y plásticos; sólo aquellos que patrocinan los manejos informáticos. También, el organismo pictórico cuenta para su debe con un exceso de conceptualismo que potencia la idea y menoscaba el ejercicio artístico, además, existe una gran dosis de elitismo que rompe la inmediatez del acto creativo y conduce por horizontes de absoluta complejidad; produciéndose, con todo ello, una desbandada y un rechazo hacia unas fórmulas poco convincentes por no convencidas. La pintura, como cualquier modo de expresión, debe tener como finalidad máxima atrapar las miradas y dejar que las argumentaciones no sean profundísimos tratados crípticos o manuales intraducibles. Ya lo hemos puesto de manifiesto muchísimas veces: todo planteamiento que necesite al lado un libro de instrucciones, un prospecto explicativo o un vocero tan oscuro como lo que se ofrece, es una obra perdida. La pintura, el arte en general, debe ser más claro para todas las miradas; para conseguir epatar no se necesitan intrincados e inexpugnables posicionamientos. El arte es más sencillo y no debe acudir a ciertos agentes poco creíbles, interesados y hasta maledicentes que ponen un sombrío oscurantismo a lo que pontifican para hacerse notar, argumentando asuntos que sólo interesan a sus malévolos esquemas paraartísticos.

Obra de María José Gutiérrez.
Obra de María José Gutiérrez.

Por eso, es de agradecer actuaciones lógicas, llevaderas y actuantes para todas las miradas. Es lo que encontramos en la Sala que dirige Lucía Franco; acciones que llegan a casi todos, que dejan un regusto satisfactorio en los ojos y en los corazones, que no ofrecen dudas a casi nadie y que contactan abiertamente con las límpidas intenciones de una inmensa mayoría. De esta manera, hasta allí llegan artistas sensatos, alejados de las pamplinas que tanto abundan en una profesión con muchos especuladores interesados, autores con poco arte y sin nada que decir. Y es que, desde siempre, el arte embaucador, patrocinado por mentirosos, la expresión esquiva que explota como salvas coheteras sin sustancias firmes, los episodios imposibles buscadores de halagos esnobistas, han estado lejos de un espacio que ha llevado por bandera, el criterio, la serenidad y la sensatez; asuntos que convencen y unifican conciencias.

Obra de María José Gutiérrez.

María José Gutiérrez es pintora de intenciones artísticas claras. Su obra no tiene absolutamente nada de complejidades elitistas, de profundos conceptos inexplicables, de poses y afectaciones modernas que no convencen por su falta de todo. Su pintura es más fácil que todo esto; es más inmediata; es más pintura. Su obra nos descubre lo que la mirada encuentra; lo hace sin intermediarios que desvirtúen; es pintura que conserva la verdad del arte; lo que no quiere decir que sea pintura conservadora. Es pintura relatora que cuenta lo que hay, aunque sus elementos pictóricos y sus argumentos representativos no estén sacados de lo ilustre de la vida. Recrea lo sencillo, lo cotidiano, lo que se encuentra en la naturaleza y en la vida, en la calle y en el patio de la casa, en el jardín y en la tienda de tejidos; sus episodios ilustrativos de lo real marcan una representación de lo que nos rodea y lo hace con una facilidad aplastante, con rigor y criterio artísticos. Piedras de todo tipo; piedras solas y en conjunto, hojas de árboles, tierras, telas, tejas… que hacen grande lo mínimo, que abren las perspectivas de lo que se encuentra a nuestro lado, que dan protagonismo a lo inerte, a lo que pasa desapercibido pero que juega un papel importante en la naturaleza y en la vida.

Obra de María José Gutiérrez.

La exposición de María José Gutiérrez, segunda comparecencia en la sala de la calle Alvar López, parte de un oficio bien aprendido y muy bien asimilado en la difícil tarea de enseñar planteamientos artísticos a los demás; compartiendo intereses y llevando a la práctica una realidad compleja pero satisfactoria. Domina, por tanto, el medio; sabe promover con acierto los materiales, el óleo y el acrílico y sabe estructurar con mucho acierto una pintura a la que no todos llegan por muy abanderados de la discusión que sean. En ese camino siempre resplandecerá la verdad; aunque algunos no la vean.

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