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Cultura

El arte polifacético de Kentridge recibe el Princesa de Asturias

  • El jurado del galardón considera al creador sudafricano uno de los "más completos e innovadores" de la actualidad y destaca su "profundo" compromiso social

William Kentridge expondrá el próximo octubre el Museo Reina Sofía.

William Kentridge expondrá el próximo octubre el Museo Reina Sofía. / efe

El polifacético creador sudafricano William Kentridge (Johannesburgo, 1955), conocido por sus dibujos, pinturas, grabados, collages, esculturas y fotografías, pero también por sus incursiones en el teatro, la ópera y la música, será quien reciba este año el Premio Princesa de Asturias de las Artes. Según el jurado de esta edición, se trata de "uno de los artistas más completos e innovadoras del panorama internacional", y además destaca por estar "profundamente comprometido con la realidad".

La candidatura de este artista comprometido social y políticamente se impuso entre las 43 procedentes de 19 países que en esta ocasión optaban a este galardón, el primero de los ocho que anualmente concede la Fundación Princesa de Asturias.

Su candidatura había sido propuesta por Beningno Pendás García, miembro del jurado del Premio Princesa de Comunicación y Humanidades 2017, y Raquel García Guijarro, gerente del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Entre el jurado, la editora y comisaria de arte contemporánea Elena Ochoa, una veterana de este premio, le dio su respaldo desde el inicio ya que, según reconocía al inicio de las deliberaciones, ha trabajado "en muchas ocasiones" con este creador sudafricano, que en octubre expondrá en el Reina Sofía de Madrid en una muestra comisariada por Manuel Borla-Villel y Soledad Liaño.

Nacido en Johannesburgo en 1955, sus padres ejercieron como abogados especializados en las víctimas del apartheid y su padre se ocupó de la defensa de Nelson Mandela, circunstancia que determinó su formación universitaria -Ciencias Políticas- antes de dedicarse al arte.

En los ochenta, se trasladó a París para estudiar teatro en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq y trabajó como director artístico en series de televisión, antes de comenzar a crear animaciones a partir de sus propios dibujos. Desde los años noventa ha combinado la práctica del dibujo con el cine y el teatro, convirtiéndose en un artista multidisciplinar que ha cultivado, además, escenografía, collage, grabado, escultura y videoarte.

Kentridge, que ha elegido el dibujo como vehículo expresivo de emociones y metáforas relacionadas con la historia y la realidad sociopolítica sudafricana, se dio a conocer fuera de su país tras su participación en la feria Documenta X de Kassel (Alemania, 1997) y en las bienales de Sao Paulo y Venecia.

Desde entonces, sus dibujos animados o "películas dibujadas", como las denominan algunos especialistas, han recorrido las salas de los centros de arte más prestigiosos del circuito internacional.

A partir de 2003, Kentridge comenzó a interesarse por la escultura y la videoinstalación y a incluir referencias al teatro, la ópera y el cine en sus nuevos trabajos. En la última década, espacios como el MoMA, mostrado su producción artística en el MoMA -que le dedicó una retrospectiva en 2010-, el Albertina Museum (Viena), el Louvre o el Museo de Bellas Artes de Budapest han acogido sus propuestas.

El Premio Princesa de Asturias -dotado con 50.000 euros- fue a parar el año pasado a la actriz y directora, Núria Espert, que se unió a una nómina de galardonados de la que también forman parte nombres como Francis Ford Coppola, Michael Haneke, Norman Foster, Woody Allen, Paco de Lucía, Vittorio Gassmann o Bob Dylan.

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