En sólo dos meses nuestras vidas han cambiado por completo. Un virus ha paralizado la economía y mucha gente lo está pasando mal a consecuencia de la crisis derivada de la propagación de la enfermedad. Pero no es momento para lamentos y sí para trabajar unidos, colaborando y proyectando un nuevo modelo de sociedad que sea más amable, más consciente del trabajo de los ciudadanos y ciudadanas. Si ellos lo han podido hacer, la clase política debe seguir su ejemplo. La ciudadanía,principal sufridora de toda esta situación, merece más que nunca que todos los partidos políticos que ostentan la representación en las instituciones, lleguen a acuerdos y consensos para poder articular medidas que alivien y solucionen esta dolorosa coyuntura. Debido a las especiales condiciones que se dan en la provincia de Cádiz, donde sufrimos altas tasas de desempleo y de exclusión social, no cabe duda que es más pertinente que nunca la consecución de esos consensos.

Por ello, en el actual contexto de crisis económica y social que vive todo el país, es más que necesario el estímulo continuo a partir de medidas concretas, eficaces y realizables por parte de las administraciones públicas. Tenemos que ser capaces de articular un pacto para la reconstrucción a todos los niveles, dejando de lado intereses electoralistas y partidistas y logrando un entendimiento que dé lugar a medidas que se puedan aplicar de forma inmediata.

Y para que las políticas públicas sean más efectivas y lleguen a un mayor número de ciudadanos, es fundamental implicar a los ayuntamientos, ya que la administración municipal es la que está en la primera línea ante la emergencia social y desempeña un papel primordial en la dinamización de las economías locales. Es por eso que debemos orientar nuestras políticas con luces largas y altura de miras para ver la necesaria reconstrucción social y económica, que debe apuntar a una nueva gobernanza basada en la participación, con el rol protagonista de la gente, de los partidos políticos, sindicatos y asociaciones ciudadanas, hacia una movilización de la sociedad para construir la salida de la crisis.

Desde el primer día, a esta crisis hemos aportado nuestra experiencia y trabajo constante por velar por la salud y proteger a los más vulnerables. Desde la creación de un gabinete de crisis a un Pacto por la Reconstrucción Económica y Social donde se defiendan los servicios públicos y se refuercen los servicios sociales, un sistema tributario progresivo para que pague más quien más tiene, dar valor a nuestros productos locales, poner medidas concretas para ayudar a los autónomos y micropymes, la necesidad de concebir un turismo desestacionalizado, un nuevo modelo industrial sostenible y una apuesta decidida por poner en marcha planes especiales de empleo en nuestra tierra que hagan caer las cifras del paro. En definitiva, un nuevo modelo de ciudad se nos hace imprescindible y para ello necesitamos el consenso necesario, como se ha hecho en San Fernando o en Medina. Desde aquí sigo animando a las formaciones políticas a unirse en la consecución de este Pacto por la Reconstrucción Económica y Social. Se lo debemos a la gente.