El embudo

Han remozado un tramo de la antigua Cañada de la Feria o de Caulina, otrora Avenida Fernando Portillo y novísima Avenida de Europa. Hay quien piensa que se llamó de la Feria por llegar al Parque González Hontoria, pero nada más lejos de la realidad. Se llamó así porque en esta cañada hubo otra Feria, primera con alumbrado público, desde 1876 y hasta 1902 en que se trasladara definitivamente al recinto que actualmente conocemos.

Perdida de la mano de Dios estaba en esta cañada la barriada de La Granja cuando el resto era campo. A partir de los años setenta del siglo XX se instalaron empresas emblemáticas como Almacenes Bahía, Orla Jerez, Estucherez, Autosport o la central lechera La Merced. También estaba el famoso economato Ecojerez que sucumbió al oligopolio francés de la alimentación de la mano de Pryca, después Carrefour.

Algún día nos explicarán porqué se ha regalado el comercio nacional a chinos, moros y franceses, si es que esto se puede preguntar, sin ser acusado de racista, xenófobo, fascista y nazi.

La actual Avenida de Europa es además el acceso a la autopista de Cádiz a Sevilla, que es en realidad, de Puerto Real a Dos Hermanas. Se trata de una avenida amplia de dos carriles en ambos sentidos, hasta que se estrechaba a la altura del cruce con Guadalcacín, para volver a desdoblarse en el acceso a la autopista. No hace mucho comenzaron unas obras en este tramo y, por una razón tan simple como el sentido común, albergué la esperanza de que los carriles se iban a doblar para regularizar las vías desde el Parque González Hontoria hasta la entrada de la autopista.

Pero, hete aquí que debo ser un excéntrico o un loco. La obra nos ha traído más rotondas; unas espléndidas aceras para que pasee no se sabe quién; un progresista carril-bici; bancos y papeleras, sin una sombra pero deja un solo carril en cada sentido. Un embudo envuelto en celofán.