Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

El vicio de la oración pasiva

No hay quien escriba una columna económica; de economía no se habla ya

Ya no se escucha esa expresión, y ni siquiera he dado con ella en internet, por lo que deduzco que tampoco tuvo una gran popularidad en el habla coloquial o quizá se utilizara en mi familia y poco más: “No me vuelvas la oración por pasiva”, te decía tu madre cuando te buscabas coartadas fulleras o escaparte de cualquier situación comprometida; hay una edad en que eso lo hacen por sistema los niños y jóvenes aún por cocer, ahora se dice más “ponerse a la defensiva”. La política española ha sufrido una notoria regresión en ese sentido: si el debate entre partidos siempre ha sido al borde del rifirrafe, también hemos conocido tiempos de verdadero debate, y no el permanente moñeo adolescente en el que andamos instalados, en parte por el imperio de la comunicación digital en red social, cuya inmediatez y brevedad ha creado una especie de mundo privado en el que conviven políticos y periodistas, que tiene mucho de pasarela donde cada uno presume de sus logros más o menos constatables y más o menos logrados: “qué guapa soy y qué tipo tengo”. En parte, también, por la tremenda fragmentación del arco político, que, más que un arco, se da trazas de una montaña rusa sinuosa, vertiginosa y enganchada al hachazo al otro como argumento de cabecera. En un panorama en el que el incentivo político es ser nacionalista desafecto para libar el poder y el dinero exprimiendo tu minoría, el famoso “y tú más” ha devenido en un argumentario que recuerda a aquel chiste, que resumo: un tipo saluda a otro, “hola, Pepe, cuánto tiempo, cómo me alegro”; Pepe: “¿hola, Pepe me vas a decir, canalla? Estafaste a medio pueblo, te condenaron por abuso, quebraste la cooperativa a conciencia e hiciste alzamiento de bienes, dejaste a tu familia tirada... ¿hola, Pepe me vas a decir?”, a lo que el otro responde: “¿y tú, con esas gafas?”. Pues ese viene siendo el nivel.

Casi huelga decir que es quien está en el poder quien más leña recibe: debe ser objeto principal de crítica tanto de la oposición como de quienes opinan en la calle o en los medios. Sucedió con Suárez, González, Aznar, Zapatero y Rajoy, ahora con Sánchez o Ayuso (y no digamos Puigdemont, él sí que el señor del gran poder). Así debe ser. Lo contrario a la crítica al poder es la sumisión y el peloteo. Lo que ya no es tan de cajón es que la respuesta a la crítica sea volver la oración por pasiva. Por ejemplo, salir –como con hartazgo– por peteneras cuando se le censura el estar empeñado al cien por cien con una ley de amnistía a la carta, lampando por los votos de un político ultramontano y ultraminoritario que te chulea un día sí y otro también: Junts y ERC promueven otra DUI (declaración unilateral de independencia), mientras negocian con el presidente del Gobierno de un gran Estado multirregional y, si quieren, plurinacional como lo es España. Si se le critica por su ansia indómita de poder a cualquier costa, la respuesta es que usted se dio un paseo en barco con un narcotraficante. Si se le pide que dé explicaciones por que Ábalos y su pretoriano de nombre Koldo parecen que urdían trajines acordes a sus rostros, la respuesta es que el PP gana en Galicia porque la oculta ultraderecha y porque su partido, el PSOE, carece de liderazgos regionales (“Todo el liderazgo el mío, a ver si os enteráis”). Si se le pide que explique por qué va en viaje precipitado a ver al rey de Marruecos –oh, adalid de los derechos humanos– cuando Mohamed VI le abre un hueco en la agenda, después de haberlo previamente ignorado en su anterior visita, y, por contra, por qué no da la cara en Barbate ante los asesinatos de los narcos a dos guardias civiles, la respuesta es una sonrisa de alta sobradez y la ultraderecha. Y así nos va... que no hay quien escriba una columna económica. Porque de la economía, ni hablamos. Sólo de los pasivos del contrario y del autobombo por cualquier gesto trivial.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios