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Julián Calvo

500 años de la Batalla de Pavía

Imagen de Ferrer Dalmau de la Batalla de Pavía.
Imagen de Ferrer Dalmau de la Batalla de Pavía.

24 de febrero 2025 - 10:19

HOY lunes 24 de febrero, se cumple el 500 Aniversario de la Batalla de Pavía. Por ello, es bueno recordar, y para que los más jóvenes las conozcan, las hazañas que consiguieron nuestros ancestros, y que con el paso de los años, se van olvidando, dado que cada día importa menos la historia, pero “un pueblo sin historia, está condenado a repetirla”, como diría Ruiz de Santayana (poeta y filósofo).

Tal día como hoy, pero en 1525, se libraba en Pavía (ciudad a unos 30 km. al sur de Milán), una de las mas importantes y decisivas batallas de nuestros Viejos Tercios. El auge que estaba teniendo en esa época el ejército francés, sufrió uno de sus mas importantes reveses de la historia, hasta el punto de ser apresado el mismo Rey Francisco I de Francia.

Reinaba el emperador Carlos I de España y V de Alemania, el cual había heredado por parte de su padre Felipe “El Hermoso”, el Patrimonio Borgoñón, el Archiducado de Austria y el Imperio Romano- Germánico, que comprendía la actual Alemanía, Paises Bajos, Bélgica, parte de Francia y norte de Italia. De su madre Juana “La Loca” (hija de los Reyes Católicos Isabel y Fernando), heredaría la corona de Castilla, Navarra, Aragón (que comprendía lo que hoy es Aragón, Valencia, Cataluña, Mallorca, Nápoles, Sicilia y Cerdeña), y las Indias Occidentales, que descubriese Cristóbal Colón en 1492.

Francia quedaba entre España y Alemania. Con la unión de estos dos bastos territorios, el rey francés, trataría de apoderarse del Ducado del Milanesado, en manos del Emperador Carlos, que lindaba con Suiza y el Ducado de Borgoña.

Para ello se desarrollaron varias contiendas desde 1521 hasta 1525, entre la Corona de los Habsburgo (Carlos I) y la Casa de Valois (Francisco I).

En 1522, tuvo lugar una de estas contiendas, donde el ejército francés, apoyado por el Ducado Veneciano, presentó batalla con unos 28.000 hombres. El Imperio Germano-Español, lo hacía con 18.000. Aún con la desventaja numérica, y mandado los Tercios Españoles por el Condotiero Próspero Colonna (nacido en Civita Lavinia -Lacio-), la victoria imperial fue aplastante en Bicoca, al norte de Milán. Desde entonces la palabra bicoca se utiliza en castellano como “cosa fácil o barata”, vamos, un chollo.

En abril de 1524, se producía otra batalla, con semejantes fines y coronas enfrentadas, pero esta vez cerca del río Sesia, afluente del Po, y que discurre por la provincia de Pavía. El protagonista de esta batalla denominada de “Sesia”, sería Fernando de Ávalos, Marqués de Pescara, acompañado de Carlos III de Borbón (aliado del Emperador Carlos), el que rechazaría al contingente francés, propiciando la retirada de la región.

El 25 de octubre 1524, el propio rey Francisco I de Francia, cruzó los Alpes con un basto ejército, y a comienzos de noviembre, tras arrasar con varias poblaciones anteriores, entraba en la ciudad de Milán.

El ejército español, no tuvo mas remedio que evacuar a sus efectivos desde Milán hacia otras plazas fuertes como Lodi. El riojano Antonio de Leyva, marchó con 1000 soldados españoles, 5000 lansquenetes (mercenarios) alemanes y 300 jinetes de caballería pesada, hacia la plaza de Pavía, donde quedaron atrincherados.

Tras la toma de Milán por Francisco I, sitió Pavía, con unos 30.000 soldados y una poderosa artillaría compuesta por 53 cañones. Durante el asedio de Pavía, el ejército francés ocupó y saqueó los conventos y pueblos que se encontraban fuera de los muros de la ciudad.

Antonio de Leyva, que había participado en la liberación de Granada (1492), organizó de manera magistral, la defensa de Pavía, resistiendo con sus 6.300 efectivos, el asedio de 30.000.

Tal epopeya no fue fácil (como Bicoca), pues al estar sitiados, intramuros sufrieron hambre y enfermedades, e incluso malestar económico, pues los mercenarios españoles, empezaron a tener problemas para cobrar sus pagas. Los generales españoles, empeñaron sus bienes para pagar a sus hombres. Ante esta difícil situación los oficiales y arcabuceros dieron su palabra de seguir defendiendo Pavía, aún sin cobrar sus salarios.

Mientras los españoles defendían Pavía, el Rey Carlos I mandó refuerzos a la causa, que bajaron desde Alemania, con mas de 15.000 lansquenetes alemanes y austríacos, 6.000 españoles, 3.000 italianos, 2.300 jinetes y 17 cañones, que abrieron fuego el 24 de febrero de 1525, contra las tropas francesas.

Iniciada la batalla entre los dos bandos, a las afueras de Pavía, Antonio de Leyva salió de la ciudad con sus efectivos y dirigió sus fuerzas a la retaguardia francesa, la que se vio envuelta entre dos flancos, lo que causó desconcierto en las tropas francas. Francisco I ordenó lanzar su poderosa caballería contra el ejército español, pero los Tercios la aniquilaron con sus largas picas, que no dejaban acercarse a los caballos a los arcabuceros, cayendo los animales sin entrar en contacto con la infantería.

Ante aquel desconcierto y viendo los franceses que sus cadáveres se amontonaban uno encima de otro, comenzaron a huir despavoridos, contándose al final de la batalla, mas de 8.000 muertos por parte francesa.

En esta huída, el vasco Juan de Urbieta, el gallego Alonso Pita da Veiga y el granadino Diego Dávila, apresaron, tras derribar a su caballo, a un soldado de ropas lujosas, que cayendo al suelo suplicó: “no me matéis, soy el Rey de Francia”.

El apresado fue llevado a Madrid, donde firmó el “Tratado de Madrid”, impuesto por el Emperador Carlos V, donde renunciaba al Milanesado, Nápoles, Flandes, Artois y Borgoña.

En recuerdo de aquella gesta, por estas tierras saboreamos el exquisito “Soldado de Pavía” (bacalao o merluza rebozada). ¡Que aproveche¡

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