Ha vuelto a la carga la plataforma pro indulto a Pedro Pacheco para recordar lo que considera ha sido una tremenda injusticia con el ex alcalde de Jerez y para afear al Gobierno el distinto rasero que mantiene con esto de los indultos, potestad del ejecutivo sin tener que rendir cuentas:perdona a quien quiera independientemente de los pecados que haya cometido. ¿Que hay que llevarse bien con los separatistas catalanes para que sigan apoyando al Gobierno? Pues ahí van los indultos a los líderes del procés. Da igual que quisieran romper España -y siguen queriendo, porque no han dado muestras de arrepentimiento ni las darán porque están convencidos de su lucha-;curiosamente, la Fiscalía de aquí no apoyó la petición de indulto a Pacheco porque no dio muestras de arrepentimiento...
El gran pecado de Pedro ha sido y es no tener un gran partido nacional detrás que le respalde o que le necesite: es prescindible y ahora su capacidad de hacer ruido apenas va más allá de El Cuervo. A nadie escapa que de haber pertenecido al PP o al PSOE su suerte habría sido bien distinta salvo enfrentamiento con los de arriba de tu propio partido, guerra perdida y que te acaba convirtiendo en chivo expiatorio.
Pero circunscrito a lo local, las cañas se tornaron lanzas y las palmadas en la espalda se convirtieron en un ‘si te he visto no me acuerdo’, tal que así funciona la política en particular y desgraciadamente la sociedad en general. Eso sí, con el paso del tiempo e independientemente de los errores que cometiese Pacheco -que los tuvo-, ha habido políticos jerezanos de los partidos grandes -como José Antonio Díaz, Ana Mestre y Antonio Saldaña- que sí han abogado o mostrado públicamente su cariño hacia el exalcalde.
Sin entrar en aspectos jurídicos, que para eso están los letrados, sí que parece un agravio comparativo y una injusticia esto de los indultos del Gobierno, porque no debería ser un arma o un recurso para utilizar a conveniencia de los fines políticos del Consejo de Ministros de turno. ¿Cómo se argumenta uno y se deniega otro?El exalcalde fue inhabilitado por la Justicia por colocar a dedo pero la justicia no ha tenido el mismo celo con casos similares y otros muchísimo más sangrantes, de ahí el agravio comparativo:primero en el trato, en la sentencia, y luego en la aplicación del indulto, concedido a otros por actos mucho más graves.
“La justicia es un cachondeo”, dijo alguien alguna vez...
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